http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/63250-cuba-la-actualizaci%C3%B3n-en-sus-trabajadores/as.html
por Noel Manzanares Blanco
Miércoles, 17 de Julio de 2013 07:06
El debate que tendrá lugar a escala estatal y cuentapropista en sus
respectivas Secciones Sindicales, apunta a consolidar el Poder del
pueblo —junto con más protagonismo determinante de las masas populares
El Anteproyecto de Ley Código de Trabajo en Cuba
constituye una realidad que se someterá a consulta en centros laborales
del 20 de Julio al 15 de Octubre próximos, en correspondencia con la
decisión anunciada en las comisiones parlamentarias de Asuntos
Constitucionales y Jurídicos, y de Asuntos Económicos del Legislativo,
en su recién finalizado periodo ordinario de sesiones.
En el Anteproyecto en cuestión quedan
develados los principios fundamentales que rigen el derecho de trabajo
en la Isla: por un lado, toda mujer u hombre en condiciones de trabajar
—sin distinción de raza, color de la piel, sexo, religión, opinión
política, origen nacional o social, y de cualquier otra lesiva a la
dignidad humana—, tiene derecho a obtener un empleo con el cual pueda
contribuir a los fines de la sociedad y a la satisfacción de sus
necesidades y las de su familia, atendiendo a las exigencias de la
economía y a su elección, tanto en el sector estatal como no estatal.
Al mismo tiempo se prohíbe el trabajo
infantil, salvo jóvenes de quince y dieciséis años de edad, a solicitud
del empleador, como parte del completamiento de la preparación y
entrenamiento de las habilidades adquiridas, con el consentimiento de
los padres o tutores, sin dejar de los derechos de trabajo y de
seguridad social a que tienen derecho los trabajadores —siempre al
margen de riesgos perjudiciales para su salud y desarrollo integral.
A su vez, implica que el trabajo se
remunera en correspondencia con los productos y servicios que genera, su
calidad y el tiempo real trabajado, sin discriminación de ningún tipo;
mientras que los trabajadores tienen el deber de realizar su trabajo con
la eficiencia, calidad y productividad requeridas, cumplir las normas
de conducta y disciplina, así como cuidar de los recursos y medios que
utilizan en el desempeño de su labor; y cada laborioso posee el derecho a
disfrutar efectivamente del descanso diario, semanal y de las
vacaciones anuales pagadas.
Por otro lado, los hacendosos tienen
derecho a asociarse voluntariamente y constituir sindicatos; a la
protección, seguridad e higiene del trabajo, mediante la adopción de
medidas para la prevención de accidentes y enfermedades profesionales; y
también a la educación y capacitación, en las condiciones específicas
que establece la legislación; y su familia reciben la protección de la
seguridad social de acuerdo con lo establecido en la legislación
vigente.
Igualmente, se enmarca en los principios
fundamentales que rigen el derecho de trabajo el hecho que a la mujer
trabajadora se le conceden derechos de trabajo y de seguridad social
para proteger su maternidad y facilitar su atención médica, el descanso
pre y post natal, y el cuidado de los hijos menores; al tiempo que los
trabajadores/as tienen derecho a promover acciones ante los órganos,
autoridades e instancias competentes, para el reconocimiento y
cumplimiento de los derechos de trabajo y de seguridad social
consagrados en la legislación; y tienen derecho a participar en la dirección de las entidades estatales donde trabajan —las negritas son mías.
En tal escenario, debo recordar que constituye un hecho la entrada de la actualización del modelo económico cubano
en una fase cualitativamente superior, porque está elaborada y aprobada
la Proyección Estratégica de su implementación para el período
2012-2015, con su correspondiente cronograma de aplicación integral y
paulatina.
Asimismo, que para ordenar debidamente
nuestra economía hoy es más inaplazable que nunca convertir en
cotidianas la exigencia, el rigor y la sistematicidad de los
directivos/as responsables de conducir el quehacer administrativo y
empresarial en el país, tema que demanda más control y rigor del Partido
Comunista de Cuba en estrecha alianza con las masas en todos los niveles de su actuación —para este rótulo, específicamente con los Sindicatos.
En paralelo, que resulta imperdonable
que el “Bloqueo interno” —así identificamos muchos a la chapucería,
burocratismo, corrupción y otros males que amenazan en extremo la
existencia de la Revolución Cubana— continúe perturbando el sueño de nuestro pueblo; y que es vital tener en cuenta la dinámica de cubanas y cubanos, sus críticas, opiniones y sugerencias; así como continuar consultándole cada decisión trascendente, como la de marras.
En suma, como percibo que hace rato es hora de que el Movimiento Sindical en Cuba incremente la exigencia popular a directivos y a sí mismo, pienso que en nuestro Caimán Verde
vivimos momentos decisivos en la actualización en sus trabajadores/as
y, por esta razón, el debate que tendrá lugar a escala de ellos/as en
las esferas estatales y cuentapropistas a instancia de sus respectivas
Secciones Sindicales debe/tendrá que apuntar inexorablemente a
consolidar el Poder del pueblo en la Mayor de las Antillas —junto con
más protagonismo determinante de las masas populares.
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