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Aunque ya estan en libertad sin cargos, los fotoperiodistas Raúl Capín y
Adolfo Luján fueron detenidos durante 24 horas por la policia española.
Motivo: hacer fotos. Si hay algo que molesta a los verdaderamente
violentos, es decir, la policia española y sus jefes, que aunque
obedezcan ordenes de un gobierno criminal no por ello se eximen de
responsabilidad, como bien afirma el Tribunal Internacional de Derechos
Humanos, es que queden testimonios, especialmente gráficos, de sus
desmanes.
Se trata de otra vuelta de tuerca de las autoridades para criminalizar
no solo las protestas sociales, sino también a los medios de información
alternativos, que no asumen como verdad los dictados del gobierno ni de
las grandes empresas.
Las fotos que el gobierno no quiere que se vean |
Por ello, Capín y Luján, que habian realizado impactantes fotoreportajes
sobre la violencia policial contra las protestas sociales, han sido
castigados (aunque, afortunadamente, ningun juez ha seguido el juego a
la Delegación del Gobierno de Madrid y a los mandos policiales).
El fotoperiodista Raúl Capín, fotógrafo freelance y colaborador habitual de Diario Independiente Digital y Mundo Obrero, fue detenido en su domicilio de Madrid acusado de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad.
El fotoperiodista Raúl Capín, fotógrafo freelance y colaborador habitual de Diario Independiente Digital y Mundo Obrero, fue detenido en su domicilio de Madrid acusado de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad.
“Todo apunta a que la detención tiene una relación directa con su trabajo. Raúl es un fotógrafo que cubre lo que hacen los movimientos sociales y que cuando pasa algo está ahí“, concluyen. En la misma línea, un comunicado del colectivo de contrainformación Fotogracción define a Capín como “un testigo incómodo” para las actuaciones de la autoridad. Por eso mismo, por las fotos que ha conseguido hacer publicas del salvajismo policial y por la demostracion de que los incidentes surgidos en varias manifestaciones fueron provocados por policias infiltrados, el gobierno le tiene entre ceja y ceja.
Capín había sido señalado por la prensa conservadora como supuesto provocador extremista infiltrado en las manifestaciones. El diario ABC publicaba el 17 de abril un artículo firmado por Carlos Hidalgo —cronista especializado en “fuentes policiales”— en el que se afirmaba de que la Policía investiga a “radicales de izquierdas” que “participan en manifestaciones y protestas callejeras escudándose tras falsas credenciales de periodistas”. En la versión impresa, la noticia iba acompañada de tres fotografías de Raúl, con la cara pixelada, destacado entre otros muchos fotoperiodistas a quienes no se había pixelado.
Raul Capin tambien fue agredido por la policia |
Cuatro días antes, El Mundo y La Razón llevaban a sus portadas imágenes del escrache de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en el domicilio del presidente del Congreso, Jesús Posada, en las que también aparecía Raúl, al que identificaban como manifestante y no como periodista. Mundo Obrero denunció la manipulación en su día.
El 1 de Mayo, mientras cubría una concentración antifascista, la Policía volvió a identificarle. En el minuto 2’25” de este vídeo de Jaime Alekos se muestra el diálogo entre el periodista y un mando policial que se negaba a aceptar su acreditación. “Luego me dejas tu documentación, porque periodista tú no eres”. Carpín le extendió su brazalete del colegio de periodistas de Barcelona, a lo que el mando le contestó “esto no le acredita para nada, como que se hace pasar por periodista, eso es lo que le acredita. Usted me enseña la documentación como cualquier ciudadano”.
En julio de 2012, el fotoperiodista fue agredido por agentes antidisturbios mientras fotografiaba una manifestación minera en Madrid.
Raúl está igualmente participando en la creación de una plataforma de informadores (sin distinción entre profesionales y activistas) para actuar conjuntamente contra la represión policial que están sufriendo al cubrir desahucios, concentraciones y protestas en Madrid. Colaboradores de proyectos como Toma La Tele, Audiovisol, Tele K y DIAGONAL han denunciado un aumento de intimidaciones por parte de la policía en los últimos meses, mientras Interior insiste en que deben llevar un chaleco identificativo al que sólo pueden acceder los miembros de la ANIGP-TV (Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y TV) o la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España). Para entrar en estas asociaciones es necesario estar dado de alta como periodista, por lo que los activistas o freelance ocasionales quedan vetados.
A la salida de los juzgados de Plaza de Castilla, Capín ha abrazado a
sus padres y ha saludado a las personas que se habían concentrado en el
lugar para mostrarle apoyo.
“No voy a dejar de hacer fotos, voy a seguir con la misma labor informativa”, ha declarado el fotógrafo, que se considera víctima de una “persecución, a su salida de los juzgados, tras lo que se ha dirigido a los periodistas presentes: “Cada vez hace falta más gente para dar una información veraz, libre, que no dependa de determinados grupos empresariales”.
“No voy a dejar de hacer fotos, voy a seguir con la misma labor informativa”, ha declarado el fotógrafo, que se considera víctima de una “persecución, a su salida de los juzgados, tras lo que se ha dirigido a los periodistas presentes: “Cada vez hace falta más gente para dar una información veraz, libre, que no dependa de determinados grupos empresariales”.
Alfonso Luján es colaborador de Capín y, además de agresión, cuenta con el cargo de calumnias, ya que, según fuentes policiales, “ha asegurado en redes sociales y foros que son los infiltrados de la policía los que comienzan los disturbios y lanzan cosas a la policía”.
Según el testimonio de Capín, la policia asegura que hay fotos que demuestran que el día 23, cuando Capín se encontraba cubriendo una manifestación, éste agrede a un agente de la autoridad.
“La única foto es la que mostró el diario La Razón, que es un medio de comunicación que se ha dedicado a hacer escraches a la gente para que terminen detenidos. Simplemente tengo la mano en la espalda de una persona que va de paisano, y que por lo visto es policía”, se ha defendido. “También se supone que iba con un palo y una rama pegando a policías. No hay ningún documento gráfico que pueda demostrar eso, como el jueg ha podido ver”, ha añadido.
Capín ha querido llamar también la atención sobre lo que considera una “escalada represiva” que ahora se está dirigiendo contra “los medios que quieren ser independientes, que quieren ser libres, que quieren contar la verdad de lo que pasa en las calles, en las fábricas, de lo que está ocurriendo con muchos ciudadanos que cada vez viven en peor situación por los recortes”.
Para este fotoperiodista, la detención ha sido una “metedura de pata”. “Lo que les ha molestado es que haya fotos cuando detienen. Nos han dado una razón de peso, porque resulta que esos encapuchados que tiraban piedras en Santa María de la Cabeza [durante el 25-A], eran agentes de policía“, ha afirmado. “Ahora ponen en evidencia que entre los que han tirado piedras, han volcado contenedores, han creado una situación de violencia, había miembros del Cuerpo Nacional de Policía”.
Estos compañeros, con sus reportajes fotográficos, permiten que todos podamos ver la represión que la Delegada del Gobierno – Cristina Cifuentes – ordena continuamente en Madrid, al igual que otros lo hacen en otras partes de España, donde la ola de violencia contra los ciudadanos y los trabajadores intenta meter miedo y criminalizar toda protesta contra los dictados de la troika comunitaria y la sumisa obediencia del gobierno español y los gobiernos autonomicos, que dan constantes vueltas de tuerca contra la clase trabajadora.
La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) y el Sindicato de Periodistas de Madrid (SPM) tambien habian pedido "la inmediata puesta en libertad" de los dos fotoperiodistas detenidos en sus domicilios de Madrid, Raúl Capín y Adolfo Luján.
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