http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/74657-honduras-la-gobernabilidad-peligra-si-consolida-fraude-electoral.html
por Andrés Figueroa Cornejo
Lunes, 25 de Noviembre de 2013 15:31
Si la vía electoral se clausura, el pueblo hondureño no tiene más
remedio que liberar sus fuerzas e intensificar su lucha frontal contra
la dictadura.
“La libertad trabaja, la sufre y suda”
Patricio Manns
1. Apenas terminó el horario de
votaciones presidenciales en la Honduras tiranizada desde el 28 de junio
de 2009 mediante un golpe de Estado “blando”, las primeras mesas
escrutadas daban por ganadora claramente a la candidata de Libertad y
Refundación, Libre, Xiomara Castro. Libre es un instrumento político
electoral que contiene al conjunto y variopinto pueblo que resiste la
dictadura.
Su principal contrincante era,
precisamente, el candidato del oligarca Partido Nacional, Juan
Hernández. Honduras, dependiente y empobrecida, en su papel geopolítico
en la Península de Yucatán ha funcionado como plataforma y retaguardia
militar del imperialismo norteamericano durante la Revolución Sandinista
y la guerra de los pueblos salvadoreño y guatemalteco en los 70 y 80.
El golpe de Estado mal teñido de
legalidad ladina, fue dado a mediados de 2009 contra el liberal Manuel
Zelaya debido a sus aproximaciones a la Venezuela de Chávez y Maduro y
por la causa bien concreta de intentar realizar un plebiscito para saber
si la población estaba de acuerdo con llevar adelante un proceso
constituyente. Esa tímida iniciativa –enmarcada en cualquier democracia
burguesa, una de los formatos de la dictadura del capital- bastó para
expulsar a Zelaya de la jefatura del Ejecutivo.
Sin embargo, y hasta cuando se teclea el
presente artículo, el Tribunal Supremo Electoral –parte de la
dominación estatal y la dictadura-, con alrededor de más de un 54% de
los votos escrutados, comunicó (sorprendentemente, pero dentro de las
posibilidades hipotetizadas) que el candidato oficialista del Partido
Nacional supera casi por 6 puntos a Libre, toda vez que Libertad y
Refundación, de acuerdo a su disciplinado seguimiento del proceso, en la
realidad aventaja por casi 4 puntos a la dictadura.
El 24 de noviembre fue una jornada
marcada por las irregularidades, las amenazas y la militarización de los
medios de comunicación democráticos (Radio Globo y otros); la compra de
votos a través de bolsas de comida, ropa y hasta tarjetas de crédito
por parte del oficialismo. Los multiplicados incidentes fueron pública y
formalmente denunciados a la Fiscalía de Delitos Electorales, organismo
más misterioso que supervisor de nada.
La Mesa de DDHH Internacional que
observó paso a paso las elecciones, señaló que las anormalidades y
delitos electorales más corrientes fueron que sufragaron muertos, hubo
doble votación, cambio de locaciones sin aviso a las personas a la hora
de marcar la papeleta. Se agregaron las amenazas a militantes del
Partido Libre y algunas detenciones de sus miembros.
2. La tiranía -reconocida, trágicamente,
por diversos Estados del continente. durante sus 4 años a través del no
boicot económico y por extensión, político- cometió y comete asesinatos
a opositores agrupados en el Frente Nacional de Resistencia Hondureña
en lucha y en el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e indígenas,
Copinh, en su combate contra el extractivismo destructor de
comunidades y naturaleza limitada. Sólo en el campo periodísticos, han
sido asesinados más de 30 comunicadores sociales. La represión,
hostigamiento, amenazas y persecución sistemática contra las
organizaciones antidictatoriales es el modo habitual como el Estado
enfrenta al pueblo organizado.
3. Cuando todavía el Tribunal Supremo
Electoral no entrega los cómputos finales, ya los trabajadores y el
pueblo hondureño acusan de fraude, de robo electoral y de bandidos a la
dictadura. En medio de tensos e indignantes momentos, las opiniones
predominantes van desde las esperanzas de que se reviertan y sinceren
los resultados por la tarde del 25 de noviembre, dando por legítima
ganadora a Libre y Xiomara Castro, hasta ofrecer lucha directa para
defender la victoria opositora.
Mientras tanto, Libre está convocando a
sus delegados de todo el país a una reunión de emergencia para resolver
los pasos a seguir.
4. A diferencia de la mayoría de los
golpes de Estado conocidos en América Latina y el Caribe, la dictadura
provocó inmediatamente la veloz organización y ampliación social de su
base popular. Honduras, probablemente aclimatada por los ejemplos de
Venezuela, Bolivia y Ecuador, no se replegó ni fue presa del terror. Su
reacción fue ofensiva. Su disposición y voluntad de lucha y
transformación asombran al mundo y hoy existen más motivos aún para
potenciarlas y radicalizarlas.
La inestabilidad y condiciones políticas
ante el fraude en curso pueden desembocar rápidamente en una crisis de
gobernabilidad de final abierto.
La estafa electoral, de ratificarse en
las próximas horas por la colusión oligarca entre los intereses que
representa el Partido Nacional y el Tribunal Supremo Electoral, cierra
la posibilidad de la restauración “en forma” de la democracia burguesa. Y
si la vía electoral se clausura, el pueblo hondureño no tiene más
remedio que liberar sus fuerzas e intensificar su lucha frontal contra
la dictadura, esta vez, con un altísimo consenso social nacional,
regional y mundial. Si se agota el camino de las urnas y de la
resistencia pacífica, la resistencia, legítima y autorizadamente, puede
dar un salto a una nueva fase, empleando todas las formas de lucha, en
la batalla dura por su liberación.
07.00 hrs, en Honduras, 25 de noviembre de 2013. Escrito en Buenos Aires.
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