El
papa Francisco ha aceptado formalmente este martes la renuncia de un
obispo irlandés que admitió, en el año 2010, haber protegido a un
sacerdote acusado de abuso de menores.
William Lee, obispo de la Diócesis de Waterford y Lismore, en el sur de Irlanda, fue destituido en virtud del párrafo 2 del artículo 401 del Código de Derecho Canónico, que abarca delitos graves, ha indicado el Vaticano en un comunicado.
Según el Vaticano, el obispo Lee admitió que la respuesta que dio en 2010 a las acusaciones de abuso de menores por el clero irlandés, a mediados de mediados de los 90, había sido muy insuficiente.
Los abusos sexuales en la Iglesia católica surgieron en la década de 1980 y alcanzaron una gran crisis en 2002, cuando fueron revelados.
Durante las últimas décadas, la Iglesia católica ha visto su imagen seriamente dañada por escándalos relacionados con casos de pederastia, delito que ha quedado muchas veces oculto bajo el silencio de los arzobispos locales y el mismo Vaticano, lo que ha causado la pérdida de confianza de muchos fieles.
Ante esta situación, el papa anunció el pasado mes de julio su decisión de introducir reformas en las leyes de la Santa Sede.
La nueva norma se adaptará a las leyes internacionales y amplía y define los delitos contra menores, entre ellos la pornografía infantil y el abuso sexual.
msh/aa/
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