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La legitimidad de Mursi y su agrupación política, religiosa y cultural, la Hermandad Musulmana, desde el vamos estaba puesta en entredicho (por usar una palabra suave), pues lo consagraron dos vueltas electorales en las que apenas en la segunda la participación del padrón pasó con monedas el cincuenta por ciento. Apenas si pudo ganarle al candidato liberal Ahmed Shafiq, ex primer ministro de la era Mubarak. Desde el vamos, el clivaje que imponía la nueva forma política egipcia excluía a la inmensa mayoría del pueblo, aunque algunos hubieran preferido votar mintiéndose a sí mismos con que podían realmente decidir el futuro de su país. La susodicha mentira viene desde arriba y nos la han impuesto a los de abajo en una receta que no se diferencia mucho en la mayoría de los estados capitalistas.
El fracaso del primer gobierno "democrático" surgido del golpe palaciego de 2011 contra Hosni Mubarak, muestra la fragilidad de la propuesta del Islam político, de la religión contra los asuntos de la vida económica, política, social, que ha sido rechazada por la población. No por nada también el nivel de vida se había deteriorado sobremanera, mientras los derechos civiles se veían horadados por una Constitución pre-teocrática que había sido sancionada en 2012, con el aval, parece mentira, del 35% del padrón inscripto. El debilitamiento de la versión árabe de la "democracia cristiana" tiene como eje a la experiencia egipcia y al actual gobierno islamista de Túnez, pero se inscribe también con las protestas y las barricadas en Turquía ante la dictadura de Recep Tayyip Erdogan, el más viejo de estos ensabanados administradores que pueden lucir muy elegantes y estadistas con los yanquis y los europeos, al tiempo que aplastan con un mazazo a los trabajadores en sus países.
Cabe señalar que las FF.AA. han dado el golpe de estado, haciendo caso omiso de las amenazas previas de Estados Unidos de retirarle los 1500 millones de dólares que brinda como ayuda económica a Egipto cada año. Barack Obama, el presidente yanqui, ya se ha mostrado muy preocupado por la suerte que corre el borrego Mohammed Mursi, quien ha sabido acatar las directivas de Washington con su apoyo diplomático y económico a la oposición terrorista siria, beneficiando a al-Qaeda.
Adly Mansur, hasta ayer presidente de la Corte Suprema Constitucional, ha sido nombrado jefe de estado interino tras el anuncio hecho por el Ministro de Defensa Abdel Fatah al-Sisi. El depuesto mandatario ha sido puesto bajo arresto, confirmado por fuentes oficiales de la Hermandad Musulmana. Se desarrolla la detención de centenares de cuadros encumbrados de la ex agrupación oficialista. Festejos en la Plaza Tahrir del pueblo por la intervención de los militares. El golpe no puede ser interpretado como un fortalecimiento cierto de las opciones populares (Mohammed El-Baradei, el burócrata imperialista de la ONU en el programa nuclear surge como el líder de la oposición laica, socialdemócrata, progre) , aunque sea indudable que esta vez fue la inmensa mayoría de los egipcios quienes pusieron contra las cuerdas a un gobierno ilegítimo ya a todas luces. Los uniformados han puesto "orden", quieren evitar que el movimiento de masas los sobrepasara a ellos mismos. Se muestran, como en los dieciséis meses de interinato militar del Mariscal Hussein Tantaui en 2011-2012, "por encima" de la sociedad. Como el Estado mismo.
Publicado 3rd July por Enmerkar de Uruk
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