Posted: 08 Jan 2014 05:30 AM PST
Hace unos días mientras compartía en una
actividad de fin de año las personas que me recibieron vitoreaban:
¡Salvador y Oscar! ¡Salvador y Oscar! Ese día asistí solo a la
actividad, pues Oscar cumplía similar compromiso en otro punto de la
capital.
Las personas ya lo reconocen: Salvador y Oscar somos uno y lo somos por ti.
Oscar Ortiz es más que un compañero de
fórmula. Es un amigo. Él es un hombre al que siempre le he reconocido
por su compromiso social, por su trabajo y porque ha sabido transformar e
ir adelante por los cambios en Santa Tecla.
Desde que ambos asumimos el compromiso por
trabajar en beneficio de las familias salvadoreñas, hemos compartido
muchas alegrías con la población. Pero también nos hemos acompañado en
momentos que nos hacen valorar aún más la amistad.
El pasado domingo me uní al pesar de toda
su familia y acompañé a Oscar en el sepelio de su padre, don Fidel Ángel
Ortiz, a quien siempre recordaremos como un hombre trabajador y
dedicado a su comunidad. Esas mismas virtudes heredó Oscar y hoy lo
motivan aún más a ir adelante para honrar la memoria de su padre.
Alguien me dijo en una ocasión que mejor
compañero de fórmula no pude haber tenido y en realidad así es. Este
país tendrá el mejor Vicepresidente.
Santa Tecla hoy es un municipio modelo
gracias al trabajo que Oscar ha realizado por más de 10 años haciendo de
la gestión edilicia un ejemplo de transparencia y participación.
La visión y la apuesta al turismo, al
deporte, a programas de convivencia y seguridad, las buenas relaciones
con el mundo, son muestra de la buena experiencia que llevamos y que
replicaremos en el país entero.
Oscar y yo trabajaremos por convertir
todos los territorios en espacios de paz y convivencia ciudadana por
medio de una estrecha alianza entre nuestro Gobierno, las
municipalidades y el liderazgo ciudadano dentro de las comunidades.
El próximo mes, cuando celebremos las
elecciones presidenciales, el gran ganador será el pueblo salvadoreño.
Juntos haremos posible que los cambios continúen, que se profundicen las
transformaciones sociales. Por eso debemos de defender lo logrado y no
retroceder.
Los salvadoreños nos dijeron que quieren
más empleo, más seguridad, más educación y más oportunidades para su
desarrollo. Oscar y yo también queremos eso para El Salvador y por eso
nos hemos comprometido a trabajar junto a muchos sectores, junto a
hombres y mujeres movidos por la esperanza de un mejor mañana.
En honor a don Fidel y de muchas personas
más que trabajaron y dedicaron su vida por un mejor país, vamos a
continuar nuestro camino hasta hacer posible lo que una vez soñaron.
Juntos, Oscar y yo haremos realidad El Salvador que queremos.
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