Foto: EPA
La
dieta sin gluten cada vez es más popular entre los habitantes de la
Tierra. No es ninguna moda, sino una necesidad vital. Cada vez se dan
más casos del rechazo del organismo humano al gluten, una proteína que
se encuentra en los cereales. La incapacidad de absorber el gluten
provoca trastornos intestinales y puede ser causa de graves enfermedades
– desde el autismo hasta el cáncer.
Tomando
en cuenta el hecho de que los casos de la sensibilidad al gluten y la
enfermedad celíaca aumentaron notablemente en los últimos veinte años,
no cabe duda de que está relacionada con la introducción de los
organismos genéticamente modificados (OMG), indica la experta rusa Irina
Yermakova:
–Observamos
un rápido aumento de enfermedades oncológicas en las regiones del mundo
donde el uso de OMG es más generalizado. Además allí se registran más
casos de obesidad y diabetis que antes de que los alimentos transgénicos
se hubieran popularizado. Quizás la consecuencia más grave de la
ingestión de OMG sea la estirilidad, porque los casos de esterilidad que
se observan en las regiones en cuestión afectan a todos los seres
vivos. Esto podría conducir a la destrucción imparable de la biosfera ya
que dejan de reproducirse los insectos, las bacterias... Es decir, los
transgénicos es una bomba de efecto retardado.
Mientras
tanto, en el mundo no existe una opinión única en relación a la
conveniencia y seguridad de organismos transgénicos o carencia de las
mismas. En EEUU, por ejemplo, su comercialización es generalizada y no
exige siquiera etiquetado especial. En China se cultivan algodón y
papaya transgénicos, pero además está permitida la importación de maíz y
arroz modificados. Algunos países europeos, como Austria, Alemania,
Francia, Grecia, Polonia, Bulgaria, Luxemburgo, Hungria, se daclararon
libres de OMG. En cambio, Ucrania en breve pasará a formar parte de la
lista de los países donse se cultiva la soja transgénica: la decisión al
respecto ya está aprobada.
La
legislación sobre la producción y venta de alimentos derivados de OMG
varia enormemente de un país a otro, debido a que no existen
investigaciones científicas exhaustivas que prueben la inocuidad para la
salud y el medio ambiente de los cultivos modificados genéticamente y
los alimentos derivados. La seguridad de OMG es objeto de controversia
entre los sectores a favor de la biotecnología y los sectores
ambientalistas en contra de la misma. Ambos sectores esgrimen estudios
científicos para sustentar sus posturas, y se acusan mutuamente de
ocultar - o ignorar - hechos frente al público.
La Asociación Nacional para Seguridad Genética se ha propuesto a poner un punto final en esta discusión, informó a La Voz de Rusia la directora de la institución Elena Sharóikina:
–Está
claro que tiene que llevarse a cabo una investigación y tanto los
adversarios como los defensores del uso de OMG tienen que ponerse de
acuerdo. Durante este año hemos realizado un proyecto internacional en
el que participaron científicos rusos y extranjeros. Este verano han
estado trabajando aquí los investigadores de EEUU, Francia, Gran
Bretaña, que forman parte del grupo de trabajo. Creo que los resultados
del experimento que realizamos tendrán una gran repercusión mundial ya
que en los veinte años del uso comercial de los transgénicos nadie ha
intentado unir los esfuerzos de los científicos de varios países y
diferentes especializaciones para estudiar a fondo el posible impacto de
los OMG sobre los organismos.
En
la conferencia de las corporaciones agrarias nacionales en Moscú
celebrada el pasado 6 de diciembre se habló de la posibilidad de que en
2017 Rusia podría sumarse a los países productores de soja genéticamente
modificada. Pero si el resultado del experimento resulta negativo, cosa
que se sabrá dentro de un año, ni una sola semilla genéticamente
modificada caerá en el suelo ruso.
ap/kg/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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