Foto: EPA
La etapa espacial de la estafeta olímpica ha finalizado. La antorcha de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi ya está de regreso a la Tierra, después de pasear por el cielo. Desde la Estación Espacial Internacional fue traída por el astronauta ruso Yuri Yurchijin, y por Karen Nyberg y Luca Parmitano.
La
nave tripulada Soyuz TMA-09M, que trajo de vuelta la antorcha olímpica,
se desacopló el domingo por la noche de la plataforma orbital. A la
Tierra llegó a las 6.40 de la mañana hora de Moscú. Todos los que
participaron en el histórico suceso fueron felicitados por Vitali
Lopota, ingeniero constructor jefe de la corporación de cohetes
espaciales Energía.
-Mis
felicitaciones para todos. Es verdad que esta misión olímpica ha
requerido mucho tiempo, a la hora de la operación en el espacio
extravehicular, sin embargo, los sistemas y los astronautas rusos
cumplieron la misión con honor.
El
descenso se llevó a cabo sin problemas. En el lugar en que se posó la
cápsula de la Soyuz estaban esperando, además de helicópteros y aviones,
quince vehículos de búsqueda y de evacuación de alta viabilidad, cuya
fiabilidad han demostrado ya más de una vez, señalaba Serguéi Semchenko,
jefe de la Brigada de Búsqueda y Rescate del cosmódromo de Baikonur:
-Se
han dado muchos casos en que los helicópteros no han podido despegar
debido a las condiciones atmosféricas. En diciembre de 2009, por
ejemplo, dos horas antes del despegue, los helicópteros estaban
literalmente congelados razón por la que la búsqueda y la evacuación se
realizó en estos vehículos, que han revelado toda su validez.
Los
cosmonautas pasaron el chequeo médico de rigor inmediatamente después
de la evacuación de la cápsula de descenso, comentaba Nikolái Majov,
subjefe del grupo operativo médico:
-El
primer asunto es el estado de la tripulación, el que es transmitido vía
satélite, directamente, desde el lugar del descenso. La información
llega al Centro de Control de Vuelos y a la comisión estatal. Los
índices son estándares: el pulso, la presión arterial y la saturación, o
sea, el volumen de oxígeno en sangre.
El
servicio de búsqueda y de rescate informó de que la tripulación había
soportado el descenso con normalidad. El cosmonauta Fiódor Yurchijin
entregó, después del chequeo médico, la antorcha que el 9 de noviembre
estuvo en el cielo al representante del Comité Olímpico. Con ella
justamente será encendido el fuego del majestuoso pebetero en el estadio
de Sochi, durante la ceremonia de inauguración de la vigésima segunda
edición de los JJOO de Invierno. En tanto, la estafeta olímpica continúa
en la Tierra. Hoy fue llevada desde Yakutsk hasta Magadán. En los
próximos días recorrerá Petropovlovsk-Kamchatka, Vladivostok y
Jabárovsk.
sb/sk/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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