Es la
llama encendida en ña sangre del pueblo
Es el ave
que canta en el alma creadora
Es el sol
que ilumina y la lluvia que cae
Es el
ardiente ocaso anunciando la aurora
Es la expresión sublime del sentir colectivo
Es el
canto telúrico de nuestra madre tierra
Es la voz
del poeta y el pincel del pintor
Es el
sólido brazo del anciano escultor
Condenando
la guerra.
Es la
bella imagen de lo que es la mujer
Alfa y
omega de toda creación
Es la
lira que llora, el arpa que dibuja
Entre
sónicas cuerdas la más bella canción.
Es
la bella anécdota y la leyenda mítica
Que
contaba el abuelo cuando éramos niños
La danza
del cafeto y maquilishuat en flor
Es la
flor siempre viva reflejando el sol.
Es
meterse en el alma la sonrisa infantil
Diciéndole
a los hombres que es posible vivir
Sin hace
daño a nadie cultivando el amor
Es decir: amémonos y amemos la obra
Que el
tiempo nos ha dado sin nada reclamar
Madre
naturaleza arte sin comparar
conjugando
por siempre el verbo amar.
Es la
suma belleza irradiada en el mar
Es la ola
que llega, se va y luego regresar
Esa el
copo de nieve adornando las ramas
Son hojas otoñales que mueve el vendaval.
Es el
rojo del ocaso, y es el claroscuro
Con que
despierta el día, umbral de lo estético
El alma
del pintor, el brazo escultor
Es el
amor frenético del poeta y su pluma
Es el
acto de la vida y la vida es amor.
Cultura
es amar lo bello
Es crear
lo bello
Es morir
por lo bello
Nacer y
vivir para crear.
Es el
amor no es otra cosa
Que las más
bellas perlas
Se
encuentran en el lodo.
Es la
hora del pueblo
Su bello despertar.
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