Foto: SXC.hu
Entre los participantes, Ekaterimburgo tuvo el
placer de recibir a Asit K. Biswas, fundador del Centro del Tercer
Mundo para Manejo de Agua, importante institución radicada en México que
se dedica a la investigación de los recursos hídricos, y la generación
de proyectos de conocimiento y soluciones en aras de lograr un
abastecimiento sustentable de esta primordial fuente de vida. Con el
objetivo de comprender y dar a conocer cuáles son los puntos de contacto
entre esta asociación no gubernamental y la venidera Expo Universal,
nos dirigimos con varias preguntas a Asit K. Biswas: quien también es
editor de la Revista Internacional de Desarrollo de Recursos Hídricos.
–El
objetivo principal del Centro creado por usted es “generar nuevo
conocimiento, sintetizar y aplicar el conocimiento existente y difundir
esta información”, lo cual está en consonancia total y directa con el leitmotiv
propuesto por los organizadores de la propuesta de Ekaterimburgo
Intelecto Global. ¿Cómo cree que pudiera sumarse su proyecto a dicho
evento, de realizarse?
–Si
la Expo 2020 se organiza en Ekaterimburgo tendrá un gran impacto en el
mundo, especialmente en términos de la globalización. La globalización
se está tornando cada vez más patente en todo el mundo y en todos los
ámbitos. En el ámbito de los recursos que me ocupan (los recursos
hidráulicos) el mundo será muy diferente dentro de veinte años, en gran
medida debido a los procesos de globalización. Algunos cambios serán
buenos, otros no tanto. Uno de los mayores desafíos que enfrentaremos en
los próximos veinte o veinticinco años estriba en que la población
mundial va a aumentar y si no cambiamos nuestra manera de gestionar
recursos como la energía, el agua, los alimentos, el medio ambiente, el
mundo se enfrentará a un grave problema. No podemos seguir haciendo las
cosas como hasta el momento. Por lo tanto, tenemos que cambiar nuestra
forma de pensar y la Expo 2020 sería una maravillosa oportunidad para
explorar cómo podemos resolver los futuros problemas del mundo en
términos de recursos mediante una mejor planificación, mejores prácticas
de gestión, partiendo de la tecnología disponible pero en el marco de
los recursos financieros de los que disponen en la actualidad los
países. En este sentido, repito, la Expo 2020 en Ekaterimburgo puede
aportar una importante contribución a la humanidad.
–¿Cuáles
son los principales retos que enfrenta el Centro del Tercer Mundo para
Manejo de Agua en las condiciones actuales de globalización?
–El
Centro del Tercer Mundo para el manejo del Agua intenta mostrar cómo
algunas de las ciudades o los países del tercer mundo o algunos países
de economías emergentes grandes, tales como Brasil, Rusia, la India y
China, han resuelto algunos de los problemas del manejo de los recursos
hídricos utilizando la tecnología actual, las prácticas actuales de
gestión, y compartir estas experiencias exitosas con el resto del mundo a
través de la propuesta de Expo 2020, para que estas soluciones pueden
ser aplicadas por terceros. Nuestro trabajo consiste también en estudiar
cuál serán las condiciones futuras de recursos como el agua, la
energía, los alimentos, el medio ambiente en 2020 y más allá. En el
Centro estamos estudiando no sólo cómo se pueden resolver estos
problemas que surgirán para esa fecha, sino también más allá de 2020,
vamos a decir que para 2050, cuando tengamos una población mundial de
alrededor de nueve billones de personas, para comprender cómo podemos
proporcionarles suficiente comida, suficiente energía, agua suficiente,
suficiente tierra y un medio ambiente de calidad. Sobre la base del
trabajo que hemos realizado hasta el presente, somos cautelosamente
optimistas al plantear que si logramos seguir determinadas pautas
adecuadas, podríamos aspirar a tener un mejor nivel de vida, incluso con
una población de nueve billones de seres humanos. Estamos firmemente
convencidos de ello.
–¿Cuáles son las principales
estrategias a seguir a nivel global para garantizar un adecuado y
sostenible manejo de los recursos hídricos, sugeridas por su Centro?
–Muy
pocas personas conocen que una ciudad como Phnom Penh en Camboya tiene
en la actualidad una mejor gestión de la calidad del agua que, por
ejemplo, Londres o Los Ángeles. Estamos tratando de entender cómo
aplicar esta experiencia en otros entornos propicios, averiguar qué
permitió a Phnom Penh realizar este milagro. En veinte años lograron
superar a la mayor parte de las ciudades de los países occidentales en
el ámbito de la gestión del agua urbana. Estamos estudiando las
experiencias de Singapur, Tokio, lugares como Turquía, para mostrar que
los problemas de suministro y gestión del agua se pueden resolver. Todo
lo que se necesita es una mejor planificación, una gestión más eficiente
y ya sabemos cómo gestionar los recursos hidráulicos de manera
eficiente. La pregunta es: ¿cómo nos aseguramos de que estas prácticas
de gestión eficaces se implementen realmente en las diferentes partes
del mundo? Si logramos asegurarnos del cumplimiento de tales prácticas,
estamos absolutamente convencidos de que el mundo no tendrá ningún
problema con el agua no sólo en 2020, sino durante un período mayor.
–¿Podría valorar la situación actual de los recursos hídricos en Rusia?
–Mi
conocimiento de Rusia no es profundo, pero en general tengo la
impresión de que el suministro de agua en Moscú, San Petersburgo,
Ekaterimburgo garantiza las cantidades necesarias, pero podría aspirar a
garantizar la calidad. Entonces, la pregunta radica en cómo pudiéramos
garantizar que todos los residentes de Rusia tuviesen veinticuatro horas
de suministro de agua limpia, que pudiera ser bebida directamente del
grifo. En el área de riego y la producción de alimentos la pregunta
consistiría en cómo la agricultura rusa pudiera lograr una mayor
eficiencia del uso de los recursos hídricos, para que los alimentos se
pudiesen producir gastando mucha menos agua. Lo mismo sería aplicable a
la energía hidroeléctrica: ¿cómo generar energía hidroeléctrica
eficiente, que garantice el suministro de electricidad a la población?
El tema de la calidad del agua es un gran problema en todo el mundo, no
sólo en Rusia, sino también para EEUU. Y además, es preciso poner
atención en cómo gestionamos el agua de manera que nuestros ríos y lagos
no se contaminen. Rusia, al igual que muchos otros países, se enfrenta a
este desafío. Pero la buena noticia es que disponemos de la tecnología
para enfrentarnos a estos problemas, sabemos qué podemos hacer de forma
rentable. El problema principal es encontrar la variante más apropiada
para Rusia y luego aplicarla en los años venideros, para lograr cambios
radicales en las prácticas de gestión del agua en el país.
–¿Cómo valora las oportunidades de Ekaterimburgo de obtener la sede de la Expo 2020?
–Creo
que las posibilidades son muy altas. Yo sinceramente espero que
Ekaterimburgo obtenga la sede de la Expo 2020. Esto resultará provechoso
no sólo para la ciudad, sino que será bueno para Rusia y también para
el resto del mundo, ya que podríamos mostrar lo que podemos hacer en
esta área. Por ejemplo, para septiembre de 2020 podría realizarse un
esfuerzo especial para mejorar las prácticas de gestión del agua y
demostrar que Ekaterimburgo puede llegar a convertirse en una de las
mejores ciudades del mundo en ese sentido. De tal manera, cuando la
gente venga a la Expo 2020 en Ekaterimburgo, también podrán ver cómo
otras ciudades como Ekaterimburgo han sido capaces de convertirse en
unas de las mejores en materia de gestión de agua urbana en breves
períodos de seis a siete años. Entonces, este evento será una especie de
vitrina para el mundo que cuenta con el apoyo de los políticos, el
apoyo de la gente. Estoy convencido de esta la ciudad podría convertirse
en un buen ejemplo en el ámbito de la gestión del agua para todo el
mundo.
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