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Los expertos afirman que hace un cuarto de
siglo que no han asistido a tales dimes y diretes. En las condiciones
actuales deberían analizarse los problemas más graves de España: el
paro, la crisis, la carestía… Creo que estos temas los preferiría para
su informe de la víspera de sus vacaciones el propio presidente del
Gobierno Mariano Rajoy. Sin embargo, los últimos escándalos a escala
nacional, relativos a los abusos financieros, en los que resultaron
involucrados notorios personajes de su partido, sugirieron al político
experimentado abordar uno de los problemas más álgidos: la corrupción.
En un comienzo parecía que por esas contravenciones respondiera el
extesorero del partido Luis Bárcenas. No obstante, cuando alguien se
enteró de que desde tiempos atrás ciertos militantes notorios del PP
tuvieron acceso a suculentos medios secretos, el ex tesorero, que
durante un largo tiempo hacía mutis, de improviso confesó: sí, tales
infracciones se permitían a ciertos personajes. Seguidamente se encontró
entre rejas. En tal caso Mariano Rajoy no tenía otro remedio que hablar
en público de este morboso tema. Además, en el parlamento…
A
decir verdad, habló de los medios pecuniarios en forma harto lacónica,
considerando, por lo visto, que semejante caso no merece mucha atención
para el pueblo. Pero se equivocó. Los españoles reaccionaron con
indignación al dinero secreto del partido gobernante. Es cierto que en
el Congreso de los Diputados Mariano Rajoy reconoció tan solo que se
había fiado del extesorero y no trató en absoluto de defenderlo. Es más,
al enterarse del robo de dinero, cesó con él todos los contactos. Así y
todo, la información sobre el acceso de un determinado grupo de altos
funcionarios a los medios ilegales, se difundió rápidamente por todo el
país. Por el momento, la acusación de corrupción fue presentada tan solo
a ese mismo Bárcenas, en cuyas cuentas helvéticas había 22 millones de
euros. Pero, más de 300 políticos españoles tienen que ver con dichos
dineros. Del destino que se les prepara está enterado tan solo Mariano
Rajoy. No dijo una sola palabra a los diputados sobre la dilapidación de
fondos, lo que, en opinión del periódico El País, causó un suspiro de alivio entre los asistentes.
Por
supuesto que se pudiera olvidar de inmediato el escándalo armado en
torno al dinero sospechoso, pero no lo olvida la oposición, en primer
lugar los socialistas. Empero, expresaron su descontento como antes: que
se vaya Rajoy y que se responsabilice por todo. El líder socialista
Alfredo Pérez Rubalcaba no se cansa de repetir:
–En
mi vida política nunca me he apropiado de una moneda ajena. Nunca he
recibido ilegalmente billetes de banco. Nunca mi nombre ha figurado en
listas de financiación ilegal, del partido alguno, incluido mi propio.
Hay
que esperar el desarrollo de los acontecimientos. Pero esto tendrá
lugar tan solo a últimos de agosto, cuando finalizan las vacaciones.
Mas, el tiempo vuela rápido. Quizá los socialistas vuelvan a insistir en
la dimisión de Rajoy o en otros cambios. El tiempo dirá.
vs/sk/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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