11.02.2013, 18:18
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Foto: Ria Novosti
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Científicos rusos del Instituto de Investigación Ártica y Antártica tomaron muestras del lago subglacial Vostok en la Antártida
Se valieron de una técnica de perforación estrenada con buen éxito por sus colegas daneses durante unas investigaciones efectuadas en Groenlandia. Este método permite aislar el pozo del exterior y proteger el lago del contacto con formas de vida terrestre, cuenta a la Voz de Rusia Valeri Lukín, jefe de la expedición antártica rusa:
- La vez pasada llegamos a perforar en la estación Vostok hasta la marca de 3 505 metros y nos detuvimos cerca de la superficie del agua. Empero días pasados tuvimos que retroceder y reanudar la perforación partiendo de la marca de 3431,8 metros porque desde la experiencia anterior a esta parte se había formado una capa de hielo. Esta vez conseguimos extraer del lago Vostok una columna de agua recién congelada de cincuenta y cuatro metros de alto. En esa agua puede haber organismos vivos que habitan el lago desde hace miles de millones de años. Los perforadores volverán a casa en avión este mes de febrero. En contraste, el personal científico deberá hacer acopio de paciencia: no existe un avión en que quepa la instalación refrigeradora capaz de transportar la gigantesca columna de hielo al Instituto de investigacón ártica y antártica que se encuentra en San Petersburgo. Esta instalación llegará en mayo a bordo de un barco.
Especialistas norteamericanos participantes en el proyecto WISSARD (Whillans Ice Stream Subglacial Access Research Drilling) han anunciado que después de diez años de preparativos consiguieron sacar muestras de agua de un pequeño embalse situado cerca del confín occidental de la coraza de hielo que cubre la Antártida. Aunque no han encontrado nada interesante en el agua, los estudiosos estadounidenses están eufóricos. Y no es para menos: como dicen los científicos, lo negativo también importa. No hay que perder de vista una circunstancia, a saber, el lago que alcanzaron los norteamericanos se encuentra bajo una capa de hielo de ochocientos metros de espesor mientras que “Vostok” del que extrajeron muestras los rusos está a más de tres kilómetros de profundidad. En este último lago podían haberse formado condiciones muy diferentes para la existencia de ciertas formas de vida.
Los estudiosos de distintos países confían en que ahora se aclare cómo se comunican, quizá, los ríos y trescientos lagos subglaciales de la Antártida. Además, existe una posibilidad tangible de aprovechar el equipo y las tecnologías empleados en la Antártida a la hora de explorar otros planetas, concretamente un lago subglacial descubierto en Júpiter.
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