El canciller
Elías Jaua ratificó hoy que Venezuela denunciará ante la Unión de
Naciones Suramericanas (Unasur) las pretensiones de sectores violentos
en el país, auspiciados por la ultraderecha local, para intentar
socavar las instituciones y romper el orden constitucional.
En una entrevista con la emisora privada caraqueña Unión Radio, el
canciller Jaua destacó que Venezuela revisa junto a los países miembros
de la Unasur las agendas de los presidentes y cancilleres para definir
la fecha del encuentro.
Denunció las acciones vandálicas de esos "grupos violentos que, sin
duda, alguna cuentan con apoyo de algunos sectores extranjeros, de
Estados Unidos y países de América Latina, como el caso del Gobierno de
Panamá".
Recalcó que esos actos de violencia tienen como único fin arrebatar el
poder al pueblo, que ha visto reivindicados sus derechos gracias a las
políticas de la Revolución Bolivariana en los últimos 15 años.
Jaua comentó que los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) ya
fueron notificados sobre la situación de violencia promovida por la
ultraderecha, y sólo falta el conjunto de países de la Unasur.
"Vamos a solicitar apoyo con Venezuela que, como país soberano,
requiere en función de lograr restituir plenamente su estabilidad
política y democrática como lo estamos haciendo", indicó sobre las
nuevas pretensiones estadounidenses de dañar el proceso de unión
latinoamericana y caribeña.
El país "está enfrentado una situación que no está referida a protestas
pacíficas, sino a protestas violentas (...). Han habido grupos armados
enfrentado a los cuerpos de seguridad”, que han afectado a ciudadanos
“trancando las vías durante dos semanas, negándole el derecho a la
salud, al trabajo, a la educación”.
Además, estas acciones han dejado 19 muertos y cientos de heridos en el
país.
Las denuncias han sido presentadas ante el Consejo de Derechos Humanos
y la Secretaría de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y el Mercosur.
Ante esos organismos Venezuela reiteró “los principios y valores que
guían al Gobierno Bolivariano en materia de respeto a los derechos
humanos y a las garantías del pueblo para ejercer plenamente todos sus
derechos”.
“Venezuela está enfrentado esa situación y es deber de un Estado
restituir el orden con el uso proporcional y diferenciado de la fuerza,
como lo hemos realizado”, enfatizó.
Los titulares del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay, y
de la secretaría general de la ONU, Ban Ki-moon, “nos exhortaron a que
el Estado venezolano actúe garantizando plenamente el debido proceso,
la investigación imparcial, y es lo que estamos comprometidos siempre a
hacer y es lo que estamos haciendo”.
Recordó que “los responsables de los hechos violentos, de los
homicidios, incluyendo funcionarios policiales que actuaron ilegalmente
en su momento, están a la orden de los tribunales”.
Indicó que en ningún caso hubo solicitud formal, por parte de algún
organismo, de abrir en estas instancias alguna averiguación sobre estos
hechos que acontecen en Venezuela.
El Canciller también expresó que la opositora Mesa de la Unidad (MUD)
legitima día tras día el vandalismo, y recordó que ayer miércoles la
MUD dejó ver que apoya la acción de grupos armados y violentos en el
país, en sectores focalizados en los que sus alcaldes pertenecen
justamente a la MUD.
"Si faltaba algo para saber de la coordinación entre factores de la
oposición y el Gobierno de Panamá hay que ver el comunicado inmediato y
vergonzoso, con una falta de seriedad absoluta, de la llamada MUD, para
solidarizarse con este Gobierno injerencista e intervencionista de
Panamá. Ellos buscan legitimar a los grupos violentos, porque no hay
una ruptura clara de los miembros de la MUD con los que generan la
violencia", denunció.
En ese sentido, manifestó que en la vida política se deben tomar
decisiones y se debe mantener una sola práctica.
"O se ejerce la violencia o la vía pacífica, es decir, el camino
democrático pacífico... Eso es lo que tiene que decirle al país la
dirigencia de la MUD. Si ellos apuestan al juego democrático o juegan a
las dos aguas. Si juegan a las dos aguas, están siendo desleales ante
su propia gente y son responsables ante lo que pueda pasar en Venezuela
producto de la violencia desatada por sectores", acotó.
Consideró deplorable que la MUD se solidarice con la injerencia del
Gobierno de Panamá en Venezuela -que intenta equiparar las acciones de
bandas armadas con el Gobierno Nacional para solicitar una intervención
militar extranjera en Venezuela-, que "sin duda deja ver que la MUD
apoya estas acciones vandálicas".
"Es clara la intención de legitimar a los grupos violentos que hacen
vandalismo cuando se exhorta a equiparar al Gobierno democrático,
legítimo, de Venezuela, con los grupos que están ejerciendo la
violencia. Sin duda alguna que hay un desconocimiento de la
institucionalidad democrática en Venezuela", expresó.
El Gobierno de Venezuela "no puede ser equiparado a las bandas armadas
que en este momento mantienen sometidas a decenas de familias en sus
urbanizaciones, o que están enfrentando con armas a los cuerpos de
seguridad del Estado, que están destruyendo bienes públicos, sistemas
de transporte, oficinas públicas, de manera que el Gobierno de Panamá
tiene una clara intención de pretender hacer ver en el seno de la
Organización de Estados Americanos (OEA), por instrucciones del
Gobierno de Estados Unidos, que en Venezuela hay un Estado fallido, que
se perdió la institucionalidad democrática y por tanto hay dos bandas
enfrentándose".
"Aquí no hay dos bandas enfrentándose: Hay un pueblo que quiere la paz
con instituciones democráticas firmes, sólidas, y en plena vigencia, y
un grupo de violentos que ha sido preparado y que está ejerciendo el
terror contra centenares de familias, y frente a eso hay un Estado que
está obligado por la Constitución a actuar, en estricto apego a los
derechos humanos, con el uso progresivo y diferenciado de la fuerza",
acotó.
El Estado, como principal garante de los derechos humanos de cada uno
de los ciudadanos que residen en el país, por ningún motivo puede dejar
"a merced de unos grupos enloquecidos, entrenados y preparados para
ejercer violencia, que intentan provocar una fractura civil en la
sociedad venezolana, que asesinen, destruyan y que sometan a familias
enteras al terror y a la angustia".
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