http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/73504-centenario-de-la-primera-guerra-mundial-hollande-heredero-de-las-traiciones-del-partido-socialista.html
por Lutte Ouvrière
Lunes, 11 de Noviembre de 2013 22:46
El 7 de noviembre, Hollande iniciaba oficialmente desde el Eliseo,
las conmemoraciones del centenario de la Primera Guerra Mundial. A los
que se pretenden a menudo herederos de los socialistas de principios
del siglo XX les corresponde por lo tanto legalmente rendir homenaje a
los ocho millones de “poilus” (soldados franceses) que la burguesía
francesa envió entre 1914-1918 a “morir por los industriales”, en
palabras de Anatole France.
Hace un siglo, quince días antes de
la entrada en guerra, en agosto de 1914, los militantes socialistas,
reunidos en congreso extraordinario en Paría a mediados de julio,
todavía escuchaban a Jaurès: “Denunciaremos el peligro por medio de la
acción parlamentaria y con la agitación en el país. Pero cuando las
multitudes caigan, porque los trabajadores estén amenazados por la
tormenta, será imposible que no recuerden que son una fuerza y que no
afirmen bien alto y claro su voluntad de paz. Y, de hecho, a pesar de
las disensiones teóricas, estamos todos de acuerdo para proclamar que
cesar el trabajo es un medio de inquietar y de advertir a todos los
gobernantes. Si es verdad que en todos los países en momentos de crisis,
los trabajadores han recurrido a la huelga general, es imposible que no
recurran con este medio contra la guerra.”
La llamada de la CGT a la huelga general
estaba en el aire y Marcel Samba, Aduar Bailante, Albert Tornas,
dirigentes del Partido Socialista, apoyaron a Jaurès, el cual hizo votar
una moción: “Entre todos los medios empleados para prevenir e impedir
la guerra y para imponer a los gobiernos el recurso del arbitraje, el
Congreso considera como especialmente eficaz la huelga general obrera
simultánea e internacionalmente organizada en los países interesados, así como la agitación y la acción populares bajo las formas más activas.”
Pero como escribió años más tarde el
comunista revolucionario Alfred Rosmer, “el 1º de agosto de 1914, Jaurès
moría (la víspera), Jouhauz (el secretario general de la CGT) era
comprado. La guerra podía pasar. A las 4 horas de la tarde, se daba la
orden de movilización”. Los dirigentes socialistas no iban a tardar en
hacer sonar las trompetas de la “unión sagrada” con la burguesía. El 2
de agosto, Édouard Vaillant y Marcel Sembat llamaban a “los socialistas”
a “cumplir a la vez su deber patriótico y su deber socialista (…) por
la Patria, por la República, por la Revolución” y a “luchar para
defender la cultura francesa y la libertad de los pueblos”. El Partido
Socialista ocupó puestos en el gobierno; Albert Thomas llegó el 26 de
agosto a la subsecretaría de Estado para la artillería y el equipamiento
militar en el gabinete del republicano-socialista René Viviani y
Marcel Sembat entró en Obras Públicas.
Cincuenta y dos meses después y quince
millones de muertos más tarde, el 11 de noviembre de 1918, la carnicería
finalizaba. En Francia, un movilizado de cada seis no volvió.
Hollande, Valls y Montebourg son los
herederos de esta traición del Partido Socialista en 1914 y ellos lo
asumen. Bien es verdad que desde entonces, el Partido Socialista ha
cometido otras muchas.
Viviane LAFONT
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