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La
Asamblea General de la ONU ya por la vigésima segunda vez exhorta a los
países a abstenerse del bloqueo de un país soberano y de la intromisión
en sus quehaceres. Para nadie es un secreto que Washington, al aplicar
tales medidas, pretende privar a los cubanos de una vida normal y
originar entre ellos descontento por la política de sus dirigentes. Pero
los cubanos critican la política antihumana de EEUU que incide en
primer lugar en el nivel de vida en la isla.
Recuerdo
que durante uno de mis viajes a La Habana visité una de las
plantaciones de caña de azúcar, donde platiqué con los macheteros.
Huelga decir que su trabajo es duro, especialmente teniendo en cuenta el
calor que hace en la isla. Sin embargo, ellos trabajaban con cuidado y
rápido. Durante un breve descanso, contaron que podrían trabajar mejor
si tuvieran material técnico especial. Sin embargo, contra la isla se
aplican muchas restricciones absurdas, que afectan los derechos de los
cubanos y causan daños a la economía. Las sanciones alcanzan incluso a
los medicamentos y aparatos de medicina que se suministran al Centro
Oncológico Infantil de La Habana. En total, según el ministro de
Exteriores, Bruno Rodríguez Parilla, en medio siglo los daños económicos
acumulados, debido al bloque, se calculan en un billón ciento
veintiséis mil millones de dólares. En suma, la política anticubana de
EEUU se refleja sensiblemente en la situación económica de la isla. De
ello está bien enterado el vicedirector del Instituto de Estudios sobre
América Latina de Moscú, Borís Martynov.
–De
entrada hay que decir que la política de EEUU es un anacronismo. Muchos
investigadores norteamericanos consideran que EEUU se deja llevar por
la emigración radical cubana que se ha instalado en Miami, “nutrida”
regularmente por el flanco derecho de los republicanos. No obstante, a
mi modo de ver, tal política anticubana de Washington caduca porque este
la aprovecha en América Latina para sus juegos sucios, en primer lugar
para desunir los países situados al sur de EEUU. De modo que la
consolidación de las naciones latinoamericanas respecto a Cuba es
absolutamente inconveniente para la Casa Blanca.
La
presente resolución, igual que las anteriores, aprobadas por la
Asamblea General de la ONU, que exhorta a EEUU a levantar el bloqueo
comercial y financiero contra la isla, impuesto hace medio siglo, es
descaradamente menospreciada por Washington.
No
en vano en La Habana se compara el embargo comercial norteamericano con
un acto de genocidio, inadmisible en el mundo contemporáneo. Y pese a
que el actual presidente Barack Obama
ha aludido reiteradamente a que en las relaciones con Cuba debe venir
una nueva era, el bloqueo comercial contra la isla continúa. Los
dirigentes cubanos han resaltado en repetidas ocasiones que su país
jamás hará las concesiones más insignificantes a EEUU a cambio del
mejoramiento de las relaciones comerciales, puesto que la política de
embargo comercial es unilateral y debe ser anulada unilateralmente. Y
muchos países del mundo respaldan esta justa reclamación.
radio/sk/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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