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La
Corte Constitucional de República Moldova ha anulado el pasado martes
la ley que prohibia el uso publico de los simbolos comunistas con
objetivos politicos, declarandola inconstitucional. Con esta decision se
paran los pies de momento a la ofensiva fascista, no solo contra el
Partido Comunista de Republica Moldova (recordemos que es con diferencia
el mas votado del pais, teniendo en las ultimas elecciones casi la
mitad de los votos),
sino también contra la historia de la República Sovietica de Moldavia
que, curiosamente, es echada de menos, por el nivel de vida que tenian
los trabajadores entonces, sobre todo en comparacion con el desatre
provocado por el capitalismo, por mas de la mitad de la población.
El
Partido Comunista de Moldova denuncio la ley, que habia entrado en
vigor el pasado 1 de octubre, sin ningun exito, por cierto, pues ¿como
se puede prohibir que la mayoria de una poblacion de un pais utilice los
simbolos y las banderas que representan lo que creen? El intento de
ilegalizar a la mayoria de un pais es un rasgo que ilustra bastante bien
el concepto de democracia que tienen los herederos del fascismo,
interesados en hacer tabla rasa por todos los medios de todo lo que
recuerde que los trabajadores pueden prescindir de los patronos y los
amos para organizar la mayor potencia economica, militar, cultura y
social de la historia de la humanidad, la URSS, cuyo ejercito humilló y
derrotó a las hordas nazis y dejó en ridículo a todos los ejercitos de
las potencias capitalistas.
Como tambien caracteriza a esta clase de fascistas disfrazados de democratas, tan comunes en las dictaduras capitalistas, los que propusieron la ley no han acatado la decisión del Tribunal Constitucional, y afirman que van a seguir intentando por todos los medios conseguir su objetivo, como se ve en las siguientes declaraciones del vicepresidente del Partido Liberal, Valeriu Munteanu:
Como tambien caracteriza a esta clase de fascistas disfrazados de democratas, tan comunes en las dictaduras capitalistas, los que propusieron la ley no han acatado la decisión del Tribunal Constitucional, y afirman que van a seguir intentando por todos los medios conseguir su objetivo, como se ve en las siguientes declaraciones del vicepresidente del Partido Liberal, Valeriu Munteanu:
„Existe
la verdad historica y nadie puede anularla. La decision de hoy de la
Corte Constitucional nos motiva en nuestra lucha para que toda la
herencia del regimen sovietico sea borrada y reducida a cero.
Encontraremos otros caminos".
Como se puede comprobar, borrar del imaginario colectivo aquel pasado en el que mafiosos y delincuentes no podian saquear impunemente a los trabajadores, y tuvieron que renunciar a riquezas y privilegios acumulados como botin del constante robo a la clase productora, la obrera, se ha convertido en una obsesión. Para ellos naturalmente es una pesadilla que no les deja vivir tranquilos que quede algun testimonio de aquel tiempo en el que los privilegiados tenian que ponerse a trabajar para vivir y en los cuales las fabricas y las explotaciones economicas estaban controladas por los propios trabajadores y la riqueza producida destinada al beneficio de estos. Despues de dos décadas desde el final de la URSS, esa pesadilla sigue sin dejar descansar a la clase parasitaria, que se teme que un dia vuelvan a tener que vivir por si mismos en lugar de a costa de la explotación del trabajo de los demas.
Por otra parte, los comunistas han saludado la decision de la Alta Corte. No obstante, y aunque sus politicas dejen de desear, siendo en realidad mas cercanas a las socialdemocratas (es decir, con la misma base fascista que las liberales) que a las destinadas a la toma del poder politico y economico de la clase trabajadora, la hoz y el martillo siguen siendo los simbolos de este partido que, como hemos dicho, sigue siendo el mas votado de Republica Moldova, por una poblacion que, recordemos, sigue recordando la epoca en la que su pais era republica sovietica con nostalgia y frustracion tras dos decadas de estafa capitalista (en 2010 el 68% de los moldavos echaban de menos a la URSS).
Como se puede comprobar, borrar del imaginario colectivo aquel pasado en el que mafiosos y delincuentes no podian saquear impunemente a los trabajadores, y tuvieron que renunciar a riquezas y privilegios acumulados como botin del constante robo a la clase productora, la obrera, se ha convertido en una obsesión. Para ellos naturalmente es una pesadilla que no les deja vivir tranquilos que quede algun testimonio de aquel tiempo en el que los privilegiados tenian que ponerse a trabajar para vivir y en los cuales las fabricas y las explotaciones economicas estaban controladas por los propios trabajadores y la riqueza producida destinada al beneficio de estos. Despues de dos décadas desde el final de la URSS, esa pesadilla sigue sin dejar descansar a la clase parasitaria, que se teme que un dia vuelvan a tener que vivir por si mismos en lugar de a costa de la explotación del trabajo de los demas.
Por otra parte, los comunistas han saludado la decision de la Alta Corte. No obstante, y aunque sus politicas dejen de desear, siendo en realidad mas cercanas a las socialdemocratas (es decir, con la misma base fascista que las liberales) que a las destinadas a la toma del poder politico y economico de la clase trabajadora, la hoz y el martillo siguen siendo los simbolos de este partido que, como hemos dicho, sigue siendo el mas votado de Republica Moldova, por una poblacion que, recordemos, sigue recordando la epoca en la que su pais era republica sovietica con nostalgia y frustracion tras dos decadas de estafa capitalista (en 2010 el 68% de los moldavos echaban de menos a la URSS).
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