Posted: 24 Mar 2014 06:30 AM PDT
Mural en honor a Monseñor Romero ubicado en el aeropuerto de El Salvador que hoy también llevará su nombre.
Este día se conmemora el 34 Aniversario del Martirio de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Pastor, profeta y mártir nuestro.
Monseñor Romero tiene un lugar especial en
el corazón del pueblo salvadoreño porque predicó con su voz y su
ejemplo el respeto a la dignidad humana, aunque su empeño por defender a
este pueblo que tanto amó le haya costado la vida.
Los mártires son también creadores de
Iglesia. Monseñor Romero con su vida ejemplificó los valores de la
solidaridad, la caridad y la lucha por la construcción de una sociedad
más justa y sin exclusiones.
El legado de Monseñor Romero es inmenso y
no pertenece sólo a los salvadoreños, sino a toda Latinoamérica y el
mundo. Por eso yo lo considero Pastor de multitudes.
Siempre reafirmaré mi fe en Dios y en
Monseñor pues ambos me han acompañado siempre. Monseñor Romero es para
nosotros un santo que nos enseñó el camino hacia Dios en los momentos
más difíciles y nos condujo hacia la paz.
Su mensaje y enseñanza nos reta hoy en día
a vivir como verdaderos cristianos. En el actual gobierno su mensaje
tiene eco y en nuestro próximo gobierno continuaremos gobernando en
función de los más pobres, de los más necesitados, de los sectores a los
que Monseñor Romero dio voz.
Esta mañana participaré junto al
Presidente Funes en los actos que se realizarán en el aeropuerto
internacional de Comalapa, que hoy llevará el nombre de Monseñor Oscar
Arnulfo Romero. Un hecho que para el presidente Funes se convierte en
homenaje a la memoria de nuestro obispo mártir y a quién él ha
denominado su “líder espiritual”
Monseñor ha sido durante este Gobierno de
Cambios el Guía Espiritual de la Nación y lo seguirá siendo durante el
próximo gobierno. Su guía nos permitirá continuar construyendo un país
más justo, más solidario y una democracia que se fortalece y se
consolidad cada vez más.
No se trata solo de recordar, sino actuar
bajo el legado que Monseñor nos ha dejado. Por eso te invito a que
trabajemos por un El Salvador digno para nuestra gente, justo y
solidario.
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