Son ya 60 años de la declaración de los derechos humanos y todo este tiempo ha sido un tiempo de lucha y resistencia de los pueblos y personas por hacerlos respetar; Pero: ¿Qué tan derechos son? ¿Son verdaderamente aplicables? ¿Los estados respetan y cumplen esos derechos? Esas son las cosas que no cuentan y de las que el Imperio se aprovecha para seguir manteniendo a los hombres privados de los mismos.
Es importante por una parte entender el rol que juegan los derechos humanos dentro de la esfera social y económica del planeta; y por otra analizar desde una concepción de clase a los mismos.Como ya Lenin aseguraba que hay ocasiones que las cuestiones de la humanidad deben ceder su posición a las cuestiones del proletariado. Este momento debemos ver a los derechos humanos como una herramienta más de la clase obrera, y exigir su cumplimiento, sabiendo que ese cumplimiento se dará a medida que cambien las condiciones materiales de vida de hombres y mujeres; y a medida que cambie el sistema social.
Creer que los derechos humanos se cumplen sería el más grande los engaños y todas las libertades consagradas en ese documento son ajustables al capital; y por esta razón Engels identificando de la manera mas clara esa “igualdad burguesa” hace mas de siglo y medio dijo: “Los hombres son iguales a medidas que sus capitales son iguales”.
El artículo 5 declara: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”. Sesenta años después este al igual que los demás artículos son letra muerta en los países capitalistas, ¿o no hemos visto todas las atrocidades Yanquis realizadas en todo el planeta? Será que los defensores de la libertad, los derechos y la democracia no consideran tortura lo que sucedió en Abu-Grahib, que no ven lo degradante e inhumano que es el trato de los presos de Guantánamo, no se dan cuenta lo cruel que fue el napalm en Viet-Nam.
La mejor forma de conmemorar la declaratoria de los derechos humanos es, juntos todos los oprimidos, todas las que han visto esos derechos tan lejanos, todas y todos los que creemos que un mundo donde si se pueden cumplir, luchar por la construcción de un planeta donde la explotación del hombre por el hombre sea solo un mal recuerdo, donde verdaderamente exista igualdad y todos y todas seamos los dueños de nuestra vida.
Es momento de declarar los derechos de los oprimidos, y declarar también la guerra al imperialismo, a la burguesía y sus lacayos, y avanzar hacia el Socialismo.
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