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El Blog de Salvador - Nuevo post |
Posted: 25 Oct 2013 06:30 AM PDT
Hace unos días, en una de nuestras visitas
al occidente del país, tuve el placer de conocer a don Carlos y a su
esposa Julia. Ellos estaban muy felices porque estaban celebrando
cuarenta años de casados. Les dije que sabía exactamente lo que sentían,
pues mi esposa Margarita y yo acabábamos de celebrar nuestro 45
aniversario de bodas. Pensando en esas bonitas experiencias decidí
compartir con nuestros lectores del Blog cómo celebramos con Margarita
esta fecha tan importante en nuestras vidas.
Debo decir que siempre me gusta tomar la
iniciativa para celebrar ese día, pero soy consciente que nada sería
igual sin la ayuda de mis hijas, mi hijo, mis nietas y nietos. La
costumbre es preparar un almuerzo o una cena, decorar con flores. Y algo
muy importante: no permitimos que nadie falte. Es un día que Margarita y
yo disfrutamos al máximo.
Hay un momento muy peculiar en todo ese
ambiente especial que se genera, que es cuando alguna de nuestras hijas o
nuestro hijo se pone de pie y pronuncia algunas palabras. Ellos me
demuestran que vale la pena luchar por la familia, que lo mejor que
podemos hacer como padres es dar el ejemplo y que nunca está de más una
muestra de cariño.
Margarita, que en ese momento siempre se
emocionada, pero como es de muy pocas palabras, me pide sea yo quien
diga algo. Ese es un espacio que yo aprovecho para declararle una vez
más mi amor. Ahí, públicamente, le agradezco por ser tan comprensiva y
saber llevar el estilo de vida de un luchador social, un militante, un
funcionario y dirigente político. Y le recuerdo lo feliz que me hace
compartir mi vida con ella.
Con el tiempo nuestras nietas y nietos han
ido teniendo mayor participación. Tengo presente que en una de las
últimas celebraciones, Sofi, la mayor de nuestras nietas, llegó muy de
mañana a nuestra casa en la Colonia Layco, San Salvador, con la misión
de decorar el lugar para el encuentro familiar. Ella también nos regaló
una presentación de imágenes de Margarita y yo juntos desde que éramos
muy jóvenes.
Otra memoria muy feliz es de una vez
cuando Celeste, otra nieta, llevó a una amiga que toca la guitarra y
cantaron una canción muy hermosa dedicada a nosotros. Fue muy gracioso
porque después nos quedamos hasta muy tarde cantando canciones de Julio
Iglesias, José José, Roberto Carlos y otros.
Me gustaría que lectores comentaran este
blog compartiéndonos sus experiencias familiares o alguna reflexión
sobre el papel de la familia en la sociedad. Personalmente aprendo mucho
escuchando a los demás.
Termino contándoles lo que pasó en la
celebración de este año. En determinado momento de la cena me paré y
pedí a Margarita que estuviera de pie junto a mí. Le puse un anillo en
su dedo y le prometí seguir amándola como siempre lo he hecho. Nuestros
hijos y nietos no dejaban de aplaudir y gritar de felicidad. Y esa fue
nuestra segunda boda, después de 45 años juntos.
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