31.01.2013, 13:18
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Foto: EPA
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En Munich comienza la Conferencia internacional para la seguridad (1º-3 de febrero) en cuya agenda figuran problemas de la Unión Europea, de la seguridad en la zona europea del Atlántico y en el ciberespacio.
No bstante, sobre el tapete también figura la situación en los países árabes.
Entre los altos invitados a la 49ª Conferencia de Munich figuran el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov; el vicepresidente de EEUU, Joseph Biden; la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton; el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen; los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoğlu, y de Alemania, Guido Westerwelle. La agenda es bastante tradicional para el foro de Munich: la crisis en la eurozona, la seguridad en la zona europea del Atlántico, en Europa del Sudeste y en el Cáucaso, el terrorismo, la diplomacia en la era digital. Cuales son los avances, que medidas a adoptar.
En 2011, a estos temas se sumó la situación en Egipto. Por aquellas fechas, lo que sucedía en el país recibió el calificativo de “inestabilidad”. Las revueltas en este país árabe pasaron a ser uno de los temas centrales del foro anterior. Pasados dos años, vuelve a figurar como el tema central de la agenda. Sólo que la geografía de los conflictos ahora es mucho más amplia. En la agenda de la 49ª Conferencia el tema se intitula “Siria, Malí y más allá de sus fronteras. ¿Qué hacer con las crisis?”. La Conferencia para la seguridad es el foro más idóneo para intentar hallar respuestas a estos interrogantes, pues lo que está en juego no es la seguridad de un país concreto y ni siquiera de una región. La propagación del terrorismo amenaza también a los países europeos. A decir verdad, ellos mismos generaron este peligro. La actual política del mundo occidental tiende a ahondar la confrontación entre éste y los países islámicos, opina Veniamín Popov, exembajador de Rusia en Yemen y Libia.
—Los países occidentales deben sacar conclusiones. Con sus acciones no hacen sino aupar el poder o consolidar las posiciones de los islamistas. La amarga experiencia de Libia no ha servido para nada. Prácticamente lo mismo se está intentando hacer ahora con Siria. La zona se convertiría en un foco de tensiones sumamente difícil de apagar. ¿Cómo evolucionarían los sucesos? EEUU y otros países de la OTAN planean retirar sus contingentes de Afganistán, donde los talibanes refuerzan sus posiciones. Consiguientemente, aparecen nuevos frentes de lucha contra el mundo occidental.
Expertos destacan las reacciones de EEUU y de Rusia a la operación en Malí. EEUU evidentemente no desea verse involucrado en el conflicto, prestando asistencia a los franceses tan solo en el traslado de tropas. Rusia también ha apoyado la operación francesa, indica el politólogo alemán Alexánder Rahr.
Los participantes en la Conferencia no sólo tratan problemas relativos al Oriente Próximo. En la sala de bailes del hotel Bayerischer Hof se sostendrían debates sobre la seguridad en la zona europea del Atlántico. Los principales actores aquí serán EEUU y Rusia que en Munich tradicionalmente plantean el tema del escudo antimisiles en Europa y también tradicionalmente intercambian reproches.
Ello no obstante, al abandonar el cargo de secretario de Estado, Hillary Clinton manifestó que en los próximos años se registrarán importantes avances en las relaciones entre Rusia y el mundo occidental. La actual tirantez entre Moscú y Washington no afectará el diálogo sobre la defensa antimisiles, opina el profesor del moscovita Instituto estatal de relaciones internacionales, Mijaíl Troitski.
—Es muy probable que al decirlo, el exsecretario de Estado insinuara que ahora es Rusia la que debería adelantar iniciativas. El Kremlin debería determinar en qué medida la defensa antimisiles, así como varios otros proyectos militares que están en marcha en EEUU, obstaculizan la sucesiva reducción de las armas nucleares. Posiblemente, Rusia considere posible considere posible continuar el proceso negociador o las relaciones se limitarán al Tratado START de 2010.
A propósito, precisamente en Munich, Serguéi Lavrov y Hillary Clintonhace dos años intercambiaron las cartas de ratificación del Tratado START, luego de lo cual este documento entró en vigor. Más no por eso el número de temas en la agenda de la Conferencia de Munich disminuyó.
Ach/mo/sn
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