Cuatro millones 955 mil 107 ciudadanos están aptos
para ejercer su derecho al sufragio, de acuerdo al padrón electoral en
los comicios presidenciales de este domingo en El Salvador para elegir
entre la continuidad del proceso de cambios iniciado en 2009 o retornar
a una administración de derecha.
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), fuerza política en el poder, sigue liderando las preferencias ciudadanas, según los resultados de las últimas encuestas realizadas en el mes de enero.
Una ventaja promedio de ocho puntos ostenta la izquierda salvadoreña, ganadora en los comicios del 15 de marzo de 2009 con Mauricio Funes y uno de los líderes históricos del partido, Salvador Sánchez Cerén.
Bajo el mando de Funes, comenzó en el país un proceso de cambios dedicada a trabajar con los sectores de menos recursos.
Sánchez Cerén, su compañero de fórmula, y ahora aspirante a la presidencia aseguró que de ganar el próximo domingo dará continuidad y profundización de los cambios y los programas sociales.
Explicó que sus propuestas fueron hechas en una vasta consulta con la población, en la que participaron más de 640 mil personas.
Este programa de gobierno es el que define la ruta de trabajo, con una visión estratégica, con 10 programas importantísimos y con tres grandes prioridades, manifestó en entrevista a Prensa Latina.
Tres temas primordiales abordará Cerén de resultar electo: empleo, la seguridad y la educación. "La inmensa mayoría se pronunció porque tienen que continuar los cambios que ha realizado este gobierno", destacó.
Por otro lado, se encuentra la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), responsable de aplicar un plan neoliberal durante los cuatro gobiernos que ocupó, de 1989 a 2009.
Sobre estas gestiones, el presidente Funes cuestionó cómo Arena le ha servido a los grupos de poder económico, "para que se hagan de activos del Estado o para que utilizando los resortes del Estado se introduzcan leyes, procedimientos, de tal manera que acumulen más privilegios y que concentren más poder económico".
El Tribunal Supremo Electoral garantizó la seguridad del proceso electoral, por lo que exhortó a los salvadoreños a ejercer su derecho para elegir al nuevo presidente de la nación. Más de seis mil observadores convertirán el proceso del domingo, en uno de los más seguidos de la historia del país.
La Organización de Estados Americanos (OEA) a través de los 62 miembros de la Misión de Observación Electoral (MOE) que se desplegaron en todo el país no han observado hasta ahora posibles intentos de golpes de Estado, fraude electoral o boicot contra el proceso.
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), fuerza política en el poder, sigue liderando las preferencias ciudadanas, según los resultados de las últimas encuestas realizadas en el mes de enero.
Una ventaja promedio de ocho puntos ostenta la izquierda salvadoreña, ganadora en los comicios del 15 de marzo de 2009 con Mauricio Funes y uno de los líderes históricos del partido, Salvador Sánchez Cerén.
Bajo el mando de Funes, comenzó en el país un proceso de cambios dedicada a trabajar con los sectores de menos recursos.
Sánchez Cerén, su compañero de fórmula, y ahora aspirante a la presidencia aseguró que de ganar el próximo domingo dará continuidad y profundización de los cambios y los programas sociales.
Explicó que sus propuestas fueron hechas en una vasta consulta con la población, en la que participaron más de 640 mil personas.
Este programa de gobierno es el que define la ruta de trabajo, con una visión estratégica, con 10 programas importantísimos y con tres grandes prioridades, manifestó en entrevista a Prensa Latina.
Tres temas primordiales abordará Cerén de resultar electo: empleo, la seguridad y la educación. "La inmensa mayoría se pronunció porque tienen que continuar los cambios que ha realizado este gobierno", destacó.
Por otro lado, se encuentra la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), responsable de aplicar un plan neoliberal durante los cuatro gobiernos que ocupó, de 1989 a 2009.
Sobre estas gestiones, el presidente Funes cuestionó cómo Arena le ha servido a los grupos de poder económico, "para que se hagan de activos del Estado o para que utilizando los resortes del Estado se introduzcan leyes, procedimientos, de tal manera que acumulen más privilegios y que concentren más poder económico".
El Tribunal Supremo Electoral garantizó la seguridad del proceso electoral, por lo que exhortó a los salvadoreños a ejercer su derecho para elegir al nuevo presidente de la nación. Más de seis mil observadores convertirán el proceso del domingo, en uno de los más seguidos de la historia del país.
La Organización de Estados Americanos (OEA) a través de los 62 miembros de la Misión de Observación Electoral (MOE) que se desplegaron en todo el país no han observado hasta ahora posibles intentos de golpes de Estado, fraude electoral o boicot contra el proceso.
teleSUR-Prensa Latina-Prensa Gráfica/KP