© Foto: La Voz de Rusia
A los manifestantes se les han unido los
representantes de los principales sindicatos del país. Los expertos
empezaron a hacer suposiciones sobre la posible intervención del
Ejército en el curso de los acontecimientos. Sin embargo, los militares
de momento se abstienen de hacer declaraciones.
¿Cómo se
comportarán las Fuerzas Armadas turcas, si hay una nueva escalada de
tensiones? ¿Sabrán mantenerse al margen, dadas las circunstancias?
El corresponsal de La Voz de Rusia
ha discutido la postura de los generales y su visión de los
acontecimientos de Estambul con el general Haldun Solmaztürk, exjefe del
Departamento de la Seguridad Internacional del Estado Mayor de Turquía:
—Los
miembros de la Plataforma de Solidaridad con Taksim, que representa los
intereses de los manifestantes de Estambul se reunieron en Ankara con
los representantes del partido en el poder y le entregaron la lista de
las exigencias, entre ellas, además de asuntos de carácter general,
figura la reconstrucción del barrio Taksim. ¿Cuál es la posibilidad de
que las exigencias sean cumplidas, dado el tono implacable de las
declaraciones del Recep Tayyip Erdoğan?
—Es
verdad que las exigencias entran en contradicción con las declaraciones
del primer ministro, pero aun así el Gobierno podría hacer algunas
concesiones. Lo que ocurre es que en estos momentos el Partido de la
Justicia y el Desarrollo está atravesando un período de discordias.
Antes de iniciar su viaje por el continente africano, el primer ministro
ha sido muy tajante en su declaración. Pero enseguida, después de su
partida, el viceprimer ministro Arinc se reunió con el presidente,
convocó al gabinete de ministros y, usando un tono conciliador, hizo
unas declaraciones completamente contrarias a las de Erdoğan. Se hizo
patente que algunos miembros del Gobierno no apoyan ni la postura ni el
comportamiento ni el tono del primer ministro en ejercicio. En esta
situación, a Erdoğan no le queda más que ceder. Por eso, creo que por lo
menos una parte de las exigencias de los manifestantes será satisfecha.
—Desde
el principio de las manifestaciones en Estambul, los expertos están
pendientes de la reacción del Ejército turco. De momento no se ha hecho
ninguna declaración. ¿Si los acontecimientos siguieran el rumbo actual,
intervendrían los militares?
—Cuando
Erdoğan anunció que le costaba mucho trabajo prevenir que millones de
personas aplastaran a los manifestantes de Estambul se comportó de una
manera sumamente irresponsable. Es como si hubiera perdido la cordura.
Por supuesto, ello no pudo pasar desapercibido por los generales, entre
otra gente. En estos momentos contra cerca de mil militares de alto
rango existen sumarios abiertos. Se les acusa de intento de golpe de
Estado. Muchos llevan años en prisión. Cerca de trescientas personas ya han sido condenadas a entre dieciséis y dieciocho años de cárcel.
¿Tomará
el Ejército la decisión de intervenir en la situación? No lo necesita
en absoluto. Mientras tanto, la posición del Gobierno está minada hasta
tal punto que solo lo podría salvar el tema de un hipotético golpe de
Estado. En los primeros días de las manifestaciones en Estambul, algunos
políticos, en concreto, el viceprimer ministro, Mehmet Ali Sahin,
anunciaron que los disturbios habían sido provocados para preparar el
terreno para una intervención militar. Pero el Ejército es consciente de
que se le tiende una trampa y no dará pasos que ayuden al Gobierno a
salir del atolladero. Nadie quiere darle un motivo para denunciar ante
el pueblo el peligro de la intervención militar. Todo parece indicar que
los altos mandos del Ejército comparten este criterio. El Ejército
tiene muy claro que hacer movimientos bruscos en una situación tan
delicada podría estropear su imagen.
ach/as/sm
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