Foto: EPA
El
primer ministro de Ucrania Nikolai Azárov declaró hoy que la decisión
de suspender los preparativos para la asociación con la UE es difícil
pero la única solución posible en la situación económica que se da en
Ucrania. Y añadió que es una solución táctica. Se hizo absolutamente
evidente que para el gobierno en el primer lugar tiene importancia la
cuestión de la reanudación de las relaciones normales con Rusia.
Vladimir Putin por su parte, al término de sus conversaciones con el
primer ministro de Turquía Recep Erdogan, declaró a los periodistas que
las negociaciones tripartitas pueden ser “papel tornasol” o test para
comprobar si la UE tiene o no la disposición de sostener conversaciones
paritarias con Rusia y Ucrania. El ministro lituano Linas Linkevićius,
que preside ahora en la UE, declaró que no veía salida en tales
conversaciones. Esto no asombra a nadie, dice el colaborador científico
del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la
Academia de Ciencias de Rusia Vladimir Lapkin:
–Era
posible prever esta negativa. Para Europa tal variante no es
interesante en absoluto, porque la finalidad era otra: apartar de la
manera más decisiva Ucrania de la unión económica con Rusia.
Además, Europa no se proponía ofrecer garantía alguna a Ucrania, estima Fiódor Lukiánov, redactor jefe de la revista Rusia en la política global:
–No
se habla de afiliación alguna de Ucrania con la UE y esta no asume ni
asumirá compromisos con Ucrania, que dimanen de una alianza estrecha. No
le hace falta. La UE ataría institucionalmente Ucrania, otorgándole un
acceso más amplio a sus propios mercados, consciente de que la economía
ucraniana no es tan competitiva como la occidental.
A
los líderes del Estado ucraniano se les presentaron exigencias que
serían una prueba seria para cualquier Estado independiente, considera
el politólogo ucraniano y miembro del consejo de expertos de la
república autónoma de Crimea Andréi Malguin:
–Aun
cuando exteriormente la atracción de Ucrania tenía un carácter blando y
se pronunciaban alocuciones bonitas, la política europea era bastante
rígida. Entre otras cosas, los reclamos de cambiar la legislación
ucraniana a favor de una persona rozaban con la privación de Ucrania de
su soberanía.
Pero
no todos los países exteriorizaron desilusión por la decisión del
gobierno ucraniano, hay incluso los que respiraron con alivio. Ellos se
liberaron de la necesidad de idear métodos especiales para proteger su
mercado agropecuario, en el que Ucrania pudiera ser una competidora
digna.
Ahora
se hace evidente no solo el hecho de que las estructuras europeas no
hayan aspirado a dilatar mucho el campo de la UE y otorgar a Ucrania una
asociación real, sino también el hecho de que el gobierno ucraniano
haya recibido suficientes motivos para pensar seriamente en la
recuperación de sus relaciones con Rusia.
radio/sk/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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