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Del Escritorio del CG ; Jose Manuel Zelaya rosales
Tegucigalpa M.D.C., 17 de noviembre de 2011
NOTA ACLARATORIA
A todos los miembros de Libertad y Refundación (LIBRE), del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), a los medios de comunicación, impresos, hablados y escritos, en virtud de especies circuladas a raíz de una publicación hecha por un diario impreso de la capital de la republica el día de ayer, 16 de noviembre de 2011, en mi condición de Coordinador General deseo aclarar lo siguiente:
El Partido Libertad y Refundación (LIBRE) se rige por las leyes de la Republica de Honduras, y por sus propios Estatutos, en los que se indican con claridad los procedimientos que se utilizaran para escoger candidatos a cargos de elección popular, incluida la fórmula presidencial. Además, la ciudadana XIOMARA CASTRO ha expresado con claridad que “...que esta decidida a participar pero que cualquier decisión que tome en relación a una posible candidatura presidencial estará sujeta a los procedimientos ya establecidos en los estatutos del Partido” y la ley electoral . Lo que significa claramente que su posición es de respeto hacia los procedimientos de consulta de nuestra organización política.
Reconocemos que el Movimiento de Resistencia Progresista (MRP), una de las corrientes internas del Partido LIBRE, que coordina Rasel tome, ha tomado la iniciativa de proponer que la ciudadana XIOMARA CASTRO sea la candidata presidencial por CONSENSO parcial o total de todas las corrientes internas, lo que significa que esta decisión se someterá a los órganos de condición de Libertad y Refundación, y será consultada en las urnas de las elecciones internas .
Rechazamos las versiones tendenciosas que afirman lo contrario todos los puestos de libertad y refundacion se someterán a las urnas en elecciones internas trasparentes y justas, al tiempo que garantizamos a nuestros miembros y seguidores, nuestra convicción y determinación por hacer que sea la voluntad del pueblo la que prevalezca en nuestros procesos internos, así como en las contiendas contra nuestros adversarios políticos.
Agradecemos de antemano la colaboración de todos los medios de comunicación, al dar a conocer esta aclaración Siempre mantendremos canales oficiales de comunicación, que seguirán informando de las organizaciones Partido LIBRE y FNRP.
¡En Honduras la revolución es inevitable!
¡Resistimos y venceremos!
José Manuel Zelaya Rosales
Coordinador General Frente Nacional de Resistencia PopularLegitimidad del marco jurídico e institucional de las elecciones
Para comprender el significado histórico de las elecciones presidenciales y parlamentarias que acaban de realizarse en Nicaragua es necesario comenzar por conocer su contexto jurídico-político, que ha sido el primer blanco de los ataques de la derecha nicaragüense en su ya fallido empeño por descalificar ese proceso electoral, del que han cuestionado antes que nada, la legalidad de la candidatura presidencial del Comandante Daniel Ortega y de la investidura de los magistrados que integran el Consejo Supremo Electoral.
Para lo primero, la derecha antisandinista se basa en que la Constitución establece la prohibición de la reelección por dos períodos consecutivos. La otra prohibición constitucional, de ser electo más de dos veces en el cargo de Presidente de la República, no procede aquí porque la reforma que la estableció se hizo con posterioridad al primer período presidencial del también actual Presidente de Nicaragua, debido a lo cual en este caso, de aplicarse aplicarse esta norma se estaría violentando el principio jurídico y constitucional de irretroactividad de la ley.
La Corte Suprema de Justicia, ante un recurso interpuesto por el FSLN frente al rechazo inicial de la candidatura de Daniel Ortega por parte del Consejo Supremo Electoral en base a la primera prohibición señalada, dispuso que el artículo constitucional donde se establecen ambas prohibiciones es inaplicable, razón por la cual quedó legalizada la candidatura del actual Presidente reelecto de Nicaragua.
En reciente comparescencia ante acompañantes internacionales del proceso electoral nicaragüense, el magistrado Francisco Rosales planteaba que la inaplicabilidad de dicho artículo está basada doctrinariamente en el principio constitucional de la soberanía popular, según el cual una reforma legislativa que limite derechos constitucionales del soberano, que es el pueblo según la misma Constitución, solamente puede ser hecha directamente por éste mediante referéndum o en Asamblea Constituyente (es decir, electa con el mandato específico de hacer una nueva Constitución, debido a que tal reforma altera el cuerpo dogmático fundamental de la misma), esto tomando en cuenta que la prohibición de la reelección limita el derecho del pueblo a elegir representantes y gobernantes, y el derecho de los ciudadanos a ser elegidos para cargos públicos; y que tal prohibición no forma parte de la versión original de la Constitución elaborada en 1987, sino que fue incorporada en la reforma de 1995, la cual además, ni siquiera fue sometida a consulta con la ciudadanía, a diferencia de lo que ocurrió para la elaboración original de la Constitución en su primera versión, cuando se hicieron los llamados cabildos abiertos en los que fueron incorporados importantes aportes de las decenas de miles de ciudadanos que participaron.
La pertinencia en la aplicación del principio constitucional en el cual se basó la resolución de inaplicabilidad de las prohibiciones a la reelección, queda refrendada por el hecho de que al año siguiente de dicha reforma constitucional, en las elecciones presidenciales, parlamentarias y de autoridades locales realizadas en 1996, todos los partidos que la promovieron y cuyos diputados la aprobaron, sacaron cada uno menos del 1% de los votos. Esto sucedió porque cuando se hicieron esas reformas, los partidos de derecha con menos apoyo popular hacían mayoría en el Poder Legislativo, mientras los dos partidos mayoritarios de entonces (el FSLN, de izquierda y el PLC, de derecha) tenían una escasa presencia en dicho poder del Estado, lo cual se debía a que la mayor parte de los diputados sandinistas habían renunciado al FSLN y a que cuando los diputados de entonces fueron elegidos en 1990, aún el PLC no se había convertido en la gran fuerza política que llegaría a ser pocos años después.
El otro señalamiento de la oposición antisandinista respecto a lo que es para ella la falta de legitimidad del proceso electoral, se basa en lo que considera como ilegalidad en el ejercicio de sus cargos, por parte de los magistrados que integran el Consejo Supremo Electoral, debido a que su período expiró en fecha reciente y por tanto, ya la Asamblea Nacional debía haber electo a sus sustitutos o a ellos mismos si fuera el caso, en los cargos que actualmente ocupan. Pero fue precisamente ante la negativa de la Asamblea a elegir magistrados que el Presidente Daniel Ortega decretó la prórroga en el ejercicio de sus cargos para los actuales magistrados, haciendo uso de facultades que la Constitución le confiere en aras de salvaguardar la estabilidad del país, amenazada con la no elección de magistrados y el consiguiente caos institucional, como forma de chantaje político ejercido por la oposición (con mayoría parlamentaria en la actualidad), cuyos diputados tenían como objetivo colocar como magistrados a personas políticamente afines y a sí mismos. Y los responsables evidentes y confesos de la no elección de magistrados que les corresponde llevar a cabo, no pueden hacer reclamo alguno basado en dicha situación claramente creada por ellos, tomando en cuenta además que el decreto presidencial prorrogando los cargos de los magistrados establece claramente que dicha prórroga es válida en tanto el Poder Legislativo, tal como corresponde, elija a los nuevos magistrados o reelija a los actuales.
Sin embargo, la deslegitimación de las elecciones que la derecha pretende con estos señalamientos (infundados, tal como se acaba aquí de demostrar) queda absolutamente en nada desde el momento en que inscribe a sus candidatos ante esas autoridades cuya legitimidad cuestiona como fundamento para señalar como anómalo el proceso electoral, y al competir en dicho proceso con el candidato al que ella acusa de ilegal como fundamento también de su cuestionamiento a la legalidad de esas elecciones en las que también participa.
Otro argumento de la derecha para descalificar el proceso electoral es la acusación al FSLN de utilizar la presencia de personas que le son afines en el Poder Electoral para manipular la entrega de las cédulas que sirven para poder votar, sólo que en este caso, de ser cierta la desventaja resultante de la situación mencionada la derecha no hubiese acudido a las elecciones, pues nadie va a una competencia sabiendo de antemano que va a perder. Es fácilmente verificable el hecho por tanto innegable, de que al comparar las elecciones presidenciales actuales con las anteriores, el aumento en la cantidad de ciudadanos que acudieron a votar se corresponde proporcionalmente con los índices históricos de crecimiento poblacional en nuestro país, esto sin mencionar la extrema flexibilidad legal que existe en el uso de la cédula para el voto en Nicaragua, siendo válidas para ejercerlo incluso, las que ya están vencidas. El carácter falaz de los señalamientos de la derecha en este sentido en contra del proceso electoral, quedó al descubierto cuando se comprobó que la inmensa mayoría de quienes se manifestaban en algunas ciudades del país reclamando sus cédulas, ya las tenían.
Fiabilidad y transparencia del proceso electoral
En lo que concierne al proceso electoral en sí, en primer lugar debe señalarse que con una diferencia superior a treinta puntos porcentuales en unas elecciones donde todos los contendientes tienen fiscales al menos en la gran mayoría de los lugares donde se ejerce el voto, es imposible que se proclame vencedor al que perdió y viceversa; lo cual fue, por cierto, claramente señalado por el Jefe de Misión de la Unión Europea al ser entrevistado poco después de saberse los resultados preliminares, ocasión en la cual agregaba dicho funcionario que por tal razón en estas elecciones, bajo ninguna circunstancia cabía el tan utilizado término de fraude.
En cuanto al porcentaje obtenido por el FSLN, que le otorga mayoría calificada en la Asamblea Nacional, tal circunstancia no se vería alterada ni aún en el caso de que se aceptaran como ciertos los señalamientos concretos de irregularidades (que son muy pocos, a diferencia de las quejas al aire de quienes han presentado esos señalamientos) hechos por quienes obtuvieron el segundo lugar tanto en la elección presidencial como en las parlamentarias; a pesar de que en ningún caso han presentado pruebas, y de que entre las poquísimas impugnaciones de Juntas Receptoras de Votos que hubo en estas elecciones, no fue impugnada casi ninguna de las Juntas por ellos señaladas (en buena parte de las cuales tuvieron fiscales para hacerlo).
Un argumento muy usado en contra del proceso electoral por los que quedaron en segundo lugar ha sido la ausencia de sus fiscales en algunas JRV, en todas las cuales sin embargo quedó claro, como consta en las correspondientes Actas de Constitución, que esos fiscales no se habían presentado a la hora en que se constituyó cada una de ellas, circunstancia en la cual las normas establecidas impiden su presencia durante el resto del proceso electoral, de lo cual a quien escribe le correspondió ser testigo junto a los acompañantes internacionales invitados por el FSLN.
Otro argumento contra el proceso electoral ha sido la entrega tardía de credenciales a los fiscales del PLI (el partido que quedó en segundo lugar), pero quienes usan este argumento no dicen que dicho partido cambió los nombres de miles de sus fiscales cuando ya las elecciones estaba a punto de realizarse, obligando con ello al Consejo Supremo Electoral a hacer esfuerzos extraordinarios, en un alarde de flexibilidad, para que los nuevos fiscales nombrados pudieran ser acreditados. En todo caso, esta situación no impidió que en la inmensa mayoría de JRV hubiera fiscales del partido en cuestión debidamente acreditados, razón por la cual no puede ser motivo para cuestionar los resultados electorales.
Por su parte, el informe de los organismos internacionales acompañantes del proceso no desmiente nada de lo dicho aquí, sino que por el contrario, confirma buena parte de lo ya planteado, independientemente de la manipulación mediática a través de la cual, cuando alguno de esos organismos afirma que no hubo fraude y que los resultados electorales oficialmente proclamados son confiables, pero a la par de ello señala lo que considera como irregularidades, los medios de la derecha usan esto último como titular de la noticia correspondiente, para dar la impresión al lector (que en muchos casos sólo lee los titulares) de que el organismo está calificando como fraudulento el proceso. Pero en todo caso, la legitimidad de las elecciones no proviene de organismo internacional alguno, sino de la participación popular, las autoridades competentes y la fiscalización de los partidos, cuya inconformidad genuina se manifiesta a través de las impugnaciones, que como ya se ha dicho fueron más escasas que nunca y por tanto, a todas luces insuficientes para considerar que el proceso electoral fue fraudulento o que sus resultados son dudosos.
El no reconocimiento de su derrota por parte del PLI ya estaba anunciado, pues recuérdese que para este partido el único resultado aceptable era su triunfo. Pero el no reconocimiento del resultado de las elecciones por el PLC resulta francamente ridículo, ya que al reclamar para sí el segundo lugar y adjudicar el tercero a los que quedaron en segundo (lo cual es ya de por sí descabellado debido a la diferencia abismal entre el 5.91% del PLC y el 31% del PLI), este partido está reconociendo tácitamente que el primer lugar corresponde al FSLN.
Por lo demás, sería verdaderamente extraño que además de haber fraude en las elecciones, todas las firmas encuestadoras se hubieran equivocado previamente de manera tal que sus resultados fueran confirmados por los de las elecciones fraudulentas, pues como sabe todo aquel que esté medianamente informado sobre estadística electoral, para que los resultados electorales confirmen los de las encuestas se hace una proyección de éstas en la cual el porcentaje electoral aumenta para todos los participantes en relación con el de las encuestas, aunque manteniendo las relaciones porcentuales entre los competidores; debido a que el porcentaje electoral no se refiere al total de la población votante – como sí lo es el respaldo a cada partido en las encuestas –, sino a los votos válidos que resultan de la diferencia entre el total de votos emitidos y los votos nulos, además de que siempre en las encuestas existe un margen de indecisos que disminuye (aunque no desaparezca en su totalidad) el día de la votación.
Significado histórico e impact
Estas son las primeras elecciones en las que el sandinismo se enfrenta desde el gobierno a la extrema derecha en condiciones de paz, por lo cual sus resultados demuestran la potencia revolucionaria de la conciencia popular en Nicaragua. Desde el punto de vista práctico, son dos las razones que permitieron al sandinismo alcanzar ese espectacular 62.46% en esta contienda electoral:
En 1989, a punto de realizarse las elecciones presidenciales del año siguiente, el entonces Ejército Popular Sandinista puso los tanques frente a la embajada norteamericana en Nicaragua como correcta respuesta al cerco militar que las tropas interventoras en Panamá habían tendido sobre la embajada nicaragüense en ese país. Esto hizo que el FSLN bajara verticalmente (es decir, casi de inmediato) diez puntos porcentuales en las encuestas, debido al miedo a una intervención directa de Estados Unidos en Nicaragua. Este porcentaje de la población votante en Nicaragua es el mismo que en tres elecciones presidenciales continuas con cinco años de intervalo entre ellas, se manifestó como esa parte del pueblo nicaragüense que prefería votar por el FSLN y no lo hacía porque su respaldo al sandinismo no era tanto como para pagar el costo de una confrontación con Estados Unidos, a diferencia del 40% con que siempre ha contado (puntos más o puntos menos) el FSLN en lo que los encuestadores llaman el voto cautivo, que es en este caso el porcentaje del pueblo cuya identificación con el sandinismo es tal, que vota por el FSLN aún a riesgo de una guerra y un bloqueo económico.
Aquel 10% que a pesar de simpatizar con el FSLN no votaba por él, sino incluso en su contra, lo hacía porque tenía miedo debido a la campaña de la derecha en que se presentaba el triunfo sandinista como la posibilidad de que volviera la guerra, el servicio militar y el bloqueo económico al país. Ese miedo desapareció al no suceder esto luego de que el FSLN volviera al gobierno en 2006 con un 38% debido a la división de la derecha. La desaparición de ese miedo significó, por tanto, en estas elecciones de 2011 un aumento de diez puntos porcentuales a favor del sandinismo, los mismos que no había logrado recuperar desde 1990. Los otros diez puntos en que aumentó aproximadamente el voto a favor del FSLN, provienen en parte de quienes sin haber simpatizado nunca antes con el sandinismo, esta vez votaron a su favor al haber sido beneficiados por la política social del actual gobierno revolucionario, o porque esperan serlo en el futuro, pero más que un voto en pago por un beneficio ya recibido o que se quiere recibir, esto debe asumirse éticamente como un reconocimiento a la preocupación por el pueblo que ha demostrado este gobierno en contraste con la indiferencia de los anteriores, pues parte de ese aumento porcentual nace del voto de quienes, sin haber sido beneficiados y sin esperar serlo porque sus condiciones de vida no son las peores, se suman a este reconocimiento porque han podido ver la mejoría en las condiciones de vida de mucha gente y decidieron dar su voto a favor de que esta mejoría llegue a una cantidad mayor de nicaragüenses.
Carlos Fonseca decía que los revolucionarios deben ser implacables en el combate y generosos en la victoria. La humildad, que también debe caracterizar a los revolucionarios, contribuye a esa generosidad. Esto no solamente es ético, sino inteligente desde el punto de vista político, pues aunque jurídicamente con la mayoría calificada obtenida en el Poder Legislativo el FSLN no está obligado a consensuar nada con nadie, políticamente es necesario hacerlo en aras de la estabilidad política que el país necesita para continuar avanzando en su transformación revolucionaria con la efectividad mostrada hasta ahora, y el primero en hacer ver esto ha sido nada menos que el propio Presidente reelecto y principal líder del sandinismo, Comandante Daniel Ortega.
Los militantes del FSLN no irán ahora a burlarse de los que no son sandinistas o de los activistas de los otros partidos, sino a compartir con todos sus vecinos, compañeros de trabajo y amigos, independientemente de su color político, la alegría de saber que el pueblo nicaragüense ha decidido en libertad y de que cuando se consolida la democracia, tal como ha ocurrido en Nicaragua con estas elecciones, los únicos perdedores son aquellos cuyos intereses se contradicen con los derechos de los demás, con el bien común y con la felicidad de todos.
Es necesario reconocer, además, que seguramente muchos nicaragüenses (que para efectos estadísticos estarían dentro del 10% aproximado de los votos sumados por la política social de los últimos cinco años) votaron por el FSLN aún estando en desacuerdo (equivocadamente o no) con algunas cosas que está haciendo el sandinismo desde el gobierno o con cosas que hace el FSLN como partido (o con la manera en que algunas cosas se hacen; pudiendo ser o no correctas esas cosas y/o la manera de hacerlas), pero que consideraron una mejor opción votar por un gobierno que ha demostrado su capacidad de mejorar la vida de mucha gente, que no hacerlo o peor aún, hacerlo por tendencias políticas que habiendo gobernado antes, no han demostrado lo mismo, ni la intención de lograrlo. El FSLN debe establecer formas de trabajo que le permitan una comunicación con estos ciudadanos, a través de la cual pueda compartir su mensaje siendo capaz no solamente de persuadir, sino de escuchar y asumir errores, pero también debe ser suficientemente autocrítico para identificar fallas no necesariamente señaladas por aquellos que puedan tener desacuerdos con ciertas cosas o con la manera en que se hacen, y que puedan estar causando errores que sí son considerados como tales por ellos, o incluso otros errores que pueda estar cometiendo el FSLN y que sólo éste se encuentre en condiciones de detectar.
Y para terminar, una breve anécdota. El suscrito fue enviado recientemente, en razón del cargo que desempeña dentro del FSLN, a una actividad política en Santiago de Chile. En esa actividad se encontraba la madre de un combatiente internacionalista caído en combate defendiendo la Revolución Sandinista durante la guerra de los ochenta en Nicaragua; una anciana chilena que desde entonces había caído en depresión y no salía de su casa, razón por la cual no se le veía ni siquiera en los actos donde se recordaba a su hijo, pero participó en la actividad mencionada y cuando supo de la agradable sorpresa que ocasionó su presencia entre quienes la conocían y por primera vez la veían paticipando en algo así, explicó que sólo ahora, al saber que los sandinistas habían recibido el apoyo mayoritario del pueblo nicaragüense, le había vuelto a encontrar sentido a la muerte de su hijo.
Carlos Fonseca Terán. Secretario Adjunto de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Pero cuando uno se refiere a ese despertar es importante aclarar que la pesadilla del dominio capitalista, sin contrapeso alguno aún está lejos de terminar. Si bien, la realidad demuestra que el sistema avanza hacia una crisis terminal, es fundamental no sacar cuentas alegres y apresuradas. El fin del capitalismo sólo será una feliz realidad si la humanidad asume una lucha conciente y colectiva, que sitúe en el centro la construcción de un modo de producción alternativo al actual, que reduce al ser humano y a la naturaleza a nivel de simple mercancía.
Avanzar en ese proceso en las últimas dos décadas ha sido infructuoso debido al inmovilismo y a la profunda dispersión de la izquierda. La caída de los socialismos reales y la tesis absurda del Fin de la Historia y las Ideologías, pregonada por el totalitarismo ideológico capitalista, generaron las condiciones para imponer un proceso expansivo de explotación y acumulación de riqueza sin precedentes. El nuevo orden impulsado por el imperialismo norteamericano, fue rápidamente aceptado por amplios sectores de la izquierda en el mundo, en algunos casos por una evidente debilidad ideológica y de principios, y en muchos otros, por simple oportunismo.
La ideología capitalista en su versión neoliberal, anunció en forma hipócrita el fin de las ideologías y caló hondo en la subjetividad de los pueblos. Los medios de comunicación en manos del imperialismo, impusieron a través de un bombardeo mediático continuo la idea falaz del neoliberalismo como única alternativa. El “cacareo” permanente de los agoreros del capital, las demostraciones de fuerza de Estados Unidos en Panamá, Afganistán e Irak y la progresiva descomposición política y social en los países socialistas que abrieron de par en par sus puertas al dogma neoliberal, sumieron a vastos sectores de la humanidad en una derrota de carácter subjetiva.
No obstante, ya en la década de los 90 comenzó a emerger de manera espontánea un movimiento de resistencia que expresó en diversas partes del mundo, su rechazo al proceso de globalización neoliberal impulsado por Estados Unidos y sus aliados. El clímax de esa resistencia se vivió en Argentina en 2001, producto de la grave crisis económica, política y social a la cual condujo el recetario económico del Fondo Monetario Internacional (FMI). Si bien, la rebelión popular tumbó consecutivamente a los gobiernos de Fernando De La Rúa y de Adolfo Rodríguez, el carácter espontáneo del movimiento y la falta de conducción política, impidieron que la furia contestataria de los descontentos se transformara en una fuerza capaz de liderar un proceso revolucionario.
Diez años más tarde, en el contexto de una nueva crisis del capitalismo que estalló en 2008 en Estados Unidos con la “burbuja” inmobiliaria, asistimos a una ola de protestas que expresan un rechazo visceral al sistema en Grecia, España, Francia, Inglaterra, Japón, Israel, Estados Unidos, Chile y recientemente en Colombia, los estudiantes también han salido a la calle a luchar contra la privatización y el lucro en la educación. La diferencia con el movimiento anti globalización de los noventa radica no sólo en el carácter masivo de las protestas de los “indignados”. Esta vez la crítica va dirigida a la estructura del modelo: lucro excesivo, creciente desigualdad social, aumento de la pobreza, concentración ilimitada de la riqueza, incremento de la explotación y deterioro ambiental progresivo, entre otros aspectos.
Sin embargo, la similitud con los movimientos anti globalización y con el proceso de Argentina en 2011, es preocupante. El carácter espontáneo y reactivo, la falta de conducción política y de un proyecto de construcción alternativo al capitalismo, son el talón de Aquiles de los indignados. La rabia y la indignación son claramente insuficientes para derrotar al capitalismo, porque jamás existirá tal derrota sin un proyecto y una fuerza política que permita construir una sociedad superior desde el punto de vista productivo y moral. Mientras en la lucha contra el sistema primen el espontaneísmo y visiones individualistas propias del anarquismo, el capitalismo sobrevivirá.
El caso chileno
En Chile, el movimiento estudiantil ha liderado y sentado las bases para un cambio estructural, que sin duda requiere de la participación activa del resto del pueblo, principalmente de los trabajadores, que deben asumir el rol histórico que les corresponde. Los estudiantes en su lucha contra el lucro y por una educación pública gratuita y de calidad, han apuntado al corazón de un modelo fracasado, que hace de la ganancia y la especulación un fin en sí mismo. La realidad es elocuente: el 70 por ciento de la población no cuenta con los medios para que sus hijos accedan a la educación superior. La salud digna y de calidad es un privilegio de la minoría y la previsión de los chilenos ha sido esquilmada por las Administradoras de Fondos de Pensiones ( AFP). Sólo entre abril y septiembre de 2011, dilapidaron $ 25 mil millones, asegurando para sí millonarias ganancias con el fruto del trabajo de los chilenos. Los ingresos escandalosos de la banca ($ 1.170 millones) y de las isapres ($ 45 mil millones) en el primer semestre de 2011, completan el cuadro de descomposición profunda del modelo de acumulación impuesto por el imperialismo en 1973, legitimado y administrado por La Concertación.
En este marco, el apoyo a las demandas estudiantiles ha sido masivo. Los chilenos comprenden progresivamente que no se trata de un problema de carácter sectorial. El lucro, la explotación y la especulación son consustanciales a un sistema fracasado que ya no resiste soluciones de parche. Los estudiantes tienen clara la profundidad y proyección que puede tener un movimiento, que a diferencia de otros procesos similares en el mundo, no es espontáneo. La dirigenta Camila Vallejos lo expresó claramente en Europa al señalar que “el movimiento estudiantil chileno no es espontáneo, sino un proceso largo basado en un análisis profundo de lo que sucede en Chile, de la injusticia, indicó. “Ahora, hay que mirar enfrente, construir una alternativa para el país y proyectar políticamente este movimiento, porque por primera vez, una demanda sectorial pasó a ser un movimiento social que incluye a muchos sectores”, concluyó.
Por ello, resulta central comprender que la derecha pinochetista y la Concertación, que en forma oportunista radicaliza sus posturas y hace denodados esfuerzos de último momento para subirse al carro del descontento popular, nada tienen que ofrecer al país. Son el águila bicéfala que gobernó el país los últimos 38 años, a través del genocidio, la traición, la apropiación indiscriminada de los recursos naturales de los chilenos y de una sumisión pusilánime a los intereses del imperialismo. Es de esperar, que los estudiantes profundicen el movimiento y efectivamente, junto a otros sectores sociales como los trabajadores, lo proyecten políticamente. Para lograrlo, deberán actuar con firmeza frente a las presiones del Partido Comunista que pretende bajar la intensidad del movimiento para negociar migajas electorales de corto plazo y continuar actuando en el marco de un sistema espurio.
Hoy es importante dar un salto cualitativo en la lucha. Pasar de la resistencia contestataria a la construcción de un proyecto socialista, que asuma el desafío de representar los intereses del pueblo, sin ambigüedades de ninguna índole. Una democracia popular de carácter participativa que nos permita avanzar en la nacionalización de los recursos natulares, empresas de servicios básicos y la banca. Es fundamental estatizar las Isapres y las AFPs, para terminar con el robo institucionalizado a millones de trabajadores chilenos. La Presidenta Cristina Kirchner estatizó las AFPs en Argentina, entre muchas otras medidas que contravienen el ideario neoliberal, y ha sido reelegida por abrumadora mayoría.
También es esencial realizar un cambio estructural en las fuerzas armadas y expulsar a los golpistas, a quienes participaron directa o indirectamente en violaciones a los derechos humanos. La misma suerte deben correr los miembros de Carabineros que reprimen de manera brutal las movilizaciones estudiantiles y del pueblo mapuche. Es fundamental eliminar la Doctrina de Seguridad Nacional impuesta por Estados Unidos durante la Guerra Fría, que organiza y prepara a los ejércitos latinoamericanos, entre ellos al chileno, para reprimir al pueblo y cautelar los intereses del imperialismo. El carácter de la seguridad nacional debe supeditarse directamente a los intereses del pueblo y de la región, donde los países hermanos avanzan en la construcción de una alternativa al neoliberalismo y hacia una integración plena.
Lo anterior, involucra necesariamente el fin de la constitución pinochetista y la redacción de una nueva carta fundamental que exprese y al mismo tiempo sea resultado de un cambio estructural real. Quienes pretenden modificar la constitución para luego cambiar la realidad, no comprenden que toda constitución es síntesis y expresión de los cambios materiales concretos que imponen las clases en pugna, organizadas como fuerzas políticas, en un determinado momento histórico. Esta imposición puede ser a través de elecciones o por la vía violenta. El imperialismo, de acuerdo a sus intereses, utiliza ambas de manera permanente con la destreza del mejor de los prestidigitadores.
Lo importante es entender que en Chile están dadas las condiciones para avanzar en la conformación de una fuerza de izquierda capaz de acometer los desafíos antes señalados. Para ello, es esencial contar con un proyecto político que aglutine a una mayoría amplia y perfilar un liderazgo que represente a quienes apostamos por construir una alternativa al capitalismo. Ello nos permitirá acumular fuerza y actuar en distintos ámbitos del quehacer político nacional, incluidas las elecciones presidenciales.
Si por el contrario, permanecemos aferrados a los límites estrechos de la lucha reivindicativa, apostando al logro de prebendas económicas específicas de carácter sectorial, prevalecerá el sistema aún en crisis. El individualismo instalado a nivel social - además del poder de fuego del imperialismo, que en plena crisis se prepara para la guerra - ha jugado un rol central en la reproducción del modelo. De la superación de ese individualismo consustancial al capitalismo, que hasta ahora también predomina en el accionar de la izquierda, dependerá la construcción de una alternativa.
Tal como planteó el Che a sus hijos, no hay que olvidar que lo importante es el proceso colectivo a construir y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada.
portalrodriguista.org/
“Habrá consecuencias económicas que no sólo pueden afectar a nuestra economía, sino también a la global”, afirmó Panetta.
El jefe del Pentágono hizo estas declaraciones tras llegar la víspera a la ciudad canadiense de Halifax (provincia de Nueva Escocia) para asistir a una cumbre sobre seguridad durante la que, según está previsto, celebrará un encuentro bilateral con el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak.
A principios de noviembre la prensa israelí y occidental informó que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, procura conseguir el respaldo de la mayoría de sus ministros clave a fin de llevar a cabo una operación militar contra Irán.
El 4 de noviembre pasado el presidente israelí, Simón Peres, declaró que el Estado judío opta más por una solución militar que por una diplomática al problema iraní.
El último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el programa nuclear iraní, cuyos fragmentos fueron divulgados por la prensa occidental el pasado 8 de noviembre, afirma que Teherán realizó hasta 2003 y podría continuar desarrollando actualmente actividades encaminadas al diseño de un arma nuclear.
Irán acusa al OIEA de identificar y poner en peligro a científicos iraníes
Irán acusó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de violar sus normas al identificar y poner en peligro la vida de científicos relacionados con el programa nuclear iraní, informó hoy la televisión iraní en inglés, PressTV.
Según la fuente, en una carta enviada al director general del OIEA, Yukiya Amano, el enviado de Irán en el Organismo, Ali Asghar Soltaniyeh, dice: “La difusión de los nombres de los científicos nucleares iraníes por el OIEA los convierte en objetivo de asesinato para grupos terroristas, así como para el régimen israelí y los servicios de inteligencia de EEUU”.
Según Soltaniyeh, la difusión de los nombres de los científicos iraníes viola la Carta del OIEA, así como los Acuerdos de Seguridad Mundiales.
En su escrito, enviado el pasado miércoles, el embajador de Irán ante el OIEA recalca que su país se reserva el derecho a tomar medidas por cualquier posible daño a las personas o propiedades derivado de este informe difundido por Amano.
Además, Soltaniyeh ha exigido a Amano que corrija partes de su informe y también le ha acusado de haber distribuido a personas que no debían recibirlo un escrito catalogado como de “difusión restringida”.
PressTV recuerda que varios científicos nucleares iraníes han sido asesinados desde 2007, entre ellos Masud Ali Mohamadi y Mayid Shahriari, y que otros han resultado heridos en atentados con explosivos.
El Ministerio de Inteligencia de Irán ha asegurado que los servicios de espionaje de Israel, Estados Unidos y el Reino Unido estuvieron implicados en esos atentados terroristas.
Irán ha repetido que su programa nuclear no tiene fines militares que descartan la fabricación de bombas atómicas, y que está dirigido exclusivamente a objetivos civiles, en especial la producción de energía y usos médicos.
En cualquier caso, Irán ha afirmado categóricamente que no abandonará su programa y su derecho a disponer de tecnología nuclear, que algunos países, con EEUU a la cabeza, consideran que tiene entre sus fines la construcción de bombas atómicas.
Israel podría atacar no solo objetivos militares iraníes, sino también civiles
Israel, a la hora de ejercer una posible operación militar contra las instalaciones nucleares en Irán, puede atacar no solo objetivos militares, sino también civiles, afirma el sitio web Daily Beast, citando a fuentes anónimas de los servicios secretos de EE.UU.
Según ellos, el plan elaborado podría incluir la utilización de armas de alta tecnología, capaces de cortar las comunicaciones inalámbricas y la electricidad en diferentes partes del país, y confundir a los radares y otras instalaciones electrónicas.
Además indicaron que Israel ya tuvo la posibilidad de ensayar armas de este tipo, cuando realizó una operación contra un supuesto centro de investigaciones nucleares en Siria. Entonces los aviones israelíes entraron en el territorio del país árabe y tras un golpe logró neutralizar los radares instalados allí, lo que aseguró el éxito del ataque.
Mientras tanto, el ministro de los Asuntos Estratégicos de Israel, Moshe Yaalon, declaró que la opción de la operación militar contra Irán es probable, y que el país debe ser capaz de prevenir la aparición de las armas nucleares iraníes con sus propias fuerzas. Sin embargo, opinó que antes de realizar una operación bélica, hay que probar de emplear todos los métodos pacíficos para resolver la cuestión.
(Con información de RIA Novosti, EFE y RT)
Traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español |
Los pocos miembros de la prensa que logramos atravesar las barreras policiales fuimos enviados al área asignada a los periodistas, al otro lado de la calle frente al Zuccotti Park. Cuando nuestras cámaras comenzaron a grabar, estacionaron dos autobuses delante para impedirnos ver lo que sucedía del otro lado. Mis compañeros y yo logramos pasar entre los autobuses e ingresar al parque tras atravesar una montaña de carpas desarmadas, toldos y sobres de dormir. La policía casi logra impedir que los medios vean la destrucción.
Entre una pila de cosas amontonadas vimos una biblioteca destrozada. Ya dentro del parque encontré un libro en el suelo. Tenía inscripta la sigla “OWSL” de Occupy Wall Street Library, también conocida como la Biblioteca del Pueblo, una de las principales instituciones que había surgido de la dinámica democrática del movimiento. Según los últimos datos de los que se tenía registro, la biblioteca contaba con un total de 5.000 libros recibidos a través de donaciones. El que encontré entre los escombros de la democracia que estaba siendo arrojada a la basura fue “Nueva visita a un mundo feliz”, de Aldous Huxley.
A medida que avanzaba la noche aumentaba la ironía de haber hallado el libro de Huxley. Lo escribió en 1958, casi 30 años después de su famosa novela distópica “Un mundo feliz”. La obra original describía una sociedad del futuro donde la gente estaba estratificada entre pudientes y desposeídos. A los habitantes del “mundo feliz” se les proporcionaba placer, distracción, publicidad y drogas intoxicantes para volverlos complacientes: un mundo de perfecto consumismo donde las clases bajas hacían todo el trabajo para la élite.
“Nueva visita a un mundo feliz” fue el ensayo de Huxley en respuesta a la velocidad en que observó que la sociedad moderna se dirigía hacia ese futuro desolador. Haberme topado con ese libro no podía ser más pertinente: el campamento, que había sido motivado en gran medida por la oposición a la supremacía del comercio y la globalización, estaba siendo destruido.
Huxley escribió en su libro: “La Gran Empresa, hecha posible por el avance de la tecnología y la consiguiente ruina de la Pequeña Empresa, suele ser gobernada por el Estado, es decir, por un reducido grupo de jefes de partido y los soldados, policías y funcionarios públicos que cumplen sus órdenes. Una democracia capitalista, como la de los Estados Unidos, suele ser gobernada por lo que el profesor C. Wright Mills ha llamado la Élite del Poder”. Y continúa: “Esta Élite del Poder procura directamente ocupación en sus fábricas, oficinas y comercios a varios millones de los trabajadores del país, domina a muchos millones más prestándoles dinero para la compra de lo que ella produce y, como dueña de los medios de comunicación en masa, influye en el pensar, el sentir y el obrar de virtualmente todo el mundo”.
Uno de los trabajadores voluntarios de la Biblioteca del Pueblo, Stephen Boyer, estaba allí cuando allanaron el parque. Tras evitar ser arrestado y brindar primeros auxilios a sus compañeros, escribió: “Destruyeron todo lo que trajimos al parque. Nuestra hermosa biblioteca fue destruida. Nuestra colección de 5.000 libros desapareció. Nuestra carpa, que fue una donación, también fue destruida al igual que todo el esfuerzo que hicimos para levantarla”.
Poco después, la oficina del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, publicó una foto de una mesa con algunos libros y afirmó que los libros fueron bien conservados. Mientras tanto, la Biblioteca del Pueblo escribía el siguiente mensaje en tweeter: “Estamos contentos de ver que algunos libros están en buen estado. Ahora bien, ¿dónde están el resto de los libros y nuestra carpa y nuestras cajas?”. La carpa había sido donada a la biblioteca por la ganadora del Premio Nacional del Libro y leyenda del rock Patti Smith.
Muchos otros sitios de protesta del movimiento Occupy en otras ciudades fueron allanados recientemente. La alcaldesa de Oakland, Jean Quan, confesó a la BBC que había participado en una conferencia telefónica junto a los alcaldes de otras 18 ciudades para hablar de la situación. Otro informe de prensa observó que el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional habían asesorado a las autoridades de las ciudades.
Un juez del estado de Nueva York falló el martes a favor del desalojo y dictaminó que los manifestantes no pueden regresar al Parque Zuccotti ni con sus sobres de dormir ni con sus carpas. Tras el fallo, un abogado constitucionalista me envió un mensaje de texto que decía: “Solo recuerda: el movimiento está en las calles. Los tribunales siempre son el último recurso”. O como canta Patti Smith: “El pueblo tiene el poder”