Posted: 31 Jan 2014 05:30 AM PST
Parecía un sueño. El FMLN había ganado las
elecciones presidenciales de 2009. Qué histórico día, miles de
salvadoreños salieron a las calles a celebrar el triunfo de la esperanza
sobre el miedo y la mentira. Mauricio y yo saludábamos a la gente como
los electos Presidente y Vicepresidente de la República, dando por
terminada una sucesión de gobiernos que antes que servir al pueblo se
sirvieron de él. El cambio comenzaba.
Durante la campaña habíamos recorrido todo
el territorio nacional recibiendo a nuestro paso el cariño, la
aprobación y el respaldo de la gente. En cada lugar que llegábamos
éramos recibidos entre ovaciones e himnos de esperanza. Era un hecho: el
pueblo salvadoreño pedía un cambio.
La noche del 15 de marzo de 2009, rodeado
de miles de salvadoreños que coreaban “¡sí se pudo!”, el presidente
electo Mauricio Funes decía “esta es la noche de la más grande esperanza
en El Salvador“. Aún no sé cómo explicar la alegría que yo sentía.
Estoy convencido que ese es uno de los días más importantes en la
historia nacional.
Desde entonces comenzamos la más grande
transformación económica y social de todos los tiempos. Medicamentos más
baratos, ECOS Familiares y Especializados, Ciudad Mujer, Pensión Básica
Universal, Comunidades Solidarias Urbanas y Rurales, Paquetes
Escolares, 43,200 títulos de propiedad entregados, 113 mil empleos
directos creados, 575 Paquetes Agrícolas entregados, entre muchos logros
más demuestran que avanzamos en la dirección correcta.
Ahora el pueblo vuelve a salir a las
calles. Se vuelve a sentir la misma vibración, la energía y la alegría
de una nueva victoria. Cinco años después la gente sigue alzando su voz,
ahora en defensa de los cambios, en honor a la verdad, al futuro y
progreso de El Salvador.
En estas elecciones de 2014, como en 2009,
volveremos a hacer historia. Ha quedado claro en cada recorrido, cada
lugar que visitamos, cada multitudinaria concentración, en la que el
pueblo pide que se sigan profundizando los cambios estructurales que ya
comenzaron. Una vez más estamos diciendo que estamos listos para seguir
hacia adelante.
Como en 2009, estoy listo para seguir
enfrentando los retos que demanda un país que cambia. Lo que me impulsa a
seguir trabajando es la mirada clara de los niños, la energía y el
talento de los jóvenes y la laboriosidad y compromiso de los adultos.
Por la confianza que tengo en cada uno de los salvadoreños estoy seguro
que podemos ser un país mejor, pero para esto es fundamental que el
gobierno siga poniendo como centro de todo a las personas.
Atrás quedaron las mentiras, los gobiernos
que velaban por los intereses de unos pocos. El Salvador es de todos y
para todos. Nadie se queda fuera de nuestras políticas. Este es el
momento de seguir avanzando. Juntos, como la gran familia que somos.
Sigamos haciendo historia. ¡Adelante!
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