Así lo declaró el presidente del país Vladímir Putin
en el XXX foro internacional contra los narcóticos. En la capital rusa
se dieron cita dirigentes de los departamentos antidroga de más de cien
países y representantes de las mayores organizaciones internacionales.
El
importe anual de este negocio ilegal llega a los 800 mil millones
dólares. Es comparable con la parte rusa en el segmento petrolero de la
economía mundial. El “narcodinero” se reveló incluso en una institución
tan grande como el Bank of America. Esta información fue emitida en la
conferencia internacional de órganos del orden público sobre la lucha
contra el narcotráfico. Vladímir Putin calificó el narcotráfico de azote
a escala mundial y censuró la legalización de las llamadas drogas leves
en algunos países.
—El narcotráfico se ha vuelto un
desafío global para toda la comunidad mundial y para algunos países se
ha convertido en una calamidad nacional. Es de señalar asimismo que el
narcotráfico es un caldo de cultivo para la delincuencia, el
contrabando, la migración ilegal y, es lo más triste y lo más peligroso,
para el terrorismo. Por eso, consideramos necesario combatir todos los
tipos de drogas, recibimos con preocupación las franquicias legislativas
en algunos países que llevan a la legalización de las denominadas
drogas leves. Es una vía muy peligrosa. Es sumamente importante mantener
las normas jurídicas vigentes en la esfera antidroga el régimen que se
asienta en tres convenciones base de la ONU.
Rusia,
por su parte, propone una serie de iniciativas internacionales para
hacer frente a las drogas. El jefe del Servicio Federal Antidroga Víctor
Ivanov declaró que el país propone medidas desde 2010. Estas fueron
presentadas ya en la sede de la OTAN y en el Parlamento Europeo.
Permiten a toda una serie de países, sobre una base legal, realizar
programas consolidados de desmantelamiento de toda la infraestructura de
la producción de drogas en Afganistán.
En la
conferencia Rusia ha apoyado por enésima vez las tesis básicas antidroga
del Consejo de Seguridad de la ONU, así como expresó la esperanza de
intensificar la colaboración entre la OTAN y la Organización del Tratado
de Seguridad Colectiva en la lucha contra las drogas. Las amenazas
narcóticas más peligrosas en el mundo son históricamente los opiatos
afganos y la cocaína latinoamericana. La geografía de estas dos
principales amenazas confirma la necesidad de mancomunar los esfuerzos
de los servicios mundiales antidroga y potenciar su colaboración.
vs/mo/er
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