Foto: RIA Novosti
Esta decisión fue aprobada por el parlamento
ruso en uno de los períodos más complicados de la nueva historia del
país. A partir de aquella época, el 12 de junio se convirtió en la
principal fiesta nacional en Rusia, que sólo empieza a acostumbrarse a
ésta.
El nuevo Estado –la Federación Rusa– apareció en
el mapa político del mundo en la época muy importante para millones de
personas. Cuando se desintegró la Unión Soviética que muchos
consideraron como un Imperio la economía del país entró en la recesión,
en la sociedad reinaban los ánimos negativos, aparecieron nuevas fuerzas
políticas cuyo objetivo no siempre fue el desarrollo. La llamada parada
de las soberanías provocada por el conflicto de intereses entre las
autoridades federales y republicanas fue la causa principal de la
reconstrucción política del territorio de la URSS. El nacimiento de los
nuevos Estados fue un proceso penoso y esto es lógico. En la historia no
hay ejemplos de una desintegración tranquila de las potencias que
desempeñaban un papel importante en el equilibrio de las fuerzas a nivel
global.
La nueva época en Rusia empezó con la reforma
de la Constitución, la determinación de las fronteras, la introducción
de otro sistema del Gobierno, la proclamación de los principios
democráticos. ¿Pudieron imaginar los diputados del parlamento que aprobó
la declaración de la soberanía estatal de Rusia en 1990, qué viraje
brusco realizaría el país? A día de hoy, es una pregunta retórica.
Rusia, de hecho, se convirtió en un Estado independiente, determinó sus
prioridades nacionales y ocupó su puesto en la política global. El
experto del Fondo Indem, Yuri Korguniuk, no duda que el 12 de junio es
una fiesta importante.
—Ocurrió lo que esperaba yo
durante mucho tiempo. En la época soviética, ya estaba maduro, fui
candidato a doctor de ciencias. Cuando tuve veinte años, me sentía en
este Estado totalitario como si estuviera en la cárcel. No me gustaba,
nuestros caminos se partían en direcciones opuestas. Desde 1990, mi
camino se cruzó con el de mi Estado. Por eso el 12 de junio es una
verdadera fiesta para mí.
El proceso de formación
del joven Estado ruso fue espinoso, lo que es explicable. Hay muchas
causas de esto: la sociedad heterogénea formada por varias etnias y
grupos religiosos, las ambiciones de los políticos incapaces de gobernar
el país, graves problemas económicos, la presión ejercida por las
fuerzas externas. Durante la primera década tras la formación de la
Rusia soberana estalló una crisis política en 1993, se libró un
conflicto bélico en Chechenia, aconteció el colapso económico en 1998.
En un momento, parecía que el país estaba al borde de una nueva
desintegración y una guerra civil. Pero después de que un nuevo grupo de
los políticos llegase al poder a principios de los 2000, la situación
cambió. Lo deberían reconocer incluso los críticos más feroces de las
autoridades actuales.
A día de hoy, se puede hacer
constar que Rusia es un Estado independiente y potente. ¿Quiere decir
esto que todos los ciudadanos de Rusia consideran el 12 de junio como su
fiesta personal? A juzgar por todo, no es así. Ante todo, muchos siguen
sintiendo nostalgia por la época soviética, opina el jefe del
departamento de Politología de la Escuela Superior de Economía, Leonid
Poliakov:
—El 12 de junio es una fecha que es
difícil interpretar de modo adecuado. Rusia proclamó su independencia
cuando todavía formaba parte de la URSS. Y los intentos de los que
sienten nostalgia por la URSS de vincular el Día de Rusia con los
acontecimientos del pasado soviético desacreditan esta fecha. Una parte
de la sociedad cree que el colapso de la URSS es una tragedia
geopolítica y humana. Por otro lado, vinculamos la formación de la Rusia
soberana a esta fecha. Así es el problema principal.
Mientras,
es imposible cambiar la historia y regresar al pasado. Así las cosas,
la nostalgia se desvanecerá tarde o temprano. El país debe seguir
adelante. Y Rusia continúa fortaleciendo sus posiciones como un Estado
democrático que se formó a pesar de los problemas que acompañaban este
proceso. Los símbolos del Estado soberano seguirán cobrando importancia.
Así es la lógica de un proceso histórico. Si el Día de Rusia se celebra
al nivel más alto, esta fiesta se hará tradicional para los rusos. No
por casualidad, el 12 de junio, no sólo se organizan festejos con motivo
del Día de Rusia, sino también se otorga el premio Estatal a los
ciudadanos del país más destacados. Es una de las tradiciones que
muestra a la comunidad internacional las capacidades de Rusia y sus
ciudadanos.
ek/mo/er
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