¿Por qué a los españoles, tan
justificadamente cabreados con la clase política, los banqueros y la policía,
parecen no importarles los privilegios del futbol en plena crísis económica?
Tanto es así que muchos de los que un día salen a la calle protestando contra
la casta política o frente a la impunidad de la mafia bancaria, al día
siguiente se sienten orgullosos de ser españoles por los triunfos de su equipo
de futbol o los de la selección nacional.
En realidad, y como sucede
también con otras cosas como la religión o la televisión, el futbol forma parte
de lo que Marx y Engels llamaban "el opio del pueblo", y ya se sabe
que protestar contra lo que hacen los demás es muy fácil, pero centrar las críticas
en las debilidades y complicidades de uno mismo, ya es pasar a mayores, y solo
apto para valientes sin adicciones.
La verdad es que en plena ola de recortes,
el mundo del futbol vive en un bunker cerrado a la realidad económica, como
demuestra el 6º Informe anual sobre la situación económica y financiera de la
liga de las Estrellas, presentado por el profesor de Económica de la Universidad de
Barcelona José María Gay de Liébana.
Según el citado informe, los 20 clubes de Primera División sumaron en total
una deuda de 577 millones de euros con las Administraciones Públicas en la
temporada 2011/12. De esta cifra, 77 millones corresponden a impuestos
diferidos y el resto a deudas con otras administraciones (principalmente
Seguridad Social). El Atlético de Madrid es el que lidera el ranking de impagos
al Estado con una deuda de 179 millones de euros, seguido del RCD Espanyol (52
millones) y el FC Barcelona (47 millones). Claro que estos no han tenido la
suerte del Real Madrid de tener un presidente muy amigo de los fachas que
controlan la comunidad y la ciudad de Madrid, y que han hecho todo lo posible
para recalificar terrenos ilegalmente y llenar las arcas del equipo con dinero
público.
"El fútbol está muy endeudado, las inversiones de la Liga aumentan mientras que
los recursos propios no crecen a la misma velocidad" precisó Liébana,
quien detalló que los clubes acumulan una deuda total de 3.335 millones de
euros. Esta cifra representa una disminución del 4,1 por ciento respecto a la
acumulada en la temporada anterior. Según Liébana, "esta mejora se debe a
la reducción de la deuda del FC Barcelona, a que el Villarreal ha capitalizado
la deuda y a las quitas de los concursos de acreedores de clubes como el
Mallorca y el Zaragoza".
Tal y como detalla el informe, la inversión de los clubes se financia
"mal", ya que su patrimonio neto tan sólo representa el 9,1 por
ciento (332 millones de euros). Uno de los principales problemas de los clubes
es la descompensación a corto plazo ya que acumulan una deuda que deben pagar
en menos de un año de 2.067 millones.
El salario de los futbolistas es la mayor partida de gasto de los clubes
"de cada 100 euros de ingresos, se destinan 77 a los costes
laborales". Algunos ejemplos que se pueden extraer del estudio son el
Málaga, que de cada 100 euros que ingresa gasta más del doble (220 euros) tan
sólo en personal.
Una realidad que contrasta con lo que sucede con el resto de los
trabajadores españoles, ante los que la
patronal (CEOE) y los gobiernos del PP, PSOE y aliados, no cesan de
afirmar que suponen gastos laborales demasiado altos y que hay que reducirlos
sea como sea.
Pero, como hemos dicho, el futbol tiene una gran importancia política que
hace que se trate a sus trabajadores, los futbolistas, y a sus dirigentes, los
mafiosos que los controlan, de forma especial, pues sin ellos sería mucho más difícil
mantener al ganado que hoy es la mayor parte de la clase obrera española en su
redil, y las victorias de la selección o de los grandes equipos españoles
facilitan, sin duda, que el galopante desempleo, las constantes agresiones
contra las conquistas sociales y laborales, los continuas revelaciones de
corrupción, o los constantes desahucios a trabajadores por parte de las mafias inmobiliarias
y bancarias, no sean para tanto ante la experiencia de sentir ese subidón de
ganar la liga o la Champion League,
esa sensación indescriptible y alienante del famoso y vergonzante "yo soy
español, español, español" (una especie de versión moderna de aquel falso patriotismo con el que, al grito de
"
!vivan las caenas!" y "!Viva el criminal Fernando VII!", se movilizara a los esclavizados españoles ante las perspectivas de modernización que
parecían venir la de la mano de los soldados franceses de Napoleón).
fte.