Buenos días mi querido Pocianito, a las cinco
de la mañana después de
tomar un baño
requetehelado, ya que me
zampo en la pila
todos los días, me sentí
el ser más
feliz de la vida: Vi
una bandada de pájaros
cruzando el infinito que
me regresaron a la infancia como
cuando íbamos a la escuela o
cuando jugábamos con vos
pelota, pepas al shusco, ladrón librado, una dos
tres para mi, escondelero, y juntos peregueteabamos en pelo en los caballos chucaros,
y todos los juegos
infantiles que juntos practicamos
en nuestra infancia.
Como no es prohibido
soñar, y como por soñar
no se paga, sueño que
soy el ser más feliz
de la tierra. Veo pasar los huracanes
políticos y poniéndoles atención
considero que soy feliz con
mi vocación de servir a
mis semejante y a la naturaleza, soy lo que
siempre me propuse ser,
un ser libre, amoroso,
respetuoso con la gente e irreverente ya que
nunca me han gustado
ni he aceptado imposiciones
de ningún lado.
La vida Poncianito, me ha
enseñado a no ser
espejista ni conformista, tengo lo necesario producto de mi
sudor y nunca he
ansiado más de lo que
necesito abrigo, techo, alimento y
tener mi mente clara y
mis piernas fuertes aunque
viejas para hacer lo que debo hacer y para llegar donde tengo que llegar.
Hay veces, que me
lastimo por variables que no están en mis
manos manejar y problema sociales
que no
están a mi alcance resolver, sin
embargo; he dedicado
toda mi vida al
cuido y respeto amoroso a mis
congéneres no tratando de herir susceptibilidades con posiciones
mendaces o actuaciones no acordes
con la ética y la moral.
Como el cielo no lo
han secuestrado aun me divierto
viendo las estrellas desgajarse desde
el infinito y reposar en
el gramal de mi
existencia y aunque la tierra esté
tomada me divierto admirando
la dialéctica naturaleza en
floración y producción indefinida.
He aprendido a ver
con los ojos de mi conciencia lo que
muchos jamás lograrán: el
objetivo final del
ser sobre la tierra es la felicidad, entonces puedo decir que posesionado del
significado del significado
soy feliz, por lo tanto
existo!
No derrames lágrimas sobre tumbas
colectivas, lucha de forma permanente contra el
crimen que las cavan. No llores a
los muertos, brinda felicidad
a los vivientes, siéntete y
sonríe como el niño que marcha hacia
la escuela como el labriego o
cualquier trabajador
honesto, que vuelve al
hogar con el producto de su
trabajo.
Despierta a la vida Ponciano, los ocasos no
existe si nuestra iluminación es
permanente, la opacidad del ser reside no en otra
cosa, sino en la incapacidad de ser
feliz e irradiar alegría a la
vida.
Tu hermano de infancia.
Calixto Felicidad Espino.
Ateolandia Libertad
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