Esa será la consigna de mi vida ante la situación luctuosa de hechos que aunque dolorosos podemos convertir en gloria
eterna y lo podemos lograr si todos los latinoamericanos y pueblos pobres de la
tierra nos ponemos a interpretar la obra del Comandante y a objetivizar la situación
actual y venidera tomando la historio reciente como referente de los pasos a dar.
Lloramos con el alma, aplaudimos
con el corazón porque sabemos y queremos que su ejemplo guíe
los pasos de la revolución a la cual nos tenemos que entregar corazón y alma, dedicación
e incondicionalidad, objetividad y pureza, estoicismo e inteligencia poniendo
siempre los intereses de la colectividad muy por encima de intereses mezquinos
personales.
Alto a la dispersión. Fortalezcamos
la unidad ideológica. Sabemos de forma a priori que el enemigo siempre ha
estado reunido permanentemente para conspirar contra nuestra Primavera Latinoamericana,
es este el momento preciso para que la dirigencia revolucionaria internacional se
reúna para analizar la coyuntura actual y decidir con sabiduría, templanza y
objetividad los pasos a tomar y saber
que la unidad, la sólida unidad de nuestros pueblos es ponderante en este
momento crucial.
Líderes como el Comandante Chávez
no aparecen todos los días, estudiemos y apropiémonos de su sabiduría y leamos
y releamos a Fidel, son profundos los conocimientos que podemos aprender.
Las elecciones próximas en Venezuela
pueden ser una determinante de lo que pasará en nuestro país el dos de
febrero próximo, entonces; trabajemos arduamente
por el triunfo de Maduro ya que Chávez está más vivo que nunca, con la
diferencia que ya no lo pueden asesinar de nuevo.
No hay que dejar que la llama
deje de arder ni un segundo, mantengamos viva la luz que ilumina nuestros
caminos, seamos sencillos, solidarios, aprendamos
a oír, seamos unitarios, auto críticos, desprendámonos
de viejas diferencias y rencillas que en nada ayudan al proceso, maduremos como
aspirantes a revolucionarios y si no podemos ver el triunfo total de nuestros pueblos,
la parte que tenemos, hemos ayudado a
construirla, celebremos trabajando.
Millones de hombres y mujeres de
la tierra nos unimos al dolor y a la gloria del hermano pueblo venezolano,
millones hemos llorado, millones hemos asistido y así millones debemos mantenernos
unidos en la lucha por un mundo nuevo donde la paz y la justicia social sean
los parámetros de nuestra vida.
No hay milagros políticos o económicos,
ellos los construimos a diario con nuestro trabajo por la independencia política
y económica. Invirtamos para producir, produzcamos
para consumir y exportar, demandemos nuevos acuerdos para la deuda externa,
renegociemos los tratados bilaterales, posesionémonos, cuidemos y defendamos
nuestros recursos naturales y culturales, seamos perspicaces, objetivos,
estudiosos y amorosos, sólo amando al pueblo, sólo educándonos con nuestro
pueblo podremos encontrar el verdadero
camino.
Chávez construyo su eternidad en
vida, la muerte física solo la reafirma, unámonos y defendamos su ideario, de
esa forma llegaremos a nuestro puerto: El Socialismo del Siglo XXI.
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