Foto: AFP
El
excolaborador de la CIA está dispuesto a hacer declaraciones como
testigo a la Fiscalía General de Alemania, así como hablar ante una
comisión parlamentaria especial. Es verdad que el expediente penal
respecto al cual pueda declarar Snowden, no ha sido abierto aún y la
comisión parlamentaria para investigar la actividad de los servicios
especiales de EEUU debe ser formada en la sesión extraordinaria del
Parlamento del 18 de noviembre. Además, si Snowden viaja a Alemania para
declarar, EEUU puede exigir su entrega, según el acuerdo de extradición
vigente entre Washington y Berlín. Pero este problema puede ser
resuelto, considera Grigori Trofimchuk, vicepresidente del Centro de
Computación de Desarrollo Estratégico:
–Hay
precedentes de que la investigación, promovida por tal o cual capital
europea, lleva intrínseca la invitación de testigos de otro país a
distancia, caso de que no pueda llegar en persona ante los jueces de
instrucción.
Pero
existe otro impedimento. Anatoli Kucherena, abogado de Snowden, declaró
que su cliente no compartirá datos sobre el espionaje contra los
líderes de los países europeos porque, según un acuerdo con las
autoridades rusas, no puede revelar información clasificada.
El
hecho de que los servicios especiales espíen unos a otros para los
especialistas es un secreto de Anchuelos. Pero cuando tal información va
a parar a la luz pública, los políticos se ven constreñidos a
reaccionar para salvar las apariencias, dice el politólogo y experto
jefe de la Fundación de Perspectiva Histórica Pável Sviatenkov:
–La
actividad de los servicios secretos es una cosa y la gran política es
otra. En una situación en que los Gobiernos de países, incluso aliados
de EEUU, se enteran de su escucha, para salvar su reputación ante los
ojos de los electores, se ven obligados a armar escándalos, hacer
declaraciones muy fuertes contra los norteamericanos. Si bien ellos, por
supuesto, comprenden que esto es inútil y que los intentos de escucha
continuarán.
Si
se confirma la información de que el teléfono de Merkel se escuchaba,
las autoridades alemanas tendrán que dar una respuesta muy dura: citar
al embajador, enviar una nota, etc. Pero ni los alemanes ni los
norteamericanos no necesitan tales escándalos. Porque Alemania se
propone seguir siendo aliada de EEUU. Quiere decir que Berlín está
interesado en que sus relaciones con Washington sean llanas, que EEUU
consideren la postura de Europa y de Alemania en su política exterior.
radio/lj/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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