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William Romero, ex director del departamento de Fuentes Humanas del DAS, y la ex espía Alba Luz Flores, alías Mata Hari, confirmaron ante la Corte Suprema de Justicia que toda la información que se recolectaba a través de las chuzadas, iba con destino al presidente Álvaro Uribe.
Durante el juicio contra la exdirectora del DAS María del Pilar Hurtado y el exsecretario de Palacio, Bernardo Moreno, Romero, que coordinó el espionaje a la Corte Suprema de Justicia, señaló que durante tres años escondió material de inteligencia que recopiló el Departamento de Seguridad, sobre los gobiernos de Venezuela y Ecuador.
En el caso de Ecuador, los ex agentes dijeron que las órdenes era hacer seguimiento de las actividades del Gobierno del presidente Rafael Correa luego del bombardeo de las fuerzas militares colombianas al territorio ecuatoriano de Angostura (el 2 de marzo de 2008), informó la cadena Telesur.
Según el reporte de la cadena multiestatal de noticias, Romero ya había venido declarando sobre las chuzadas a magistrados. El corresponsal de Telesur en Bogotá relató que la revelación sobre el espionaje a Ecuador y Venezuela ha tenido poca difusión en los medios de comunicación de Colombia.
Romero alegó que ocultó la información recolectada sobre Venezuela y Ecuador por considerar que era una bomba de tiempo y que las relaciones con esos vecinos atravesaban por un mal momento.
“No la divulgué por físico miedo, me acobardé por las consecuencias que tendría, hoy me pesa no haberlo contado todo”, afirmó el testigo en declaraciones reproducidas por el diario El Nuevo Siglo.
En 2010, la prensa ecuatoriana difundió datos basados en declaraciones anónimas sobre un presunto espionaje telefónico por parte del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la agencia central de inteligencia colombiana. De acuerdo con los periodistas, el organismo intervino los teléfonos del mandatario de Ecuador, así como los de sus colaboradores, militares, políticos y empresarios ecuatorianos en 2008.
ANDES - Ex agentes del DAS (Departamento Administrativo de
Seguridad) de Colombia confirmaron ante el máximo tribunal de justicia
de ese país que recibieron órdenes directas del presidente Álvaro Uribe
para recopilar información de los gobiernos de Ecuador y Venezuela.
William Romero, ex director del departamento de Fuentes Humanas del DAS, y la ex espía Alba Luz Flores, alías Mata Hari, confirmaron ante la Corte Suprema de Justicia que toda la información que se recolectaba a través de las chuzadas, iba con destino al presidente Álvaro Uribe.
Durante el juicio contra la exdirectora del DAS María del Pilar Hurtado y el exsecretario de Palacio, Bernardo Moreno, Romero, que coordinó el espionaje a la Corte Suprema de Justicia, señaló que durante tres años escondió material de inteligencia que recopiló el Departamento de Seguridad, sobre los gobiernos de Venezuela y Ecuador.
En el caso de Ecuador, los ex agentes dijeron que las órdenes era hacer seguimiento de las actividades del Gobierno del presidente Rafael Correa luego del bombardeo de las fuerzas militares colombianas al territorio ecuatoriano de Angostura (el 2 de marzo de 2008), informó la cadena Telesur.
Según el reporte de la cadena multiestatal de noticias, Romero ya había venido declarando sobre las chuzadas a magistrados. El corresponsal de Telesur en Bogotá relató que la revelación sobre el espionaje a Ecuador y Venezuela ha tenido poca difusión en los medios de comunicación de Colombia.
Romero alegó que ocultó la información recolectada sobre Venezuela y Ecuador por considerar que era una bomba de tiempo y que las relaciones con esos vecinos atravesaban por un mal momento.
“No la divulgué por físico miedo, me acobardé por las consecuencias que tendría, hoy me pesa no haberlo contado todo”, afirmó el testigo en declaraciones reproducidas por el diario El Nuevo Siglo.
En 2010, la prensa ecuatoriana difundió datos basados en declaraciones anónimas sobre un presunto espionaje telefónico por parte del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la agencia central de inteligencia colombiana. De acuerdo con los periodistas, el organismo intervino los teléfonos del mandatario de Ecuador, así como los de sus colaboradores, militares, políticos y empresarios ecuatorianos en 2008.
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