La delincuencia, arma de doble filo de la derecha

La delincuencia común es una de las malas herencias que dejó Arena en sus 20 anos de gobierno, siendo encubierta o descubierta exageradamente por los medios de la derecha, dependiendo de su utilidad para hacer negocio o hacer política. Con el nuevo gobierno, el tema le está sirviendo a la derecha para hacer política.

LA DELINCUENCIA COMO NEGOCIO.

Antes, los ladrones operaban de forma individual y raras veces agredían a la gente. Eran hábiles carteristas del "dos de bastos" que te sacaban los calcetines sin quitarte los zapatos. Con los gobiernos de Arena, la delincuencia se convirtió en crimen organizado, con armas, vehículos, casas de seguridad, bancos, comunicaciones; dedicada, además, al tráfico y venta de droga, a las extorsiones, a los secuestros y asaltos a cualquier hora.

El crimen organizado tuvo su mayor empuje en el gobierno de Calderón Sol, cuando florecieron las empresas de seguridad privada y de venta de armas. Para el ano 2007, durante el gobierno de Saca, había 25 mil agentes de 416 empresas quienes prestaban servicios de seguridad privada, mientras la PNC tenía tan solo 18 mil policías. En esos negocios están metidos grandes empresarios de Arena.

Hoy, con llanto de cocodrilo, Jorge Daboud, vicepresidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), se lamenta de que anualmente los empresarios "pierden" 600 millones de dólares por pago de seguridad privada. Hablan como si no fueran ellos mismos los duenos de las emrpesas de seguridad privada, que operan hasta en las colonias de ricos y sectores medios.

LA DELINCUENCIA COMO ARMA POLÍTICA.

Cuando el FMLN ganó las elecciones legislativas y municipales de 2003, Arena entró en pánico. Entonces el gobierno de Francisco Flores se inventó la "Ley Antimaras", que violaba la Constitución, pensando que el FMLN se opondría y quedaría frente a la gente como opuesto hasta combatir la delincuencia. Luego, durante la campana presidencial de 2004, Arena ofreció el plan "super mano dura", con el fin de ganar votos. Para las elecciones del 2009, Arena intentó lo mismo, pero no le resultó porque el truco ya estaba demasiado "chaveliado".

Ahora tenemos a un gobierno que no es de Arena. La ola delincuencial toma proporciones de ofensiva, como si fuera, en parte, provocada. Los grupos de poder aprietan las tuercas al gobierno, exigiendo que se destituya a Manuel Melgar, ministro de Justicia y Seguridad, así como a otros altos funcionarios del FMLN. Funes no se atreve llegar hasta ahí, pero quita de sus cargos a los excelentes presidentes del SIGET, del ISTA y del ANDA.

El plan va más allá de la cuestión delincuencial. La derecha busca que Funes confronte al FMLN para que la militancia de ese partido se desespere y haga oposición en la calle.

EN ESTE PULSO DE PODER HACE FALTA UN BRAZO, EL DEL MOVIMIENTO POPULAR, QUE CUANDO ENTRE EN JUEGO SERÁ PARA DOMAR LOS PLANES DE LA DERECHA.

Equipo Maíz

Colaboración