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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ratificó la
importancia de que América Latina actúe de forma conjunta para imponer
condiciones al capital y evitar que individualmente los países sean
sometidos al capricho de empresas transnacionales.
Durante un encuentro con periodistas en la ciudad de Guayaquil, Correa recordó que Latinoamérica es la región con más demandas por parte de empresas transnacionales. Ante esto, el mandatario reiteró la necesidad de crear un nuevo sistema alternativo, que permita una justa solución de controversias entre Estados y empresas, reseñó El Ciudadano.
“Cada país individualmente va a ser sometido a los caprichos del capital. Como región podemos imponer las condiciones al capital”, puntualizó.
Señaló que espera que se concrete un Centro de Arbitraje regional en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Correa consideró como “atracos” las consecuencias económicas que tienen para los países el uso de los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI), de los que se valen las empresas transnacionales para demandar por cantidades multimillonarias a naciones soberanas.
Actualmente Ecuador enfrenta un caso contra la empresa Chevron, luego que el Tribunal de Arbitraje de la Organización de las Naciones Unidas ordenara a Quito impedir la ejecución de una sentencia emitida por una corte del país contra esta transnacional, para que esta empresa pagara 19.000 millones de dólares por los daños ambientales dejados en la Amazonia ecuatoriana durante sus operaciones, entre 1964 y 1990.
El fallo invocó el Tratado Recíproco de Inversiones entre Ecuador y Estados Unidos, que entró en vigor en 1997, y que ha sido denunciado por el país andino para su anulación, por considerarlo lesivo a sus intereses.
Texto/AVN
Durante un encuentro con periodistas en la ciudad de Guayaquil, Correa recordó que Latinoamérica es la región con más demandas por parte de empresas transnacionales. Ante esto, el mandatario reiteró la necesidad de crear un nuevo sistema alternativo, que permita una justa solución de controversias entre Estados y empresas, reseñó El Ciudadano.
“Cada país individualmente va a ser sometido a los caprichos del capital. Como región podemos imponer las condiciones al capital”, puntualizó.
Señaló que espera que se concrete un Centro de Arbitraje regional en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Correa consideró como “atracos” las consecuencias económicas que tienen para los países el uso de los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI), de los que se valen las empresas transnacionales para demandar por cantidades multimillonarias a naciones soberanas.
Actualmente Ecuador enfrenta un caso contra la empresa Chevron, luego que el Tribunal de Arbitraje de la Organización de las Naciones Unidas ordenara a Quito impedir la ejecución de una sentencia emitida por una corte del país contra esta transnacional, para que esta empresa pagara 19.000 millones de dólares por los daños ambientales dejados en la Amazonia ecuatoriana durante sus operaciones, entre 1964 y 1990.
El fallo invocó el Tratado Recíproco de Inversiones entre Ecuador y Estados Unidos, que entró en vigor en 1997, y que ha sido denunciado por el país andino para su anulación, por considerarlo lesivo a sus intereses.
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