Posted: 27 Dec 2013 05:30 AM PST
Casi todas las actividades familiares que
realizamos durante el mes de diciembre giran en torno a la maravillosa
celebración de la Navidad. En lo personal me llena de alegría que en
esta época valoremos el nacimiento de Jesús nuestro Salvador y que
sigamos su ejemplo viviendo en paz y armonía.
Durante este año, por medio de este blog,
he compartido con ustedes algunas experiencias personales y familiares.
Mi deseo es que en ellas hayan encontrado temas para reflexionar y quizá
para compartir con sus seres queridos. Hoy decidí hablarles de cómo
celebramos la Navidad en mi familia.
Cada año, durante los primeros días del
mes, nos ponemos de acuerdo sobre qué vamos a hacer en la víspera de
Navidad. Planeamos dónde nos reuniremos, cuál será el plato fuerte de la
cena y otros detalles más.
Así como la celebración, creemos que la
preparación debe ser hecha en familia. Por eso es que Margarita y yo
comenzamos con nuestra tarea desde el 23. A nosotros nos toca preparar
el pavo y nos gusta dejarlo marinar en una salsa que lo hace aún más
sabroso cuando se hornea. Mi hija Claudia es la responsable de preparar
la ensalada porque es una verdadera experta en hacerlo. Y mi hija Fátima
se ocupa del postre, que suele ser un “budín de guineo” que su mamá le
enseñó a cocinar.
El día 24 partimos con toda la familia
rumbo a Quezaltepeque. Mis hijas, mi hijo, nietas, nietos, yernos y mi
nuera vamos felices a pasar Noche Buena en la casa de la familia ubicada
en el Barrio Concepción.
Cuando cae la noche los nietos se
entusiasman por encender las estrellitas y los volcancitos, mientras los
adultos los cuidamos, claro. Esas luces de colores encienden nuestra
noche. No puede faltar la música de Los Hermanos Flores, que anima a más
de uno a bailar. Margarita y yo sacamos sillas a la acera de la casa
para conversar con los vecinos y ver cómo los niños y sus padres se
divierten.
Así como va avanzando la noche parece que
la alegría incrementa. Llegado el momento pasamos a la mesa para
compartir la cena familiar. El grupo se hace más grande pues llegan
sobrinos y sobrinas que viven en el pueblo. Entre anécdotas, risas y
bailes nos dan las 12 de la noche, el momento más esperado. Un tiempo
muy especial en el que mostramos alegría y amor, propiciando fuertes
abrazos y expresando buenos deseos.
Espero que en esta Navidad todos hayamos
tenido la dicha de compartir en familia, divirtiéndonos y aprendiendo
con nuestros hijos y nietos. Estoy seguro que hemos reflexionado sobre
la necesidad de convivir juntos y de abrir nuestros brazos para
estrechar fuertemente a todos nuestros hermanos. Esta es una buena
temporada para agradecer por la vida que tenemos y para compartir
nuestra felicidad y buenos deseos.
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