http://spanish.ruvr.ru/2013_11_23/Honduras-elige-a-su-segundo-presidente-tras-el-golpe-de-2009-7983/
Foto: EPA
Como en años anteriores, las próximas elecciones presidenciales en Honduras no permiten señalar con precisión a los candidatos con más opción al alto cargo. Igor Kudrin desarrolla el tema.
Hace
aproximadamente un mes, me llamó a la redacción Majo Sánchez, antiguo
oyente de nuestros programas, residente en Tegucigalpa. A pesar de que
para las elecciones presidenciales faltaba bastante tiempo, le pregunté
qué pensaba sobre la próxima votación. Por muy extraño que parezca, la
respuesta fue muy figurada y singular: en la decisión de nuestros
electores la delincuencia siempre deja su huella. La predicción de mi
interlocutor fue sumamente nebulosa: a ver a quién las fuerzas de
derecha nos permitirá elegir.
Creo
que esa respuesta incluso hoy, dos días antes de la votación tiene
vigencia porque muchos amigos de Majo están en la incertidumbre
absoluta, y no saben a quién entregar su voto. Por desventura, el
destino del vencedor lo pretenden decidir no solo las fuerzas
propagandísticas de los partidos políticos sino también las fuerzas
reaccionarias, rencorosas y bien adiestradas, cuyas raíces se encuentran
en partidos extremistas. Por lo demás, hoy es difícil decir cuál de las
dos fuerzas pueda influir más, mejor dicho, asustar, a la mayoría de
los ocho millones de votantes. La finalidad de los mercenarios consiste
en que los electores en ese día de descanso sientan miedo por su vida,
se abstengan de votar, o bien echen boletines a favor de aquellos que
les recomendaron insistentemente los “propagandistas” armados.
Hace
ya un mes los potenciales asesinos “se ejercitaban” en público,
disparando en plena calle, sobre blancos escogidos. Por ejemplo, contra
la bandera enarbolada del candidato del Partido Socialista. A propósito,
el derechista Partido Nacional cuyo candidato es el ex jefe del
Congreso Juan Orlando Hernández, aumentó su propia “fuerza militar” a
cinco mil personas. Por cierto que es menos que los destacamentos de
policía que se ponen a disposición de todos los participantes de la
lucha electoral. Pero tras el golpe de 2009 los destacamentos de
extremistas han ampliado considerablemente sus filas cual se prepararan
para un enfrentamiento armado y no para la elección de presidente. Por
ejemplo, para garantizar la victoria sobre los rivales de Xiomara Castro
saca conclusiones del pasado. Su esposo Manuel Zelaya, cuando fue
presidente, fue derrocado por un golpe hace cuatro años. Ahora, por lo
visto, recelando de su propia vida, ella promete a los militares todo
tipo de privilegios y estrecha la colaboración con la policía. He aquí
lo que dice Xiomara Castro de Zelaya, una de los favoritos de la carrera
presidencial:
–Si
los electores en masa acuden a las urnas y manifiestan respeto a las
normas del derecho electoral, y si en la votación están presentes
observadores internacionales, no dudo de que las elecciones transcurran
tranquilamente y sean transparentes.
Entretanto,
los políticos y periodistas hondureños tratan de intuir quién ganará
las elecciones del domingo. En una palabra, la víspera de la votación en
el país no solo reinan la violencia y el enfrentamiento armado, sino
también la total incertidumbre de quién de los nueve postulantes tomará
las riendas del sufrido país.
Es
de señalar que en este ambiente se siente más seguro Juan Orlando
Hernández. Representa al Partido Nacional, hoy en el poder. Él está
seguro más que otros rivales y no oculta esto. Si bien la observadora
por la UE Ulrike Lunacek que está ahora en Tegucigalpa, declaró hace
días que en la campaña electoral en el país reina un desbarajuste
político y ella tiene muchas dudas respecto a la honestidad de la
financiación de la campaña por cada uno de los aspirantes a la silla
presidencial.
En
lo que se refiere a muchos observadores extranjeros, pese a todos los
defectos de la campaña electoral, ellos predicen un mejoramiento de la
vida de la población, sea cual fuere el desenlace de la votación. En
esto, se cita una estadística triste: el 70 % de su población de ocho
millones de almas se debate en la pobreza y se ve obligada a cobijarse
de la creciente violencia. Los candidatos prometen a la gente en primer
lugar el mejoramiento del nivel de vida en casi el 3 %. El tiempo dirá
si será así, o no.
radio/sk/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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