Foto: RIAN
Las estaciones árticas de Rusia corren peligro de ser atacadas. Dmitri Rogozin, durante su pasada conferencia del viernes, dedicada a la seguridad nacional, señaló tal posibilidad.
Según el viceprimer ministro, ya es hora de
llevar a cabo labores preventivas ante posibles acciones de los
competidores en la plataforma oceánica del Ártico, instalando en estas
bases modernos medios de detección y monitoreo.
El
incremento de las actividades de colonización de la plataforma oceánica
que involucra a muchos países, conllevará obligatoriamente a conflictos
de intereses entre estos gobiernos. Dmitri Rogozin no descarta que estas
confrontaciones trasciendan los marcos de la diplomacia:
—Es
muy probable que instalaciones petroleras y gasíferas rusas puedan
convertirse en objetivos de sabotajes ocultos por parte de los países en
competencia. Es necesario comprender que los ejecutores de semejantes
sabotajes pueden no estar relacionados directamente con los países que
realizan tales encargos. Para dar el golpe de respuesta y definir la
magnitud de este es preciso no solo localizar a los ejecutores, sino
identificar quién se esconde tras sus actos. Para ello necesitamos
medios modernos de monitoreo, tanto por aire como por mar.
Los
países que integran la OTAN hace tiempo muestran gran interés en el
Ártico. Este interés se ha incrementado en los últimos años, cuando se
tornan evidentes los cambios climáticos y el intenso deshielo. Desde
2007 se han tornado habituales las maniobras combinadas Operación
Nanook, en las que participan Dinamarca, Canadá y EEUU. En 2009, bajo
dirección de la OTAN tuvieron lugar las maniobras internacionales Zaeta
Fiel. El año pasado tuvieron lugar las maniobras llamadas Respuesta
fría, que involucraron a más de dieciséis mil militares de quince países
del bloque militar. Washington no oculta que considera el Ártico como
campo venideras batallas estratégicas. Dmitri Rogozin señaló que la OTAN
hace mucho discute planos de refuerzo de sus destacamentos navales en
la región ártica, con la excusa de garantizar la seguridad de la
navegación comercial.
En estas circunstancias, la
advertencia de Rogozin respecto a las provocaciones en el Ártico resulta
muy actual. Los competidores de Rusia pueden volver a utilizar este
probado esquema, considera el jefe de redacción de la revista Arsenal Otéchestva (Arsenal de la Patria), Víctor Murajovski:
—Los
países de Occidente cuentan en la actualidad con compañías militares
privadas muy desarrolladas. Estas cuentan con varios centenares de miles
de trabajadores. Y es preciso decir que estas compañías cumplen
activamente misiones de gobiernos y corporaciones en diversos países, ya
sea en Afganistán, en Iraq o en África. Por ello Dmitri Rogozin subrayó
que en estas situaciones resulta imposible identificar a quienes
encargan tales actos: ellos correrán a cargo de estructuras militares no
gubernamentales.
Moscú, obviamente, ya trabaja en ese sentido. Rusia aprobó el documento Bases de la política estatal en el Ártico.
En consonancia con este documento, en la región se establecen unidades
árticas, se desarrolla una infraestructura militar y se fortifican las
fronteras. Según el experto, el gobierno aprobó la creación de un
sistema único de información de la situación en la región ártica. Este
sistema incluye estaciones de radares de largo alcance, aviones no
tripulados, navíos que disponen de medios de exploración. Esto permite
detectar cualquier objetivo, tanto en tierra como sobre el hielo o en el
aire. Este sistema funcionará a plena capacidad dentro de varios años.
Las flotas del Norte y del Pacífico se encargarán de proteger las
plataformas petrolíferas en la plataforma continental ártica.
fs/as
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