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Dos expresidentes centroamericanos se han visto involucrados en
donaciones directas del gobierno de Taiwán: el guatemalteco Portillo
está siendo juzgado en EE.UU. por aceptar sobornos y el salvadoreño
Flores se encuentra prófugo de la Asamblea Legislativa.
ISRAEL SERRANO / LA PAGINA – El expresidente de
Guatemala, Alfonso Portillo, confesó recientemente ante un tribunal de
New York, EE.UU, haber recibido un soborno por $2.5 millones del
gobierno de Taiwán para apoyar ante la Organización de las Naciones
Unidas que el país asiático fuera incluido y reconocido ante el
organismo internacional. Este caso tiene muchas similitudes con el caso
del expresidente salvadoreño, Francisco Flores, quien confesó ante
parlamentarios haber recibido fondos de forma directa del gobierno de
Taiwán.
La primera coincidencia en ambos casos es que la entrega de fondos
por parte del gobierno de Taiwán se realizó bajo el mandado del
expresidente Chen Shui-bian, quien gobernó dicho país entre 2000-2008 y
que desde 2009 fue condenado a cadena perpetua por los delitos de lavado
de dinero, desvío de fondos públicos, corrupción, malversación de
fondos y sobornos.
Los mandatarios centroamericanos gobernaron sus respectivo países
entre 1999 y 2004, lo que encaja con el segundo mandato de Chen
Shui-bian tras ser reelecto en el cargo.
Flores al igual que Portillo, aceptó tener una relación
privilegiada con el gobierno de Taiwán e incluso afirmó haber recibido
fondos para apoyar el gobierno taiwánes ante las Naciones Unidas.
“Este reconocimiento en los foros internacionales, como la ONU,
hizo que se construyera una relación privilegiada, que se vio reflejada
en la cooperación taiwanesa y que tuvo muchas formas: apoyo a la
agricultura, crisis y todo tipo… una forma peculiar de cooperación que
era el único país que lo hacía, que el gobierno de Taiwán, a través de
su presidente, entregaba fondos directos a aquellos mandatarios,
gobiernos, fundaciones, organizaciones políticas que apoyaban a Taiwán
en sus aspiraciones de independencia”, expresó Flores en su momento ante
al comisión que lo investiga en la Asamblea Legislativa.
“Sabía que, a cambio de estos pagos, utilizaría mi influencia para
que Guatemala siguiera reconociendo diplomáticamente a Taiwán”, explicó
Portillo al juez que lleva su caso en EE.UU.
Además ambos casos se relacionan ya que los montos recibidos por
los exjefes de Estado fueron entregados con cheques. En el caso de
Portillo se le juzga por un soborno de $2.5, mientras Flores está siendo
investigado por al menos $10 millones supuestamente recibidos de
Taiwán; sin embargo, los diputados revelaron en un informe que podrían
ser más de $75 millones los malversados por el tercer presidente de
ARENA.
Tras conocerse los supuestos sobornos, tanto el gobierno de El
Salvador como el de Guatemala solicitaron información al respecto a
través de sus sedes diplomáticas a las actuales autoridades del país
asiático, con el objetivo de esclarecer el trato “privilegiado” a ambos
exgobernantes y el posible cometimiento de delitos en sus funciones.
Los cheques entregados por Taiwán a los exmandatarios no fueron
depositados en las cuentas gubernamentales como ocurre con la
cooperación internacional. En el caso del presidente guatemalteco se
conoce que los fondos terminaron en las cuentas de su exesposa María
Padua (fallecida en mayo de 2010) y su hija Otilia Portillo.
Sin embargo, en el caso de Francisco Flores se desconoce el destino de los fondos y los destinatarios de los mismos.
Los $2.5 millones entregados a Portillo fueron recibos por el
exgobernante y él ordenó a sus colaboradores depositarlos en cuentas de
EE.UU., específicamente en un banco con sede en Miami Florida, de donde
posteriormente se trasladaron los fondos a las cuentas de sus parientes
en un banco de París, Francia.
Un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) emitido por el
departamento del Tesoro de los EE.UU. y revelado por el Presidente de la
República, Mauricio Funes, detalló que el exmandatario estaría
involucrado en un movimiento internacional de dinero por al menos $10
millones.
La millonaria cantidad supuestamente procedía de donaciones
“directas” entregadas a Francisco Flores, las cuales fueron depositadas
en un banco de Miami, Florida, después movilizados a Costa Rica y su
último destino registrado fue Bahamas.
El guatemalteco supuestamente usaría los fondos entregados por
Taiwán para la apertura de “bibliotecas por la paz”, las cuales
incluirían un máximo de 30 libros, una esfera del mapamundi, el mapa de
Guatemala, un pabellón y libros para maestros. El proyecto lo realizó la
hermana del entonces mandatario Edna de Riley.
En el caso salvadoreños, el mismo Francisco Flores aseguró que los
fondos se usaron para apoyar a la Policía con el objetivo de eliminar
los secuestros, narcotráfico y reducir la violencia a nivel nacional.
Además de apoyar financieramente a las víctimas de los terremotos
registrados en 2001. Una de las colonias más afectadas por los
movimientos telúricos fue Las Colinas en Santa Tecla, cuyos residentes
desmintieron a Flores y reiteraron no haber recibido ayuda del
exmandatario.
Los exfuncioanarios del gobierno de Francisco Flores, tras ser
convocados a la comisión especial de la Asamblea Legislativa, afirmaron
desconocer la entrega de fondos de forma directa y recalcaron conocer
solamente las donaciones que ingresaban a El Salvador a través de los
canales diplomáticos y establecidos en la ley. Las
donaciones entregadas de forma directa que Flores confirmó haber recibido nunca ingresaron al presupuesto general de la nación.
Por su parte, exfuncionarios guatemaltecos del gobierno de Portillo
aseguraron que los fondos de Taiwán recibidos sí ingresaron a las arcas
del Estado; sin embargo, funcionarios del actual gobierno de Otto Pérez
Molina descartan la existencia y el registro de los millones entregados
por Taiwán.
Finalmente, Portillo se encuentra enfrentando a los tribunales en
EE.UU. por el delito de lavado de dinero, donde podría recibir una
condena de hasta 20 años de prisión, pero al cooperar y aceptar su
culpabilidad, la pena se reduciría a seis años tras las rejas.
Mientras, Francisco Flores se encuentra prófugo de la Asamblea
Legislativa luego de evadir las convocatorias realizadas por diputados
que investigan su caso.
Este vienes, los parlamentarios se reunieron nuevamente y
confirmaron que las investigaciones se extenderían a un préstamo por
$100 millones realizado en el gobierno de Flores destinado para
agricultura, de los cuales se desconoce el paradero de $30 millones.
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