No se necesita ser filósofo,
economista o político para darnos cuenta que el sistema capitalista agoniza por
todos lados y que aún con
todos los adornos que le quieran o puedan poner los que viven de ello, el capitalismo
ha entrado en una crisis irreversible e insostenible.
La caída de Sarkozy en Francia
son una muestra de esta crisis, crisis que se extiende por toda Europa y Norte América,
más acentuada en España, Portugal, Italia, Grecia e Irlanda sin posibilidades de encontrar soluciones posibles
ya que no existen sin el enfrentamiento de las clases antagónicas que traigan
como resultado el cambio de sistema.
No es una utopía, en una realidad
“…Al llegar a una determinada fase de desarrollo,
las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con
las relaciones de producción existentes...y se abre así una época de revolución
social.” Karl Marx.
Ese es el momento que vivimos, la crisis es
contestada con mayores abusos de poder imperialista, con mayor aventurerismo,
con guerras de rapiña de las cuales el imperialismo está saliendo derrotado por
todos lados y por otro lado, son crisis que ellos mismos crean para seguirse
robando el sudor obrero campesino en término de productos terminados y la gula
por apoderarse de los recursos naturales de la tierra.
Si analizamos
el tablero imperialista nos damos cuenta que trata de mover piezas en el Medio Oriente
y en Latinoamérica, pero las condiciones son muy diferentes por ejemplo, al
momento cuando invadieron Irak y Afganistán, guerras que por supuesto ha perdido.
Otro movimiento fallido es la primavera árabe, empantanándose
en Siria y perdiendo la guerra en Libia
aun sin Gadafi, sin embargo; ante la desesperación una tercera guerra mundial es otra opción imperialista que por supuesto
seria la tumba no solo del sistema sino de muchas naciones participantes.
El cambio de gobierno en Francia va a fortalecer a
los movimientos democráticos de la tierra y bien pueda ser el principio del fin
de los gobiernos derechistas europeos.
Latinoamérica que fue el tradicional patio trasero
del imperialismo, ha dejado de serlo desde hace ratos y nuevas organizaciones
nacen que no sólo desafían al imperialismo, sino que lo arrinconan. La OEA ha dejado de ser y será casi imposible
celebrar otra cumbre de los países americanos, pero es muy seguro que tendremos
un buen numero de cumbre Latinoamericanas y del Caribe sin los Estados Unidos y
Canadá.
El momento actual nos hace recordar los tiempos de
la política criminal de Kissinger en Viet Nam todo lo que vuela contra todo lo
que se mueve que no es en nada diferente a la táctica genocida empleada en EL
Salvador, Scorched Earth.
El presidente
ecuatoriano Correa expresa que no es solo una "época de cambios, sino un cambio de época" lo que está
sucediendo en el mundo y si el mundo nunca digirió la invasión a Irak aduciendo
la presencia de armas de destrucción
masiva, tampoco puede digerir los ataques descarados a Libia, Siria y las
supuestas capacidades nucleares de Irán para un futuro ataque y es mas se están
metiendo en una geografía donde los interés chinos y rusos son tan valiosos
como para permitir una aventura mas de un imperio debilitado a tal grado que ni
el poder adquisitivo de su moneda es confiable a lo largo de la tierra.
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