http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/19965-embajadora-de-eeuu-reconoce-asesinato-de-miskitos.html
por Los Necios - OPLN
Miércoles, 30 de Mayo de 2012 16:31
Delegación de Observadores de Derechos Humanos encuentra
preocupantes evidencias de participación de los Estados Unidos en
asesinato de pobladores Miskitos en Ahuás
Una delegación de académicos, activistas de derechos humanos y
derechos laborales, ciudadanos de Estados Unidos y Canadá, varios con
amplio conocimiento sobre Honduras, organizados por las organizaciones
de derechos humanos de Estados Unidos y Canadá Rights Action y Alliance
for Global Justice, visitaron la comunidad de Ahuás en el departamento
de Gracias a Dios en la región conocida como la Moskitia al este de
Honduras del 22 al 23 de Mayo del 2012.
El 11 de Mayo del 2012, cuatro
helicópteros llevaron a cabo una aparente interdicción de drogas cerca
de la aldea de Ahuás. Al menos uno de los helicópteros abrieron fuego
contra un bote de pasajeros matando a dos mujeres embarazadas, un joven
de 14 años y a un hombre de 21 años, e hirieron gravemente por lo menos a
otros cuatro. El objetivo de la visita fue investigar sobre esta
tragedia.
De acuerdo a los reportes de la prensa,
el Departamento de Estado de Estados Unidos reconoce que los
helicópteros participantes fueron titulados al Departamento de Estado
pero que fueron piloteados por militares guatemaltecos y contratistas.
La DEA confirma que un Equipo de Apoyo Consultivo Enviado al Extranjero
de la DEA (FAST, por sus siglas en inglés) participó en la operación
apoyando a un Equipo de Respuesta Táctica de la Policía Nacional,
mientras que el Comando Sur alega que ningún personal del ejército de
los Estados Unidos o contratistas participaron en la acción.
Nuestra delegación entrevistó a los
representantes de la comunidad local, sobrevivientes heridos, familiares
y testigos en la escena así como a un oficial del ejército de Honduras.
Basándonos en nuestra investigación, fuimos capaces de confirmar que:
1. Luego de la masacre los
helicópteros aterrizaron para incautar drogas de un bote cerca del sitio
de la masacre. Todos los que salieron de cada helicóptero fueron
identificados como hombres angloparlantes, altos, de piel clara con poca
habilidad en español, vistiendo uniformes militares, que parecían ser
personal militar de los Estados Unidos. Éstos llevaron a cabo todas las
acciones en tierra, aparentemente teniendo un rol mucho mayor que de
apoyo en la operación.
2. Estas fuerzas de seguridad
identificadas como Estadounidenses apuntaron sus armas, amenazaron con
asesinar y esposaron a residentes locales que intentaban asistir a los
heridos en la masacre durante aproximadamente 2 o 3 horas, mientras el
personal militar recuperaba las drogas, forzando a punta de arma a un
familiar de una de las víctimas para transportar las drogas de un bote
hasta los helicópteros. De esta manera las fuerzas de seguridad
impidieron la atención médica de emergencia a las víctimas que
permanecían en el margen del río y en el agua hasta que los helicópteros
se retiraron. Una víctima herida sangraba mientras se aferraba a las
plantas del río por más o menos tres horas antes de ser asistida.
3. Todos los testigos declararon de forma independiente que los disparos provenían de arriba desde un helicóptero.
4. Ni el gobierno de Estados Unidos
ni el de Honduras han entrevistado a los testigos oculares o recopilado
evidencia en la escena del crimen lo que indica que no se están
conduciendo investigaciones serias sobre la masacre que fue llevada a
cabo por uno de los helicópteros propiedad de Estados Unidos con la
participación de Fuerzas de Seguridad de Estados Unidos.
5. Desde la masacre, Ahuas ha sido
ocupada por varias docenas de tropas hondureñas que patrullan las calles
de tierra y declaran que permanecerán allí mientras sea necesario.
Hemos recibido reporte de que la presencia militar de Estados Unidos en
la comunidad cercana de Ahuas incrementa, un centro de operaciones
militares ha sido establecido en la comunidad cercana de Brus Laguna así
como una base militar estadounidense militar en Caratasca,
aproximadamente a una hora en bote desde Ahuas.
Nuesta visita a la región de la Moskitia en Gracias a Dios ha levantado un gran número de preocupaciones.
1. Estamos extremadamente
preocupados por la falta de una investigación fidedigna. El gobierno de
los Estados Unidos niega categóricamente la posibilidad de que sus
fuerzas de seguridad estuvieron involucradas en los asesinatos, o que
los Estados Unidos comparten la responsabilidad. En su lugar, el
Departamento de Estado alega que está “cooperando” con las
investigaciones hondureñas y envía todas las investigaciones a los
oficiales del gobierno de Honduras; a pesar del hecho de que la Fiscalía
General de la República, la Policía Nacional y el ejército son
reconocidos ampliamente como corruptos.
2. Estamos profundamente preocupados
por la militarización que observamos. El ejército de los Estados Unidos
y las fuerzas de seguridad civil en Honduras están aplicando tácticas
de contrainsurgencia para combatir el tráfico de drogas y militarizando
las regiones donde hay valiosos recursos naturales. Por lo tanto, hoy
estamos presenciando el resurgimiento de los escuadrones de la muerte y
la re-militarización de Centroamérica tal y como sucedió en los `80s.
Estamos alarmados por los reportes de prensa sobre la reciente
transferencia de tácticas de contrainsurgencia y personal de Iraq y
Afganistán a Centroamérica. Mediante la caracterización de la población
general y las autoridades locales como traficantes de drogas, las
comunidades indígenas se han convertido en el enfoque de las acciones
contrainsurgencia.
3. Muchas personas con las que
hablaron, incluyendo representantes de varias organizaciones indígenas,
están profundamente preocupadas porque la militarización y violencia
generada por la “guerra contra las drogas” crea un impacto negativo en
sus comunidades y porque se enfoca en lugares donde hay recursos
naturales importantes, ríos con potencial hidroeléctrico, petróleo y
bosques. La compañía tejana Texas Oil and Gas Company, una empresa
conjunta con concesiones en la Moskitia, estima que hay de seis a ocho
millones de barriles en reservas de petróleo en la Moskitia.
4. Nuestro grupo está indignado al
ver que este es el papel que nuestro gobierno juega y cómo nuestros
impuestos están siendo utilizados. Nos preguntamos qué hace nuestro país
trayendo modelos de contrainsurgencia a un país donde el respaldo
estadounidense a acciones cubiertas de contrainsurgencia ha causado
tanto sufrimiento en el pasado.
5. Lo que vimos en la Moskitia fue
pobreza extrema y una atmósfera de terror siendo generada en el área
donde la población indígena ahora está perdiendo el control de sus
recursos, que son clave para el desarrollo de su economía.
Ante lo que observamos en nuestra visita y las preocupaciones provocadas, demandamos:
1. Que el Congreso de los Estados
Unidos investigue y mantenga audiencias sobre el papel de los Estados
Unidos en los eventos del 11 de Mayo del 2012 en la Moskitia.
2. Que investigaciones serias e
independientes tomen lugar explorando el rol y responsabilidad de los
agentes del gobierno de los Estados Unidos en la masacre del 11 de Mayo
en Ahuas, ya sean agentes de la DEA, contratistas de seguridad privada
bajo la dirección o contratados por agencias del gobierno de los Estados
Unidos u otras fuerzas de seguridad. Esta investigación debe incluir la
identificación de la responsabilidad criminal de individuos
específicos.
3. Que los derechos y decisiones de
las comunidades indígenas y movimientos populares serán respetados en
lugar de ser tratados como traficantes de drogas e insurgentes, obviando
completamente sus derechos humanos fundamentales.
4. Que el gobierno de los Estados
Unidos se pronuncie públicamente contra la presencia de individuos con
involucramiento ampliamente reconocido en el tráfico de drogas y
escuadrones de la muerte dentro del sistema de justicia de Honduras hoy
en día.
5. Que en vista de los abusos que
documentamos, el gobierno de Estados Unidos debe retirar todas sus
fuerzas de seguridad incluyendo la DEA y contratistas privados de
Honduras, así como el cese de toda la asistencia y entrenamiento militar
y promoción de la re-militarización en Centroamérica.
Tegucigalpa, Honduras
27 de Mayo del 2012
Judith Ancel, Kansas City, KS
Susan Cole, Lafayette, LA
Mary Dean, Chicago, IL
Jean Grahame, Farmington, IL
Alice Kitchen, Kansas City, MO
Greg McCain, Chicago, IL
Maria Robinson, ¿??, CA
Irene Rodriguez, Boulder, CO
Karen Spring, Toronto, ON
Melissa Stiehler, Kansas City, MO
John Walkey, Boston, MA
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