EL FANGO DE LA CUCHOCRACIA

EL FOGÓN IDELÓGICO PARA LOS LECTORESY LECTORAS REVOLUCIONARIOS DEL MUNDO

En medio del fango, con los hocicos llenos de mierda; los cuatro porcinos mayores dirigen en asamblea lodosa a toda la cuchocracia, ás hedionda que el fango donde viven.

Solnaco, un cuchón nalgas caídas arrugadas comienza su discurso cuchitril señalando que el lodazal se ha jodido porque las arenas movedizas que eran el soporte del fango se han hundido más, dado a la sarna saquista de los doce lechones sin leche que la marrana Silvana se arrastró hacia otro lodazal no mejor que el nuestro, explica; y que sería imperdonable que se les permitiera volver a bañarse en la misma charca. No es posible, reclama, que estos lechones de mierda nos quieran robar el reino del fangal. En la esquina lodosa del fango el cuche sarnoso Jalea toma notas, mientras el chancho nazi pelón lee el testamento encontrado en los anales de chanchullos de la Puerca Torresa, suicidada por haberse hartado más heces que los otros.

Entra Cuche Capo. Un capón calvo, nariz colorada arrastrando tres barracas cheles deshuevadas, tetas secas caídas como paishtes extra usados, aparece de una cueva del fango exclamando: tengo ganas de que arda el fango. Pone las pesuñas en el percutor y dispara doce balas trazadoras y muerte a los traidores ganosos.

Un cuche prieto ojos de Pacún, hediondo a caquemono asoleada, choco, usando lentes de semillas de castaño, chilla a la par del nalgas arrugadas Solnaco, éste, desvalorizando al choco sarnoso, le zampa una patada y lo sume en el charco, ni flores quedarán de las flores y el pobre floreado desflorado chilla su amargura de soledad charcal ahuevado como cochino sin teta.

De pronto un barraco narigudo cejas de pezote dormilón como payaso con nariz colorada entra con sus doce lechones desganados, trata de tomarse el Fango, pero es recibido con una lluvia de pedradas por el resto de la cuchocracia, trata de hablar, pero Solnaco nalgas arrugadas y el Capón, quien ha traído cuches del Corral Norteño lo ahogan inmediatamente y prohíbe que nadie de la chuchería se harte el carcaso.

El fango se llena de una sustancia maloliente gelatinosa amarillenta, la cerdocracia celebra la muerte de los trece y de la Silvana, hiede a muerte enmierdada y Capón y Solnaco aplauden son sus pesuñas sangrientas mientras la cuchocracia chilla de alegrías y todo al unísono: -Hemos recuperado el Fango, viva el fangal-.

De arrib, aparecen 10 barracos blancos sin una gota de lodo, abrazan a Capón y a Solnaco y exclaman: -Muera el socialismo del siglo XXI, el Fango nos pertenece ad infinitum-.

Una sinfonía de chorizos, salchichas y morongas sanguinolentas es entonada por la Banda Cuchócrata mientras la cerdófila plumocracia escribe la memoria histórica del Fango de Arenas Movedizas.

A lo lejos de oye el lamento agonizante de Gallegritos… -si sólo estábamos jugando el Juego de la Separata-

Iván Rojinol, transmite en Cadena Nacional, los efectos de la fiebre política porcina.

Ponciano Montañés