El joven que un día jugará con la selección de playa

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Posted: 09 Oct 2013 06:30 AM PDT

Hace un par de días visité el municipio de Apopa, Ciudad Obrera para ser más exacto. Allí se realizaba una jornada médica y mientras saludaba a las personas que recibían atención, un jovencito salió a mi encuentro y me compartió un sueño que espera se haga realidad: ser parte de la selección de fútbol playa.
Ese sueño por convertirse en un “guerrero de playa”, como se identifica a los jugadores, guarda el deseo de este muchacho por poner en alto nuestro país, pues considera que su entrega y amor por El Salvador no tiene mejor vía que el deporte.
La aspiración que ese jovencito me manifestó me hizo pensar en el compromiso que como país, como gobierno y como adultos tenemos de ofrecer las condiciones, las oportunidades y el reconocimiento que merecen nuestros jóvenes.
Al hablar de los adolescentes y jóvenes unos consideran que es la edad “difícil” y hasta “rebelde”; y aunque hay situaciones que ameriten dar ese calificativo, creo que es un reto y sobre todo cuestión de voluntad y compromiso el poder hacer realidad las aspiraciones de la juventud, ya sean estas educativas o en el caso de este muchacho a través del deporte.
En marcha al Buen Vivir, la actividad física, la recreación y el esparcimiento son esenciales para el desarrollo del ser humano hacia su plenitud. Por eso es que debemos apostarle al deporte; para el país queremos polideportivos, recreovías y ciclorrutas, escuelas deportivas en todos los departamentos y en distintas disciplinas.
El fútbol quizá sea uno de los deportes que más gusta a nuestros muchachos, y en jugadores como los de la selección de playa encuentran el mejor ejemplo de valor y superación. En nuestras colonias o en nuestros barrios quién no ha hecho de la calle un cancha y de dos piedras una meta de fútbol. Imaginen ahora escuelas muy bien equipadas donde podamos desarrollar nuestras habilidades.
Pero no sólo en los municipios queremos apostarle; en nuestra juventud muchos practicamos deporte en nuestra escuela, en nuestro colegio o instituto. Yo fui parte del equipo de fútbol de la normal y puedo asegurar que teníamos buenos jugadores. Tuve un compañero que fue un destacado atleta, fue velocista de los 100 metros, mi amigo José Luis Sanabria.

Posando con mis compañeros y listos para el partido.

Muchos atletas desarrollan sus destrezas en las escuelas, por eso creo que éstas necesitan que se garantice y mejore la educación física. Se trata de abarcar el deporte desde muchos flancos.
Eso permitirá que nuestros jóvenes puedan desarrollarse sanamente, que los espacios que construyamos sirvan como lugares de convivencia y que nos permitan prevenir la violencia. No importando el deporte que sea, es la determinación de nuestros muchachos lo que realmente los hará llegar tan alto como quieran.
En manos de todas y todos nosotros está la oportunidad de lograr que la juventud no deje en sueños sus aspiraciones, sino acompañarlos a hacerlos realidad. Todo requiere de esfuerzo, voluntad, entrega y compromiso.
Espero que en un par de años, cuando nuevamente nuestra selección de playa participe en un mundial, reconozca entre sus filas a ese muchacho que una vez me compartió su deseo.