Foto: EPA
Tal fue la opinión expresada en entrevista exclusiva para La Voz de Rusia por Carlos Andrés Ortiz, experto reconocido de Argentina en economía, energía y geopolítica:
–Esta
gente atentó tomar una instalación bajo jurisdicción de otro país, lo
que me parece una agresión. A mí no me cabe ninguna duda que fue una
verdadera acción de terrorismo ecológico, de piratería. Por supuesto, no
puedo asegurarlo exactamente desde el punto de vista jurídico, pero
prefiero determinarlo así. Las diversas acciones que llevan a cabo las
múltiples organizaciones no gubernamentales (ONGs) transnacionales en
otros países son muy similares a lo que hicieron contra la plataforma
rusa. Se trata, sobre todo, de las acciones de las dos ONGs más activas:
Greenpeace y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), ambas creadas
en Gran Bretaña.
Valga
recordar que el 18 de septiembre tuvo lugar el intento de miembros de
Greenpeace de abordar la plataforma mencionada. El rompehielos de los
activistas, "Artic Sunrise" se aproximó a la plataforma de la compañía
energética rusa Gazprom, enclavada en el mar de Pechora, y seis de ellos
descendieron para acomodarse en lanchas neumáticas. En contra de las
exigencias de los guardias de abandonar la zona de seguridad, armados de
equipos especiales se empeñaron en encaramarse hasta la cubierta de la
plataforma, donde planeaban realizar un acto de protesta contra la
extracción de crudo en la plataforma continental del Ártico.
Solo
al día siguiente logró el Servicio de Guardacostas arrestar a estos
invitados de piedra. Actualmente, los treinta miembros de la tripulación
del rompehielos se encuentran bajo custodia. Según las leyes del país,
podrían ser condenados hasta quince años de prisión. En tanto, los
abogados de Greenpeace declaran que sus clientes son "inocentes", y que
solo intentaban actuar "en defensa del medio ambiente". Carlos Andrés
Ortiz discrepa de este planteamiento:
–Se
puede suponer que no querían destruir la plataforma rusa. Por ejemplo,
en Argentina hacían acciones similares, logrando gran efecto
publicitario. Sin embargo, lo que hicieron los activistas de Greenpeacee
en el Ártico me parece totalmente negativo y deleznable. Con sus
acciones intentan captar adeptos, asegurando que solo tratan de "salvar
el mundo" y otras frases como esta. Pero a mí no me cabe duda alguna de
que detrás de eso hay oscuros intereses geopolíticos. Hacen todo lo
posible para inocular a la sociedad falsedades mediate el miedo. Para
hablar de la posibilidad de una "gran catástrofe ambiental" en el
Ártico, que pueda ser causada por la extracción de petróleo en la zona,
hay que tener serios argumentos científicos. Y Greenpeace no los tiene.
El experto indica que el sonoro escándalo internacional armado en torno a la plataforma petrolera rusa Prirazlómnaya revela que la guerra por los recursos del Ártico está en plena marcha:
–No
cabe duda alguna de que distintos países que tienen el potencial
económico y tecnológico para poder verificar la existencia de petróleo,
gas, hierro y otros recursos importantes en el Ártico, están muy
interesados en apoderarse de ellos. Hay que señalar que las acciones de
los activistas de Greenpeace contra la instalación rusa son muy
similares a las que Gran Bretaña, bajo el amparo de EEUU, realiza contra
los intereses de Buenos Aires. Se trata, en particular, de la política
de Londres respecto a las islas argentinas usurpadas y a los sectores
que Argentina y Chile reivindican como suyos en el Continente Antártico.
Es la misma metodología y resulta muy claro que detrás de las acciones
de Greenpeace, del WWF y otras ONGs se encuentran los intereses de Gran
Bretaña, de EEUU y de las potencias del G7.
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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