© Collage: La Voz de Rusia
Arabia Saudí está dispuesta a conceder a Israel sus bases aéreas militares y prestar un servicio completo si Tel Aviv decide lanzar un ataque contra Irán. Esta noticia, que parece de ciencia ficción, fue difundida por los medios de comunicación internacionales hace sólo unos días. Pero algunos expertos no consideran que esta situación sea algo del otro mundo.
El periódico británico The Sunday Times,
citando una fuente anónima, informó de los estrechos lazos entre los
servicios especiales de Israel y Arabia Saudí sobre una solución común
al problema nuclear iraní. Riad y Tel Aviv temen que los posibles
acuerdos entre Irán y el Sexteto (los miembros permanentes del Consejo
de Seguridad de la ONU más Alemania) no garantizarán la negativa de Irán
a desarrollar armamento nuclear. Se supone que Arabia Saudí está lista
para apoyar a Israel en todo lo necesario para un golpe contra Irán,
comenzando por las bases aéreas y terminando por los drones
y helicópteros de salvamento. Los últimos, suponemos, serían para la
búsqueda y salvamento de los pilotos de las fuerzas aéreas israelíes
abatidos.
Israel
no esconde su desilusión con las negociaciones ginebrinas sobre el tema
iraní, y también del calentamiento de las relaciones entre EEUU e Irán.
Así, el ministro de Economía de Israel, Naftalí Bennett, durante su
visita a Norteamérica, comparó el proceso negociador con un combate de
boxeo, donde uno de los deportistas está tirado en el suelo y, de
repente, le dan tiempo a recuperarse en vez de culminar el nocaut. A
Irán no se le debe dar la posibilidad de levantarse, considera Bennett. A
su vez, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu,
declaró que no le ha impresionado el reciente informe de la OIEA, que
en general, confirma la orientación pacífica del programa nuclear iraní.
Mientras
tanto, la información de supuestas consultas que tienen lugar entre el
reino alauita e Israel para una posible operación militar conjunta
contra Irán ha despertado las más contradictorias opiniones entre los
especialistas. Es difícil imaginar el formato de esta alianza, declaró a
La Voz de Rusia el experto en el Medio Oriente del Instituto de Valoraciones Estratégicas, Serguéi Demidenko:
–Evidentemente,
un peligro iraní común, en cierta medida, amenaza a estos dos estados,
pero no es tan grande como para acordar alguna alianza estratégica
militar o una alianza anti-iraní para los servicios especiales. En
principio, esta alianza es poco probable, pero si nos ponemos a
fantasear sobre este tema, por supuesto, esto no causaría ningún
entusiasmo en el resto de países árabes. Ni un solo estado del mundo
árabe está listo para reconocer a Israel.
Incluso
una unión obligada de Tel Aviv y Riad es imposible, este es el
convencimiento del politólogo israelí Avigdor Skin. Es verdad que entre
Israel y todos los países árabes han existido algunos contactos
discretos. Pero no como para que Israel y Arabia Saudí se unan para
asestar un golpe militar conjuntamente contra Irán, subraya Skin. La
probabilidad de esto no existe, incluso desde el punto de vista
puramente militar, no ha habido ni precedentes ni maniobras conjuntas:
–Este
tipo de alianza no ha existido jamás, no la hay y no se avizora en un
futuro cercano. Arabia Saudí, es la patria del movimiento wahabita y
cuando hablamos de una oposición real a la existencia de Israel en el
Medio Oriente, entonces, las fuerzas como el movimiento Hamás, Arabia
Saudí, los wahabitas, los diversos tipos de Hermanos Musulmanes, la
oposición en Siria y similares, son los principales enemigos de Israel.
Lo que es bastante real en esta situación es un determinado intercambio
de información entre Israel y Arabia Saudí sobe el tema iraní.
En
lo que respecta a la cuestión nuclear iraní, aquí convergen los
intereses de muchos países, incluyendo a Rusia, destaca Avigdor Skin. Y
no tanto por la razón de temer a Irán, cuanto debido a que en caso de
que pueda hacerse con el arma atómica, toda la región comenzaría a
tratar de tener lo mismo.
De
hecho, la alianza antiiraní de Riad y Tel Aviv no es tan antinatural,
es la posición que defiende el catedrático docente de Estudios
Orientales del Instituto de Relaciones Exteriores, Nikolái Surkov. Hay
una vieja regla: el enemigo de mi enemigo es mi amigo, y entonces, puede
ser, al menos potencialmente, mi aliado. Los rumores de los posibles
contactos entre Araba Saudí e Israel sobre el problema iraní se vienen
oyendo hace ya rato, nos recuerda Surkov:
–Es
difícil llamar a esto “alianza”, sería más bien una coordinación de
esfuerzos, porque, y es evidente, no hay ni se firmará ningún documento
oficial. Más aún cuando los vecinos de Arabia Saudí también ven a Irán
como un peligro y, en principio, si hay la posibilidad de neutralizar
este peligro nuclear iraní con la implicación israelí, ¿por qué no
usarla?
Durante
los últimos veinte años, no es el reino alauita el que mantiene una
posición “dura” contra Israel, señala Surkov. Los sauditas hablaban de
la necesidad de contener a Israel con métodos político-diplomáticos,
pero nunca se llegó a hablar de confrontaciones militares. Y ahora,
delante de ambos tienen un problema de tal magnitud, como el iraní, y
ambos países podrían interactuar, digamos que no abiertamente, pero si
bajo la clasificación de “secreto”, admite el experto.
No
se excluye que Tel Aviv y Riad estén jugando una partida con doble
sentido, supone el politólogo de Beirut (Líbano), Imad Rizka. Según sus
palabras, Teherán ha demostrado su aspiración a mejorar su reputación de
paria eterno y rebajar el nivel de confrontación en la región. En este
ambiente, Arabia Saudí, que pretende ser el único socio para el
Occidente, experimentan una sacudida. “Debido a todo esto, vemos
intentos de realizar una contra jugada, cuando el reino se puede poner
del mismo lado del enemigo común del mundo árabe”, es la conclusión a la
que llega Imad Rizka. Israel está muy interesado en esta posibilidad,
deseando cambiar el curso de la confrontación con Irán y a su vez,
fortalecer su posición en la región.
Es
muy difícil predecir quién se quedará con el papel de líder. Pero Medio
Oriente siempre ha estado lleno de juegos políticos y no hay ninguna
causa objetiva para que esta situación cambie. De vez en cuando los
jugadores cambian sus roles, que puede ser, lo que está ocurriendo
ahora.
ovm/kg/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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