http://www.telesurtv.net/articulos/2013/09/19/siria-estima-necesitar-mil-millones-de-dolares-para-destruir-armas-quimicas-2443.html
El presidente de Siria, Bashar al-Assad, señaló
este miércoles que, según cálculos de expertos, necesitará alrededor de
mil millones de dólares para proceder a la destrucción de sus armas
químicas, en función de dar cumplimiento a los estatutos y reglamentos
de la Convención de No Proliferación de Armas Químicas, ente al cual se
adhirió recientemente por iniciativa de Rusia.
Durante una entrevista concedida a una cadena de televisión estadounidense, el Mandatario reafirmó el compromiso de Siria con todos los requisitos que implica su adhesión a la Convención y su consentimiento a la aplicación de sus contenidos en términos de no fabricación, almacenamiento, uso o distribución y destrucción de armas químicas.
“Nuestra decisión fue en respuesta a la iniciativa rusa y considerando las necesidades del pueblo sirio y su propia convicción. No responde, bajo ninguna circunstancia, a las amenazas (de EE.UU.), porque Siria jamás se ha inclinado ante amenazas”, enfatizó.
De igual manera, precisó que la destrucción del arsenal químico tomará al menos un año, ya que se trata de una operación muy delicada y seguirán todos lso canales reglamentarios. En primer lugar, sostuvo que entregarán una lista de las armas a la Organización de Prohibición de Armas Químicas, “a ningún otro organismo o país”.
En ese sentido, señaló que si Washington está “apurado” y no confía en Siria, entonces que asuma el pago de los mil millones de dólares y la responsabilidad de llevarse los materiales tóxicos a su territorio, para que ellos mismos (Estados Unidos) los destruyan.
Asimismo, resaltó que las relaciones con EE.UU. dependen de la credibilidad de la administración norteamericana, ya que Siria nunca ha mirado al pueblo estadounidense como un enemigo”. “Siempre hemos querido tener buenas relaciones con todos los países, no tenemos problema con ninguno, siempre y cuando haya respeto mutuo”, precisó.
En ese orden de ideas, dio como ejemplo la relación que actualmente mantiene con Moscú, la cual calificó como positiva. “Rusia ha protegido a Siria políticamente con su derecho al veto, tres veces, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Terrorismo extranjero
El jefe de Estado aprovechó la ocasión para expresarle a Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y demás países que amenazan con una intervención militar, que la solución diplomática del conflicto no ha sido posible debido al accionar “terrorista” de sus gobiernos.
“Cualquier acción diplomática para resolver la crisis en Siria sin lograr la estabilidad y deshacerse de los terroristas será una pura ilusión. Por ello, cualquier acción diplomática debe iniciar deteniendo el flujo de terroristas y dejando de apoyarlos logísticamente, con dinero y armas”, detalló Al-Assad.
Asimismo, advirtió que “Siria, como un estado secular, podría estar en riesgo de una crisis religiosa”, porque el extremismo, terrorismo y la violencia sólo convierte más encerrada y más fanática a toda la comunidad, y eso es lo que buscan los extremistas”.
Igualmente, aseguró que la situación que atraviesa Siria hoy día “no es una guerra civil, porque la guerra civil no significa la presencia de combatientes de 83 nacionalidades dentro de Siria, apoyados por países extranjeros” y cometiendo múltiples ataques terroristas.
Sobre esa “oposición armada”, Al-Assad dijo que es necesario “distinguir entre “oposición” y “terroristas”. “La oposición es una expresión política y no significa tomar las armas, asesinar personas inocentes, destruir escuelas e infraestructuras o perpetrar decapitaciones”, subrayó.
Etapa post-crisis
El Presidente explicó que una vez acabe la crisis, “el país se enfrentará a numerosos retos, entre ellos la eliminación de la ideología de los terroristas, que han dejado una gran cantidad de secuelas psicológicas y efectos adversos en la comunidad”.
Respecto a la posibilidad de nuevas reformas, acotó que “sigo siendo un reformador y sigo creyendo en los mismos valores, pero los complejos sucesos que se produjeron en la última década han hecho de la democracia más distante y no más cerca”.
Por último, Al-Assad se refirió a “la necesidad de rehabilitar esta generación para ser abierta de nuevo, como Siria lo ha sido siempre, además de reconstruir la infraestructura que ha sido destruida, la economía, y construir un nuevo sistema político que se ajuste al pueblo”.
Durante una entrevista concedida a una cadena de televisión estadounidense, el Mandatario reafirmó el compromiso de Siria con todos los requisitos que implica su adhesión a la Convención y su consentimiento a la aplicación de sus contenidos en términos de no fabricación, almacenamiento, uso o distribución y destrucción de armas químicas.
“Nuestra decisión fue en respuesta a la iniciativa rusa y considerando las necesidades del pueblo sirio y su propia convicción. No responde, bajo ninguna circunstancia, a las amenazas (de EE.UU.), porque Siria jamás se ha inclinado ante amenazas”, enfatizó.
De igual manera, precisó que la destrucción del arsenal químico tomará al menos un año, ya que se trata de una operación muy delicada y seguirán todos lso canales reglamentarios. En primer lugar, sostuvo que entregarán una lista de las armas a la Organización de Prohibición de Armas Químicas, “a ningún otro organismo o país”.
En ese sentido, señaló que si Washington está “apurado” y no confía en Siria, entonces que asuma el pago de los mil millones de dólares y la responsabilidad de llevarse los materiales tóxicos a su territorio, para que ellos mismos (Estados Unidos) los destruyan.
Asimismo, resaltó que las relaciones con EE.UU. dependen de la credibilidad de la administración norteamericana, ya que Siria nunca ha mirado al pueblo estadounidense como un enemigo”. “Siempre hemos querido tener buenas relaciones con todos los países, no tenemos problema con ninguno, siempre y cuando haya respeto mutuo”, precisó.
En ese orden de ideas, dio como ejemplo la relación que actualmente mantiene con Moscú, la cual calificó como positiva. “Rusia ha protegido a Siria políticamente con su derecho al veto, tres veces, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
Terrorismo extranjero
El jefe de Estado aprovechó la ocasión para expresarle a Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y demás países que amenazan con una intervención militar, que la solución diplomática del conflicto no ha sido posible debido al accionar “terrorista” de sus gobiernos.
“Cualquier acción diplomática para resolver la crisis en Siria sin lograr la estabilidad y deshacerse de los terroristas será una pura ilusión. Por ello, cualquier acción diplomática debe iniciar deteniendo el flujo de terroristas y dejando de apoyarlos logísticamente, con dinero y armas”, detalló Al-Assad.
Asimismo, advirtió que “Siria, como un estado secular, podría estar en riesgo de una crisis religiosa”, porque el extremismo, terrorismo y la violencia sólo convierte más encerrada y más fanática a toda la comunidad, y eso es lo que buscan los extremistas”.
Igualmente, aseguró que la situación que atraviesa Siria hoy día “no es una guerra civil, porque la guerra civil no significa la presencia de combatientes de 83 nacionalidades dentro de Siria, apoyados por países extranjeros” y cometiendo múltiples ataques terroristas.
Sobre esa “oposición armada”, Al-Assad dijo que es necesario “distinguir entre “oposición” y “terroristas”. “La oposición es una expresión política y no significa tomar las armas, asesinar personas inocentes, destruir escuelas e infraestructuras o perpetrar decapitaciones”, subrayó.
Etapa post-crisis
El Presidente explicó que una vez acabe la crisis, “el país se enfrentará a numerosos retos, entre ellos la eliminación de la ideología de los terroristas, que han dejado una gran cantidad de secuelas psicológicas y efectos adversos en la comunidad”.
Respecto a la posibilidad de nuevas reformas, acotó que “sigo siendo un reformador y sigo creyendo en los mismos valores, pero los complejos sucesos que se produjeron en la última década han hecho de la democracia más distante y no más cerca”.
Por último, Al-Assad se refirió a “la necesidad de rehabilitar esta generación para ser abierta de nuevo, como Siria lo ha sido siempre, además de reconstruir la infraestructura que ha sido destruida, la economía, y construir un nuevo sistema político que se ajuste al pueblo”.
teleSUR-RT-SANA-HispanTV/MARL
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