Foto: http://www.teinteresa.es/
Ígor Kudrin reflexiona sobre sus causas.
Es
poco probable que alguien haya prestado atención a un nuevo intento de
infortunados africanos de hallar cualquier trabajo en el reino para
alimentar a sí mismos y a sus familias, si no emprendieran su tentativa
del 5 de noviembre. Pues, esta tentativa de franquear la frontera
terminó en tragedia. Los guardafronteras españoles que defendían su
enclave, en su afán de detener a los huéspedes indeseables, que
asaltaban la alta barrera, afirman que un hombre cayó de lo alto de la
valla y murió y que cuatro más resultaron heridos. Además, la víspera la
TV madrileña, como si por encargo, mostró un reportaje de su
corresponsal de la frontera de Melilla, que advirtió de graves problemas
a los inmigrantes africanos.
Por
supuesto que ahora Madrid considera que no es culpable de la muerte del
hombre e incluso promete consumar el refuerzo de las vallas con una
nueva malla metálica y alambre de púas de nuevo tipo: las púas serán
sustituidas por las llamadas cuchillas. Esta innovación suscitó
protestas.
Las
autoridades al inicio dejaron sin atención este caso. Sin embargo, la
oposición socialista no tardó en pasar una queja a la Comisión Europea
contra el gobernante PP. La causa es única: para defenderse de los
inmigrantes no se debe usar medios antihumanos que ponen en peligro la
vida de las personas. El partido socialista exigió desarmar el vallado
de nuevo tipo. Si bien pocos creen que el Gobierno no se acuerde de los
recursos gastados en las vallas y desmonte en seguida la costosa
instalación. Los habitantes de la localidad en la que vivía el
fallecido, han salido ya varias veces a las calles en señal de protesta
contra esta muerte inesperada. De todos modos, no se debe esperar hoy
cambios de raíz. Aun cuando todos comprenden: dado que la situación
económica de África del Norte no promete a sus habitantes mejoría de la
vida, la tragedia puede repetirse en cualquier día.
Los
habitantes acomodados del Sur de España siempre necesitan obra de mano
ajena que es mucho más barata que el trabajo de sus paisanos. La mayoría
de los habitantes de España que desde hace tiempo sufren las
consecuencias del paro, reaccionaron con la compasión propia de ellos a
la tragedia fronteriza. Estoy de acuerdo con mi colega de El País
que escribe hoy: “España entre los países donde más cae la sensación de
bienestar en la crisis”. Yo añadiré que percibe el dolor con el
corazón.
vs/kg/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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