Foto: RIA Novosti
El sensacional descubrimiento de cuadros confiscados por los nazis de famosísimos pintores modernistas, desde Picasso hasta Chagall en un apartamento de Munich devolvió la esperanza de que se devuelva la Cámara de Ámbar. En la prensa han aparecido informaciones de que el propietario de la colección Cornelius Gurlitt conoce el lugar donde estarían las legendarias joyas sustraídas de San Patersburgo (Tsarskoe Selo) y que después cayeron en Kaliningrado-Könisberg antes de los ataques de las Fuerzas Aéreas británicas en el año 1945.
En
la historia del descubrimiento de obras de incalculable valor (entre
los autores de más de mil cuatrocientos cuadros están famosos tales como
Matisse, Chagall, Picasso) hay más preguntas que respuestas. ¿Por qué
el hecho del descubrimiento se mantuvo en secreto todo un año y se ha
conocido solo gracias a una filtración? ¿Por qué el propietario está
escondido, pero no ha abandonado Munich? ¿Por qué, al fin, esta
invalorable colección fue descubierta precisamente en Munich y después
de transcurridos exactamente ochenta años de la famosa exposición
hitleriana llamada Arte Degenerativo? En aquel tiempo, los cuadros de
los más grandes pintores de su tiempo fueron vistos por más de dos
millones de personas, para que, por una orientación de Goebbels y
Hitler, escupieran sobre el arte "vergonzosamente decadente". Muchas
obras quedaron perdidas, fueron quemadas, o destruidas en los sótanos.
Después de que la pasada semana la revista alemana Focus
escribiera sobre el descubrimiento de las pinturas, esta historia se ha
convertido en una verdadera serie histórica de detectives, en la cual,
las autoridades de Alemania se comportan de una manera bastante extraña,
escondiendo la colección en un almacén secreto y prohibiendo publicar,
incluso, fotos de los cuadros.
Se
sabe que Cornelius Gurlitt, de setenta y nueve años, recibió los
cuadros como herencia de su padre, un traficante de arte nazi llamado
Hildebrand Gurlitt. Hasta que la vivienda de Gurlitt no fuera allanada
por una inspección de Hacienda, él vivió de la venta de cuadros. Sobre
esto informa la prensa alemana. Surge entonces la pregunta, ¿por qué ni
uno solo de estos cuadros fue reconocido por sus autores en todos estos
años? Y ahora las obras se esconden en una bóveda secreta. La excusa,
los intereses de los verdaderos propietarios. Aunque hasta ahora no se
ha establecido de dónde provienen unos u otros cuadros de la colección
Gurlitt (es bastante creíble que la mayor parte perteneciera a algunos
museos saqueados por los nazis del "arte degenerativo"), el Congreso
Mundial Hebreo publicó una dura crítica en dirección a las autoridades
alemanas, acusándolas de negligencia en la investigación del caso de la
"colección Gurlitt". Existen suposiciones de que los cuadros pertenecían
a judíos. Además, los museos prácticamente no tienen esperanza de que
les devuelvan las obras y colecciones robadas.
Mientras
tanto, la historia de las obras halladas despertó las especulaciones
sobre el tema del posible regreso de la Cámara de Ámbar. Los rumores de
que esto es posible se filtraron después de las declaraciones del
hermano gemelo de Cornelius Gurlitt. El periódico Bild
publicó las palabras de Ekhardt Gurlitt de que su hermano, "sabe dónde
se encuentra la Cámara de Ámbar"…"Cornelius se lo dejó entrever a mi
padre, pero esto fue hace ya treinta o cuarenta años atrás", declaró,
explicando a la publicación que Hildebrandt Gurlitt le trasmitió el
secreto de la Cámara de Ámbar a su hijo antes de morir en el año 1956.
Ahora
Gurlitt está oculto, lo cual también es extraño. Posee una colección
valorada en miles de millones de euros, vivió en Munich y, según todos
los indicios, ahora mismo sigue allí. Por lo menos, los periodistas del
semanario francés Paris Match aseguran que le vieron en uno de los
centros comerciales de la ciudad. Un investigador reconocido, escritor,
autor del libro Los objetos secretos de la Werwolf, Andréi Przhezdomski, considera que la Cámara de Ámbar puede ser descubierta aún:
–Lo
más probable es que todo esto active la búsqueda de los caza-tesoros y
el interés de la sociedad hacia este tema, que siempre resurge cuando se
hace algún descubrimiento nuevo, cuando se encuentran algunas obras de
arte. Yo pienso que esto es un factor positivo.
¿Se
restablecerá la búsqueda del extraordinario tesoro, la sutil obra de
arte-habitación, o más exactamente, gabinete, regalado por Pedro I en el
año 1717 a Federico Guillermo I? Ahora, en palabras de Andréi
Przhezdomski, la habitación la siguen buscando algunos caza-tesoros por
su cuenta. Además, en Kaliningrado existe una organización social que se
dedica a esta búsqueda. Sin embargo, la escala de la búsqueda,
evidentemente, no es la que hubo en tiempos soviéticos. En opinión del
especialista, no se han investigado aún todos los documentos.
–Yo
considero que este tipo de búsqueda no deben comenzar por la pala y el
pico, sino por un trabajo escrupuloso en los archivos, con los
materiales y documentos.
La
suposición de que la habitación se quemó, se ha señalado varias veces
por los especialistas. Al mismo tiempo pudo ser destruida durante el
asalto a la ciudad, puede haber sido enterrada en subterráneos ocultos.
Además, el ámbar es un material orgánico especial que requiere de
cuidados especiales.
El
director del taller de restauración de Tsarskoe Selo, que ha realizado
una copia de la Cámara de Ámbar, Borís Igládov, en una entrevista a La Voz de Rusia expresó sus dudas sobre si se pudo conservar la habitación:
–Es
un tema muy complejo. El problema radica en que antes de la Segunda
Guerra Mundial, ya la cámara estaba en un estado de conservación
deplorable y exigía una intervención seria. Los pedazos de ámbar ya se
caían de los paneles. Los conservadores recogían estos pedazos en bolsas
y estas han llegado hasta nuestros días. La Cámara de Ámbar, durante
todo el tiempo que estuvo en Rusia, varias veces fue restaurada, pero la
calidad no siempre fue la deseable. Los paneles de ámbar se cubrían de
barniz y esto no lo embellecía porque el barniz se oscurece, penetran en
la estructura del material y hace que se pierda su claridad, color y
otras características. Por eso, hoy decir en qué estado se encuentra la
Cámara de Ámbar es muy difícil, todo depende de donde se conserva y en
qué condiciones.
También
debemos decir que la esperanza es lo último que se pierde. El hecho del
descubrimiento de la colección de Munich es una confirmación de esto,
es lo que considera Andréi Przhezdomski:
–La
última vez que se vio a la Cámara de Ámbar colocada en un contenedor en
el ala norte del castillo real, unos días antes de los ataques aéreos
de la aviación británica en agosto del año 1944. Pero la esperanza debe
mantenerse permanentemente, más aún en un tema tan romántico cómo lo es
la búsqueda de la Cámara de Ámbar.
La
magnitud del descubrimiento de Munich, por una parte, y la sencillez y
casualidad de cómo se realizó, por otra, deja cierta esperanza para que
en este tipo de apartamentos en Alemania queden todavía muchas cosas.
Más aún cuando ya a principios de los años dos mil, en Alemania se
descubrieron y después se devolvieron como regalo a Rusia, fragmentos
auténticos de la Cámara de Ámbar. Así que este descubrimiento no debe
ser el último, es la seguridad de los expertos. Pero sobre el lugar
donde está la Cámara de Ámbar, Según su hermano, Cornelius Gurlitt
prometió decirlo sólo ante la muerte.
ovm/lj/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
Leer más: http://spanish.ruvr.ru/2013_11_11/El-heredero-de-un-comerciante-de-arte-nazi-promete-descubrir-el-secreto-de-la-habitacion-ambar-4385/
Leer más: http://spanish.ruvr.ru/2013_11_11/El-heredero-de-un-comerciante-de-arte-nazi-promete-descubrir-el-secreto-de-la-habitacion-ambar-4385/
No hay comentarios:
Publicar un comentario