Benedicto XVI negó haber encubierto abusos sexuales a menores por sacerdotes católicos, en sus primeros comentarios publicados este martes en el diario La República desde que renunció a su papado en febrero último.
En una carta enviada por Joseph Ratzinger al autor y matemático italiano Piergiorgio Odifreddi, quien escribió un libro sobre los problemas que enfrenta la Iglesia Católica Romana, el expapa reconoció “con profunda consternación” que clérigos protagonizaron hechos de abuso moral a menores, pero “nunca traté de encubrir estas cosas”.
Que el poder del mal penetre en el mundo interior de la fe es, para nosotros, un sufrimiento que por una parte debemos soportar, y por otra, hacer todo lo posible para que casos de ese tipo no se repitan, agregó.
Grupos de víctimas abusadas sexualmente acusan al actual Papa emérito de no haber hecho lo suficiente por detener estos hechos durante su mandato al frente de la Iglesia, incluso antes, cuando era el jefe de la oficina de la doctrina del Vaticano.
Los escándalos de violaciones a menores en entidades religiosas salieron a la luz en Boston en 2002, cuando medios de comunicación publicaron cómo hechos de este tipo eran sistemáticamente encubiertos, y muchos sacerdotes enviados de parroquia en parroquia en vez de ser expulsados o entregados a las autoridades civiles para ser enjuiciados.
Siete años después, Irlanda se convirtió en el primer país europeo en ser blanco de estas acusaciones.
En la misiva a Odifreddi, Ratzinger reconoce que leyó con gozo algunas páginas del volumen, donde percibe “agresividad y descuido en la argumentación de ciertos asuntos”, como considerar a la teología una ciencia ficción.
Al respecto, coincide con Odifreddi en que la matemática es la única ciencia en el sentido más estricto de la palabra, pero le pide reconocer que la teología ha producido resultados notables “en el ámbito histórico y del pensamiento filosófico”.
Expresó que no es lícito callar sobre el mal en la Iglesia, pero tampoco respecto a la “gran estela de luminosidad, bondad y pureza que la fe cristiana ha trazado a lo largo de los siglos”.
Según Benedicto XVI actualmente la fe empuja a muchas personas a cultivar el amor desinteresado, el servicio por los otros, la sinceridad y la justicia.
En su despedida, el Papa emérito reconoce que su crítica al libro de cierta forma es dura, pero el diálogo es parte de la franqueza porque solo así puede avanzar el conocimiento.
Desde su retiro, en el monasterio Mater Ecclesiae, ubicado dentro del Vaticano, Ratzinger redactó el pasado 30 de agosto la carta de 11 páginas a Odifreddi, quien en 2011 le dedicó el libro Querido Papa, te escribo.
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