A diferencia de muchos jóvenes de su edad, Saraí se dedica por las tardes a la noble tarea de enseñar a leer a escribir a un grupo muy particular. Son adultos mayores del cantón Güiscoyolate, en Izalco, quienes consideran que nunca es tarde para aprender.
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 03 DE FEBRERO DE 2013 04:40 | POR ALESSANDRA QUIÑÓNEZ
Saraí Esmeralda Madrid Bautista es una joven de 15 años, estudiante de primer año de bachillerato del Instituto Thomas Jefferson, de Sonsonate. A su corta edad, esta joven dedica gran parte de su tiempo a la tarea de alfabetizar a un grupo de cuatro personas del cantón Güiscoyolate, del municipio de Izalco.
Saraí forma parte de un grupo de voluntarios que se encargan de alfabetizar, de manera gratuita, a adultos de su localidad.
En el 2010, Saraí se incorporó al grupo de voluntarios del Programa Nacional de Alfabetización Educando para la vida, desarrollado por el Ministerio de Educación desde el 2009.
“Yo me enteré de este programa a través de mi hermana. Ella me preguntó si yo podía dar clases y le respondí que sí porque siempre me había llamado la atención hacerlo”, confiesa la adolescente.
A partir de entonces, Saraí comenzó a buscar dentro de su cantón a personas que no pudieran leer ni escribir, y fue así como integró su primer círculo de enseñanza, conformado por Sara Pérez, de 64 años, y Rosa María Alas, de 57.
Dos años más tarde, en el 2011, otras dos alumnas se incorporaron a su círculo. Y así, la joven maestra llegó a conformar un grupo de cuatro alumnas, a quienes ha impartido clases de lectura y escritura durante dos horas diarias.
“Al principio fue difícil por mi escuela, pues yo tenía que ir a estudiar, así que organicé bien mi tiempo para poder hacer las dos cosas” confiesa.
La adolescente tenía que estudiar en la mañana, dar clases por la tarde y hacer sus tareas por la noche. Pero eso no fue motivo para que esta joven sonsonateca desistiera en su labor de alfabetizar a su grupo. Fue así como Sara y Rosa finalizaron los tres niveles que conforman este programa de alfabetización, que llega hasta sexto grado.
El proceso de enseñanza no fue fácil para Saraí, a pesar que contaba con el material didáctico, una guía de estudio y conocimiento propio. El reto era grande ya que sus alumnas no sabían leer ni escribir. “Fue un largo proceso, porque me costó con ellas”, afirma.
Sara Pérez, una de sus alumnas, agradece a la joven el tiempo que les ha dedicado. “Yo le agradezco mucho a Sarita por habernos enseñado durante estos tres años, porque yo me le enojaba pero ella me decía que yo iba a aprender fuera como fuera”, relata.
Rosa María, otra de sus alumnas, también expresa su gratitud por el esfuerzo y el tiempo que la joven les dedicó. "Ahora me queda claro que nunca es tarde para querer aprender".
En el departamento de Sonsonate, el Programa Nacional de Alfabetización ha atendido a un total de 3,895 personas, de las cuales 413 han completado el programa; mientras que en el municipio de Izalco, desde el 2010, mil 739 personas han sido alfabetizadas.
Este año, mil personas esperan ser acreditadas dentro de los municipios de Izalco, Sonsonate, Nahuizalco, Nahuilingo, Jayaque y Acajutla, para seguir el ejemplo de Saraí.
El esfuerzo por enseñar es posible gracias a la labor que realizan los voluntarios del programa Educando para la vida. “Es una experiencia muy bonita, saber que gracias a mi esfuerzo ellas pueden aprender. A la vez, el programa me ha servido para descubrir que tengo la capacidad de enseñar a otros”, subraya, satisfecha, esta joven alfabetizadora.
Programas como estos no sólo contribuyen a la educación de los adultos mayores, sino que ayudan a aumentar la autoestima de las alumnas, al sentirse orgullosas y capaces de leer y escribir. “Me siento dichosa de haber aprendido”, puntualiza Rosa María, de 57 años.
El programa Educando por la Vida forma parte del Programa de Alfabetización desarrollado por el Ministerio de Educación (MINED) y tiene una duración de 200 horas, las cuales se pueden desarrollar en diferentes horarios y días de acuerdo a la disponibilidad de tiempo, tanto de la persona alfabetizadora voluntaria como de las personas a alfabetizar.
Según datos de el MINED, el índice de Analfabetismo en el país es del 17.97%, de acuerdo al último censo realizado en el 2007.
En ese mismo año, la población analfabeta mayor de 15 años ascendía a 682,399, de una población adulta total de 3,797.146.
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