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RONALD MUÑOZ / CIUDAD CCS – Tal como este servidor lo
pronosticara en artículos anteriores, la supuesta unidad de la derecha
venezolana se ha implosionado –y posiblemente se implosione mucho mas–
ante la cercanía de las elecciones municipales.
Antonio Ecarri y el MAS se unen a la ya larga lista de la que forman parte William Ojeda, Ricardo Sánchez, Carlos Vargas, Hernán Núñez, Willian Méndez y el “Cura” Calderón como desertores de la plataforma política autodenominada “Mesa de la Unidad”.
Lo cierto es que esa mesa de unidad no tiene nada, y la verdad es que nunca tuvo, bien ingenuo el que piensa que en la MUD predomina un espíritu unitario. No puede haber tal cosa porque el único objetivo de la MUD es acabar con el chavismo, más allá de eso cada agrupación partícipe de esa plataforma tiene su propia visión y sus objetivos… pero la MUD no impulsa los intereses de todas esas organizaciones que hacen vida ahí, sino solo los intereses de las organizaciones políticas que controlan las dos grandes tendencias: Acción Democrática por un lado y Primero Justicia por el otro, resultando ganador en los últimos tiempos el poder económico de Primero Justicia sobre la experiencia política de los adecos. Fuera de estos, siguen en importancia Copei y Un Nuevo Tiempo, todo lo demás prácticamente queda por fuera en las tomas de decisiones de la plataforma derechista, de esta forma lo han denunciado otros partidos como el MAS, que harto de la exclusión ha decidido retirarse.
CAPRILES Y PJ ANDAN INFLADOS
La razón principal de la ruptura que comienza a producirse en la MUD es la soberbia de Capriles y su partido Primero Justicia.
Por un lado, Capriles muy erróneamente comienza a tomar aires de grandeza asumiendo posiciones que realmente no le corresponden. Ante las críticas del MAS, el excandidato de la MUD sin el menor reparo declaró “que les vaya bien”. Y con el mayor cinismo le ha pedido a Ecarri que “acepte su derrota” de tan solo 300 votos, según la Comisión Electoral de la MUD, cuando el propio Capriles desconoce al Gobierno Nacional luego de perder por más de 200 mil votos.
Creyéndose así mismo el Chávez de su época de mayor apogeo, cuando ganaba por 20 puntos de diferencia todas los comicios electorales, Capriles piensa que los 7 millones de votos son solo suyos como “líder”, despreciando ahora a factores minoritarios de la derecha venezolana. Nada más alejado de la realidad: más que méritos suyos, el aumento de la votación de la derecha se debe a la situación económica provocada por un golpe económico transnacional que este gobierno en principio no estaba preparado para soportar, pero cuyo peligro ha advertido, y comienza a combatir profundizando las heredadas políticas de desarrollo que dejó el Comandante Chávez. Si estas políticas gubernamentales tienen efecto y logran revertir la inflación y generar desarrollo y bienestar económico, gran parte de esos 7 millones –que en buena medida es voto chavista descontento– perderá el interés por discurso político de Capriles, un discurso que ante su evidente analfabetismo político, se centra única y exclusivamente en las necesidades concretas no satisfechas de la población.
Al igual que Capriles, en Primero Justicia, su partido, andan crecidos. Pero a diferencia de este, Primero Justicia sí ha venido consolidándose como el partido de mayor crecimiento en la MUD. Aunque su crecimiento ha estado limitado solo a los grandes conglomerados urbanos y predominantemente en sectores de la denominada “clase media”.
EL FINAL DE UN NUEVO TIEMPO
Como suele pasar con los partidos coyunturales sin una ideología claramente definida, Un Nuevo Tiempo se prepara para culminar su ciclo de existencia.
Surgido como una escisión regional de Acción Democrática específicamente en el estado Zulia, UNT nace conformado por puros militantes emigrados de AD.
Tuvo una época de esplendor y crecimiento dentro de la derecha venezolana, caracterizado por nuevos ingresos al partido y un intento importante de crecimiento a nivel nacional, apuntalado por la ventaja de tener en sus filas al candidato presidencial antichavista y controlar una de las más importantes gobernaciones del país.
En ese proceso de migraciones internas dentro de la oposición, sostenido por la falta de convicciones ideológicas de una derecha que solo tiene como objetivo exterminar al chavismo, nuevas incorporaciones de importancia llegaron a UNT. Tal es el caso de Ricardo Sánchez, Delsa Solórzano, William Ojeda y Gerardo Blyde, entre otros.
La debacle comenzó con la huida de Manuel Rosales al Perú, la llegada de Eveling Trejo de Rosales a la Alcaldía de Maracaibo y la elección de Pablo Pérez como gobernador del Zulia. Y es que de Manuel Rosales se puede decir lo que sea, pero la verdad es que su gestión como gobernador no fue mala, y eso sí reconocían los zulianos. Para la época, Di Martino como alcalde de Maracaibo y Rosales como gobernador, mantuvieron una competencia en positivo que benefició al pueblo marabino y zuliano en general, porque se tradujo en obras concretas.
Muy lejos de eso, Eveling Trejo en lugar de hacer una buena gestión se dedicó a viajar continuamente al Perú, abandonando frecuentemente las funciones para las que fue electa. Por su parte Pablo Pérez se dedicó a traicionar a Rosales, trabajando para hacerse con el control de partido que este fundara, y terminar de estrellarse luego compitiendo por una candidatura a la Presidencia: el resultado fue quedarse sin el chivo y sin el mecate, muy ingenuo Pablo Pérez que creyó en una supuesta competencia sana de unas elecciones primarias cuyos resultados estaban definidos desde mucho antes por quienes controlan el poder económico dentro y fuera de este país.
Por denunciar la trampa y la exclusión de Primero Justicia dentro de la MUD, en UNT botaron nada más y nada menos que a su vicepresidente William Ojeda y al subjefe de su fracción parlamentaria Ricardo Sánchez, con lo cual perdieron buena parte de su peso político. Eso, sumado a la pérdida de la Gobernación del Zulia y a una inminente pérdida de la Alcaldía de Maracaibo dejan firmada la sentencia de muerte de UNT, partido que abriga sus últimas esperanzas de supervivencia en la Alcaldía del Hatillo para la cual postulan a una Delsa Solórzano que, pese a la proyección mediática que le dan, carece de las virtudes necesarias para el desempeño de la dirigencia política y como ya es costumbre, marcha nuevamente a llegar detrás de la ambulancia, cosa que ya le ha sucedido en el Hatillo… Cuando eso ocurra UNT será solo un nombre sostenido por unos cuantos diputados en la AN, diputados que lo serán solo hasta que termine este período. Lo que quede de sus liderazgos de relevancia como el caso de Alfonso Marquina, posiblemente termine migrando a otro nuevo partido o tal vez, regresándose para Acción Democrática.
EL FRAUDE DE LAS PRIMARIAS
Y si precisamente buena parte de la debacle de UNT se debe a las expulsiones de dirigentes por denunciar a Primero Justicia, el reciente pronunciamiento de Antonio Ecarri ahora les da la razón.
De lo más grave que dice Ecarri, es que le robaron las primarias y que él ganó por más de 900 votos. Si a esto sumamos la denuncia de William Ojeda en Sucre, tenemos dos denuncias de fraude solamente en Caracas, y existen más denuncias en el interior, denuncias que apuntan a la propia candidatura presidencial de Capriles, se trata del máximo irrespeto por sus propios seguidores, a quienes les hicieron creer que iban a una elección y los hicieron partícipes de un fraude.
Antonio Ecarri y el MAS se unen a la ya larga lista de la que forman parte William Ojeda, Ricardo Sánchez, Carlos Vargas, Hernán Núñez, Willian Méndez y el “Cura” Calderón como desertores de la plataforma política autodenominada “Mesa de la Unidad”.
Lo cierto es que esa mesa de unidad no tiene nada, y la verdad es que nunca tuvo, bien ingenuo el que piensa que en la MUD predomina un espíritu unitario. No puede haber tal cosa porque el único objetivo de la MUD es acabar con el chavismo, más allá de eso cada agrupación partícipe de esa plataforma tiene su propia visión y sus objetivos… pero la MUD no impulsa los intereses de todas esas organizaciones que hacen vida ahí, sino solo los intereses de las organizaciones políticas que controlan las dos grandes tendencias: Acción Democrática por un lado y Primero Justicia por el otro, resultando ganador en los últimos tiempos el poder económico de Primero Justicia sobre la experiencia política de los adecos. Fuera de estos, siguen en importancia Copei y Un Nuevo Tiempo, todo lo demás prácticamente queda por fuera en las tomas de decisiones de la plataforma derechista, de esta forma lo han denunciado otros partidos como el MAS, que harto de la exclusión ha decidido retirarse.
CAPRILES Y PJ ANDAN INFLADOS
La razón principal de la ruptura que comienza a producirse en la MUD es la soberbia de Capriles y su partido Primero Justicia.
Por un lado, Capriles muy erróneamente comienza a tomar aires de grandeza asumiendo posiciones que realmente no le corresponden. Ante las críticas del MAS, el excandidato de la MUD sin el menor reparo declaró “que les vaya bien”. Y con el mayor cinismo le ha pedido a Ecarri que “acepte su derrota” de tan solo 300 votos, según la Comisión Electoral de la MUD, cuando el propio Capriles desconoce al Gobierno Nacional luego de perder por más de 200 mil votos.
Creyéndose así mismo el Chávez de su época de mayor apogeo, cuando ganaba por 20 puntos de diferencia todas los comicios electorales, Capriles piensa que los 7 millones de votos son solo suyos como “líder”, despreciando ahora a factores minoritarios de la derecha venezolana. Nada más alejado de la realidad: más que méritos suyos, el aumento de la votación de la derecha se debe a la situación económica provocada por un golpe económico transnacional que este gobierno en principio no estaba preparado para soportar, pero cuyo peligro ha advertido, y comienza a combatir profundizando las heredadas políticas de desarrollo que dejó el Comandante Chávez. Si estas políticas gubernamentales tienen efecto y logran revertir la inflación y generar desarrollo y bienestar económico, gran parte de esos 7 millones –que en buena medida es voto chavista descontento– perderá el interés por discurso político de Capriles, un discurso que ante su evidente analfabetismo político, se centra única y exclusivamente en las necesidades concretas no satisfechas de la población.
Al igual que Capriles, en Primero Justicia, su partido, andan crecidos. Pero a diferencia de este, Primero Justicia sí ha venido consolidándose como el partido de mayor crecimiento en la MUD. Aunque su crecimiento ha estado limitado solo a los grandes conglomerados urbanos y predominantemente en sectores de la denominada “clase media”.
EL FINAL DE UN NUEVO TIEMPO
Como suele pasar con los partidos coyunturales sin una ideología claramente definida, Un Nuevo Tiempo se prepara para culminar su ciclo de existencia.
Surgido como una escisión regional de Acción Democrática específicamente en el estado Zulia, UNT nace conformado por puros militantes emigrados de AD.
Tuvo una época de esplendor y crecimiento dentro de la derecha venezolana, caracterizado por nuevos ingresos al partido y un intento importante de crecimiento a nivel nacional, apuntalado por la ventaja de tener en sus filas al candidato presidencial antichavista y controlar una de las más importantes gobernaciones del país.
En ese proceso de migraciones internas dentro de la oposición, sostenido por la falta de convicciones ideológicas de una derecha que solo tiene como objetivo exterminar al chavismo, nuevas incorporaciones de importancia llegaron a UNT. Tal es el caso de Ricardo Sánchez, Delsa Solórzano, William Ojeda y Gerardo Blyde, entre otros.
La debacle comenzó con la huida de Manuel Rosales al Perú, la llegada de Eveling Trejo de Rosales a la Alcaldía de Maracaibo y la elección de Pablo Pérez como gobernador del Zulia. Y es que de Manuel Rosales se puede decir lo que sea, pero la verdad es que su gestión como gobernador no fue mala, y eso sí reconocían los zulianos. Para la época, Di Martino como alcalde de Maracaibo y Rosales como gobernador, mantuvieron una competencia en positivo que benefició al pueblo marabino y zuliano en general, porque se tradujo en obras concretas.
Muy lejos de eso, Eveling Trejo en lugar de hacer una buena gestión se dedicó a viajar continuamente al Perú, abandonando frecuentemente las funciones para las que fue electa. Por su parte Pablo Pérez se dedicó a traicionar a Rosales, trabajando para hacerse con el control de partido que este fundara, y terminar de estrellarse luego compitiendo por una candidatura a la Presidencia: el resultado fue quedarse sin el chivo y sin el mecate, muy ingenuo Pablo Pérez que creyó en una supuesta competencia sana de unas elecciones primarias cuyos resultados estaban definidos desde mucho antes por quienes controlan el poder económico dentro y fuera de este país.
Por denunciar la trampa y la exclusión de Primero Justicia dentro de la MUD, en UNT botaron nada más y nada menos que a su vicepresidente William Ojeda y al subjefe de su fracción parlamentaria Ricardo Sánchez, con lo cual perdieron buena parte de su peso político. Eso, sumado a la pérdida de la Gobernación del Zulia y a una inminente pérdida de la Alcaldía de Maracaibo dejan firmada la sentencia de muerte de UNT, partido que abriga sus últimas esperanzas de supervivencia en la Alcaldía del Hatillo para la cual postulan a una Delsa Solórzano que, pese a la proyección mediática que le dan, carece de las virtudes necesarias para el desempeño de la dirigencia política y como ya es costumbre, marcha nuevamente a llegar detrás de la ambulancia, cosa que ya le ha sucedido en el Hatillo… Cuando eso ocurra UNT será solo un nombre sostenido por unos cuantos diputados en la AN, diputados que lo serán solo hasta que termine este período. Lo que quede de sus liderazgos de relevancia como el caso de Alfonso Marquina, posiblemente termine migrando a otro nuevo partido o tal vez, regresándose para Acción Democrática.
EL FRAUDE DE LAS PRIMARIAS
Y si precisamente buena parte de la debacle de UNT se debe a las expulsiones de dirigentes por denunciar a Primero Justicia, el reciente pronunciamiento de Antonio Ecarri ahora les da la razón.
De lo más grave que dice Ecarri, es que le robaron las primarias y que él ganó por más de 900 votos. Si a esto sumamos la denuncia de William Ojeda en Sucre, tenemos dos denuncias de fraude solamente en Caracas, y existen más denuncias en el interior, denuncias que apuntan a la propia candidatura presidencial de Capriles, se trata del máximo irrespeto por sus propios seguidores, a quienes les hicieron creer que iban a una elección y los hicieron partícipes de un fraude.
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